Crónicas
Superproducciones: se planea adaptación de "El Hobbit"; McKellen en "King Kong"; Burton despreocupado por Willy Wonka; Judd arrepentida de no ser "Catwoman"; Zeta-Jones y Owen niegan los rumores sobre Bond
1-XII-03
- En el marco de la premiere mundial que se desarrolla en Wellington de "El Señor de los Anillos: El retorno del Rey", el productor de la trilogía, Mark Ordesky, anunció que "El Hobbit" podría ser adaptado a la pantalla grande. El libro de J.R.R. Tolkien que precede a "El Señor de los Anillos" sería dirigida por Peter Jackson, quien se manifestó de acuerdo con la idea, pero precisó que este proyecto tendrá que esperar el fin de su próxima película, la remake de "King Kong". El éxito mundial de la trilogía, que un principio se creía descabellada por la dificultad para adaptarla y hacerla atractiva al gran público, convenció a los directivos de New Line Cinema a continuar su relación con el mundo fantástico de Tolkien. Por el momento "El Hobbit" es sólo un proyecto, debido en gran parte a las dificultades con los derechos para poder realizarla.
- Uno de los actores claves de "El Señor de los Anillos", el británico Sir Ian McKellen que da vida a Gandalf, se encuentra entusiasmado ante la promesa del director Peter Jackson, de reservar un rol para él en la anticipada remake de "King Kong", que el neocelandés comenzaría a realizar tras el inminente estreno a nivel mundial de la tercera parte de la trilogía de "El Señor de los Anillos". El veterano actor asegura que Jackson le dijo tener algo para él si le interesaba participar de esta nueva entrega de "King Kong", que será protagonizada por la australiana Naomi Watts, en el personaje que ya realizaran anteriormente Fay Wray y Jessica Lange.
- Cerca de estrenar su nuevo film, "Big Fish", Tim Burton no demuestra ansiedad por comenzar "Willy Wonka and The Chocolate Factory", una remake que lo uniría nuevamente con Johnny Depp. Burton afirmó no tener idea cuando se iniciaría la producción, y que "todo dependerá del guión". Tras la experiencia de "El planeta de los simios", el cineasta no desea estar pendiente de una fecha de estreno estipulada de antemano para realizar su film. El guión de la película está siendo escrito por John August, y Burton desea mantener el "humor y la emoción" de su autor, Roald Dahl; así como también la "oscuridad y las cosas siniestras que son parte de la infancia".
- La historia es muy conocida en el mundo de Hollywood: una actriz se compromete a un papel, que luego decide rechazar, para más tarde arrepentirse de su decisión al ver que bien le sienta el rol a otra actriz. Ahora le toca el turno a Ashley Judd, quien fuera la apuesta segura para calzarse el traje de Catwoman, que hoy en día ostenta Halle Berry. Judd fue la opción de los productores para estelarizar "Catwoman", pero la actriz consideró que ese personaje era muy inmaduro para ella y abandonó el proyecto para realizar teatro seriamente en Broadway. Pero, viendo las imágenes de Berry con su sexy atuendo, Judd sintió que había hecho "la cosa más estupida", según cita la revista Star, al negarse a ser la popular Gatúbela.
- Tanto Catherine Zeta-Jones como Clive Owen negaron la información que trascendió sobre su vinculación a la nueva aventura del 007. Recientemente una revista británica aseguraba que los responsables de la saga querían a Zeta-Jones como chica Bond, y además como la interprete de la canción principal de la película, considerando la buena performance de la actriz en "Chicago"; pero esos rumores fueron acallados por su representante asegurando que son totalmente falsos. También el actor británico Clive Owen salió al cruce de los comentarios que ya lo hacían sustituyendo a Pierce Brosnan como James Bond. Owen, de 39 años, aseguró que no presta atención a esas historias falsas porque le consumen mucha energía, y prefiere mantenerse al margen hasta que no sea algo seguro. Owen considera que esas noticias se deben a ciertas similitudes entre el estilo Bond y su personaje en "Croupier", que se vestía de smoking, y la campaña que protagonizó para una conocida marca de automóviles.
- En el marco de la premiere mundial que se desarrolla en Wellington de "El Señor de los Anillos: El retorno del Rey", el productor de la trilogía, Mark Ordesky, anunció que "El Hobbit" podría ser adaptado a la pantalla grande. El libro de J.R.R. Tolkien que precede a "El Señor de los Anillos" sería dirigida por Peter Jackson, quien se manifestó de acuerdo con la idea, pero precisó que este proyecto tendrá que esperar el fin de su próxima película, la remake de "King Kong". El éxito mundial de la trilogía, que un principio se creía descabellada por la dificultad para adaptarla y hacerla atractiva al gran público, convenció a los directivos de New Line Cinema a continuar su relación con el mundo fantástico de Tolkien. Por el momento "El Hobbit" es sólo un proyecto, debido en gran parte a las dificultades con los derechos para poder realizarla.
- Uno de los actores claves de "El Señor de los Anillos", el británico Sir Ian McKellen que da vida a Gandalf, se encuentra entusiasmado ante la promesa del director Peter Jackson, de reservar un rol para él en la anticipada remake de "King Kong", que el neocelandés comenzaría a realizar tras el inminente estreno a nivel mundial de la tercera parte de la trilogía de "El Señor de los Anillos". El veterano actor asegura que Jackson le dijo tener algo para él si le interesaba participar de esta nueva entrega de "King Kong", que será protagonizada por la australiana Naomi Watts, en el personaje que ya realizaran anteriormente Fay Wray y Jessica Lange.
- Cerca de estrenar su nuevo film, "Big Fish", Tim Burton no demuestra ansiedad por comenzar "Willy Wonka and The Chocolate Factory", una remake que lo uniría nuevamente con Johnny Depp. Burton afirmó no tener idea cuando se iniciaría la producción, y que "todo dependerá del guión". Tras la experiencia de "El planeta de los simios", el cineasta no desea estar pendiente de una fecha de estreno estipulada de antemano para realizar su film. El guión de la película está siendo escrito por John August, y Burton desea mantener el "humor y la emoción" de su autor, Roald Dahl; así como también la "oscuridad y las cosas siniestras que son parte de la infancia".
- La historia es muy conocida en el mundo de Hollywood: una actriz se compromete a un papel, que luego decide rechazar, para más tarde arrepentirse de su decisión al ver que bien le sienta el rol a otra actriz. Ahora le toca el turno a Ashley Judd, quien fuera la apuesta segura para calzarse el traje de Catwoman, que hoy en día ostenta Halle Berry. Judd fue la opción de los productores para estelarizar "Catwoman", pero la actriz consideró que ese personaje era muy inmaduro para ella y abandonó el proyecto para realizar teatro seriamente en Broadway. Pero, viendo las imágenes de Berry con su sexy atuendo, Judd sintió que había hecho "la cosa más estupida", según cita la revista Star, al negarse a ser la popular Gatúbela.
- Tanto Catherine Zeta-Jones como Clive Owen negaron la información que trascendió sobre su vinculación a la nueva aventura del 007. Recientemente una revista británica aseguraba que los responsables de la saga querían a Zeta-Jones como chica Bond, y además como la interprete de la canción principal de la película, considerando la buena performance de la actriz en "Chicago"; pero esos rumores fueron acallados por su representante asegurando que son totalmente falsos. También el actor británico Clive Owen salió al cruce de los comentarios que ya lo hacían sustituyendo a Pierce Brosnan como James Bond. Owen, de 39 años, aseguró que no presta atención a esas historias falsas porque le consumen mucha energía, y prefiere mantenerse al margen hasta que no sea algo seguro. Owen considera que esas noticias se deben a ciertas similitudes entre el estilo Bond y su personaje en "Croupier", que se vestía de smoking, y la campaña que protagonizó para una conocida marca de automóviles.
- © Redacción-NOTICINE.com
Eddie Murphy busca asentar su recuperación con "The haunted mansion"
27-XI-03
Al actor cómico Eddie Murphy le tocó vivir un bache importante, con sucesivos fracasos de taquilla. Esta mala racha se terminó en buena medida gracias a "Papá canguro" ("La guardería de papá" en A.L.), y ahora aspira a fijar su nueva posición gracias a "The haunted mansion", cinta de fantasmas y risas que se estrena este viernes en EEUU y en enero en España, en una línea de entretenimiento familiar. Un crítico recordaba que hace no tantos años, Murphy se burlaba en sus actuaciones en vivo de los actores negros dedicados a producciones comerciales que hacen las delicias de los niños, como Bill Cosby (véase el documental "Raw"). Ahora es él mismo quien se ha convertido en un nuevo Bill Cosby. "Hacer películas como esta y reclamar la atención de toda la familia es simplemente una progresión natural, porque me he hecho mayor", se justificaba recientemente el actor en una entrevista televisiva.
A los 42 años, aquellos primeros personajes callejeros, malhablados e iconoclastas de Murphy pasaron a la historia. Basada como "Piratas del Caribe" en un juego de los parques de Disneylandia, "The haunted mansion" muestra a un inmobiliario (Murphy), su esposa e hijos, bregando contra nada menos que los 999 espíritus burlones del caserón que acaba de adquirir. "The haunted mansion" ha sido dirigida por Rob Minkoff ("El rey león" y "Stuart Little"), con efectos especiales y el maquillaje diseñados por el ganador del Oscar Rick Baker.
Algunos consideran que Eddie Murphy hace ahora películas como esta porque él mismo es padre de familia y le gustan las que pueden disfrutar sus cinco hijos, pero los menos sentimentales aluden a un dato objetivo: cuando el en su momento mejor pagado actor afroamericano ha hecho películas infantiles como "El profesor chiflado" o "Dr. Dolittle", y más recientemente "La guardería de papá", todo ha ido sobre ruedas, con excelentes resultados. Sus otros trabajos para adolescentes o adultos, "Soyo espía", "Showtime" o "Pluto Nash", registraron discretos por no decir malos ingresos de taquilla.
Este detalle no se le escapa a Murphy, quien inicialmente no estaba en el punto de mira de Disney para protagonizar la cinta fantasmal y cómica, y fue él personalmente quien pidió al estudio esta oportunidad, precisamente para hacer algo "familiar". También podemos adelantar que su próximo trabajo, "The incredible shrinking man", también discurrirá por la misma senda. Volver a verle en papeles más o menos contraculturales como los que hizo en "Entre pillos anda el juego", "Límite 48 horas" o "Superpolicía en Hollywood", queda reservado para los fieles al videoclub.
Al actor cómico Eddie Murphy le tocó vivir un bache importante, con sucesivos fracasos de taquilla. Esta mala racha se terminó en buena medida gracias a "Papá canguro" ("La guardería de papá" en A.L.), y ahora aspira a fijar su nueva posición gracias a "The haunted mansion", cinta de fantasmas y risas que se estrena este viernes en EEUU y en enero en España, en una línea de entretenimiento familiar. Un crítico recordaba que hace no tantos años, Murphy se burlaba en sus actuaciones en vivo de los actores negros dedicados a producciones comerciales que hacen las delicias de los niños, como Bill Cosby (véase el documental "Raw"). Ahora es él mismo quien se ha convertido en un nuevo Bill Cosby. "Hacer películas como esta y reclamar la atención de toda la familia es simplemente una progresión natural, porque me he hecho mayor", se justificaba recientemente el actor en una entrevista televisiva.
A los 42 años, aquellos primeros personajes callejeros, malhablados e iconoclastas de Murphy pasaron a la historia. Basada como "Piratas del Caribe" en un juego de los parques de Disneylandia, "The haunted mansion" muestra a un inmobiliario (Murphy), su esposa e hijos, bregando contra nada menos que los 999 espíritus burlones del caserón que acaba de adquirir. "The haunted mansion" ha sido dirigida por Rob Minkoff ("El rey león" y "Stuart Little"), con efectos especiales y el maquillaje diseñados por el ganador del Oscar Rick Baker.
Algunos consideran que Eddie Murphy hace ahora películas como esta porque él mismo es padre de familia y le gustan las que pueden disfrutar sus cinco hijos, pero los menos sentimentales aluden a un dato objetivo: cuando el en su momento mejor pagado actor afroamericano ha hecho películas infantiles como "El profesor chiflado" o "Dr. Dolittle", y más recientemente "La guardería de papá", todo ha ido sobre ruedas, con excelentes resultados. Sus otros trabajos para adolescentes o adultos, "Soyo espía", "Showtime" o "Pluto Nash", registraron discretos por no decir malos ingresos de taquilla.
Este detalle no se le escapa a Murphy, quien inicialmente no estaba en el punto de mira de Disney para protagonizar la cinta fantasmal y cómica, y fue él personalmente quien pidió al estudio esta oportunidad, precisamente para hacer algo "familiar". También podemos adelantar que su próximo trabajo, "The incredible shrinking man", también discurrirá por la misma senda. Volver a verle en papeles más o menos contraculturales como los que hizo en "Entre pillos anda el juego", "Límite 48 horas" o "Superpolicía en Hollywood", queda reservado para los fieles al videoclub.
- © Redacción-NOTICINE.com
Reportaje: "El último samurai", ¿Oscar para Tom Cruise?
26-XI-03
Se anuncia como una de las cintas más destacadas de la temporada navideña, una superproducción "con contenido", de esas que los académicos rescatan de un panorama repleto de productos comerciales de puro entretenimiento. El próximo día 5 de diciembre (en enero en España y América Latina), se estrena en EEUU "El último samurai", y todos los ojos se dirigen a su protagonista, Tom Cruise. Muchos apuestan por que el actor norteamericano será nominado al Oscar y los Globos de Oro por este personaje que el actor ha interpretado con una dosis mayor de furia, vehemencia y disciplina mayor a la acostumbrada, dosis que directores como Oliver Stone, Ron Howard, Tony Scott, Steven Spielberg y ahora Edward Zwyck con "El último samurai" conocen suficientemente.
Aunque suene a frase conocida, Cruise nació para interpretar este personaje de Nathan Algren, oficial de caballería durante la Guerra Civil, atormentado por la matanza de civiles e indígenas, degradado por el alcohol, el juego y el tráfico de armas, y convertido en un ser resentido y peligroso, hasta cuando en mayo de 1876 otro oficial (Bill Connolly) le propone marcharse al Japón donde el Emperador, enfrentado a una sangrienta e incierta guerra civil necesita de sus servicios para entrenar a sus soldados y combatir a los samurais que se defienden con sus espadas largas, las favoritas de Tarantino.
La película como le ocurre al Martin Sheen de "Apocalypse now" se convierte en el viaje largo, interminable y extenuante de este hombre hacia el interior de si mismo, en busca de lo poco bueno que le queda, tratando de identificar de dónde vienen ese desasosiego, ese desarraigo que en alguna ocasión quiso echar mano del suicidio.
Personaje y actor pronto aprenden algo que Occidente trató de ignorar durante siglos: los samurais no son simples guerreros, así como las geishas jamás han sido rameras. Los samurais son poetas y filósofos, guardianes de las tradiciones más antiguas, defensores de las leyendas más sangrientas y hermosas, fanáticos de la libertad, el honor, la familia, el deber hacia el Emperador y sus creencias religiosas, la defensa del cuerpo como un templo sagrado que jamás debe ser manchado. Por defender ese sentido tradicional de los samurais, un excelente escritor como Yukio Mishima decidió el 25 de noviembre de 1970, frente a miles de testigos y vestido con su traje de guerrero, abrirse el vientre con su espada más corta. Cometió "sepuko" y Paul Schrader lo inmortalizó con una hermosa película.
Hollywood siente predilección por las leyendas y en este caso, cuentan que el productor y director Edward Zwick quería hacer la película con Cruise pero no sabía cómo acercársele y proponerle el proyecto tan costoso. Ahora sostiene que echó mano de una sentencia Zen: "Cava el estanque sin esperar a que aparezca la luna, y cuando esté listo, la luna sabrá sumergirse". Cruise enloqueció con el personaje y la historia. Los estaba necesitando como una vuelta de tuerca en su carrera. Aceptó los largos meses de rodaje en Japón y Nueva Zelanda, el alejamiento de los suyos, los 20 millones de dólares de sueldo dentro de un presupuesto que sobrepasa fácilmente los 120 millones y sobre todo, el entrenamiento salvaje con maestros que no solo le enseñaron a manejar las armas de los samurais sino a entender esa filosofía que tiene un código estricto y antiguo, alimentado con frases crípticas que en Occidente, especialmente en los apartamentos de los intelectuales de Greenwich Village, Soho y otros barrios sofisticados, han sido degradadas al papel de grafittis ociosos.
Luego del año y medio en el laboratorio Kubrick mientras rodaba "Eyes wide shut", Cruise, como lo ha confesado en recientes entrevistas, sintió que ahora nacía de nuevo, que este personaje del oficial que se marcha a entrenar a los soldados del emperador no se parece a nada de lo filmado anteriormente y que su vida ha cambiado profundamente, que conoce mejor las doctrinas del Zen, que reconoce lo que lleva por dentro y que mira a la humanidad y el mundo con otros ojos. Ya conocía Japón en distintos viajes pero esta filmación le exigió sumergirse en un mundo diametralmente opuesto al que siempre había compartido. Dice que cada jornada de rodaje, cada diàlogo con los numerosos actores japoneses, cada encuentro con los asesores en armas, diàlogos, costumbres, vestuarios, gestos y comidas era parte de un descubrimiento profundo, el de un universo que lo ha transformado en un ser absolutamente diferente.
Para llegar al rodaje, productores, director, protagonista y actores tuvieron que atravesar numerosas sendas, entre ellas, varios guiones y borradores que fracasaban porque no captaban el verdadero sentido de la saga. Hasta cuando el director y guionista Vincent Ward tomó todos esos borradores, escribió un nuevo texto, se apartó del proyecto y fue encargado Edward Zwick, un director de 51 años con una filmografía no tan extensa pero con títulos significativos como "Estado de sitio", "En honor a la verdad", "Leyendas de pasión" y sobre todo, "Tiempos de gloria" sobre la Guerra Civil.
Zwick aceptó el reto pero impuso otro guionista, John Logan, famoso por su trabajo en "Un domingo cualquiera" y "Gladiator". Con esos antecedentes perfiló mejor la historia, ubicò al oficial norteamericano en manos de los samurais enemigos, derrotado y recluido en una casa donde se recupera de las heridas recibidas en batalla, conoce al líder de los rebeldes y a su hermana, una mujer muy hermosa que tiene varios hijos. Por supuesto, ya el lector puede anticipar el giro que toma la historia. El oficial y el actor conocen a fondo el código de los samurais alimentado con el valor, la disciplina, la fuerza, la inteligencia, la sabiduría, el sentido común y otros elementos que para los occidentales se traducen en un desprecio hacia la muerte.
Cruise, quizás cándidamente, dice: "Yo creo en la honestidad, la compasión, la lealtad, el honor y otros principios. O sea, en el fondo comparto muchos conceptos de los samurais y la doctrina Zen. Este personaje se parece mucho a mí, a mi vida, o al revés, yo me parezco a èl, somos como siameses". Cruise y su socia, Paula Wagner también son coproductores.
Controvertido, maniático de su intimidad y la perfección de sus personajes, adicto al trabajo físico, con dos proyectos en marcha ("Collateral" con el director Michael Mann sobre un sicario, y la tercera película de "Misión Imposible"), Cruise evita enredarse en las actuales especulaciones sobre un Oscar para su personaje de este oficial de caballería que viste un traje rojo de samurai y maneja la espada con la destreza que le proporcionan más de seis meses de diario entrenamiento, y prefiere decir que lo importante es que el estudio, Warner, recupere el dinero invertido para que vuelvan a contratarlo, lo cual es un comentario sarcástico porque sin él, esta película no hubiera sido posible.
Sus admiradores que somos millones en el mundo preferimos pensar que luego de sus nominaciones al Oscar por "Nacido el 4 de julio", "Jerry Maguire" y "Magnolia" seguramente esta vez también será nominado y si no gana, no importa: ahí queda una película que comienza con un personaje destrozado por el alcohol y la culpa, luego debe atravesar su propio infierno y lavar su remordimiento y renacer, tranquilo y sereno, dispuesto a morir por una causa que varios meses atrás ni siquiera conocía.
Se anuncia como una de las cintas más destacadas de la temporada navideña, una superproducción "con contenido", de esas que los académicos rescatan de un panorama repleto de productos comerciales de puro entretenimiento. El próximo día 5 de diciembre (en enero en España y América Latina), se estrena en EEUU "El último samurai", y todos los ojos se dirigen a su protagonista, Tom Cruise. Muchos apuestan por que el actor norteamericano será nominado al Oscar y los Globos de Oro por este personaje que el actor ha interpretado con una dosis mayor de furia, vehemencia y disciplina mayor a la acostumbrada, dosis que directores como Oliver Stone, Ron Howard, Tony Scott, Steven Spielberg y ahora Edward Zwyck con "El último samurai" conocen suficientemente.
Aunque suene a frase conocida, Cruise nació para interpretar este personaje de Nathan Algren, oficial de caballería durante la Guerra Civil, atormentado por la matanza de civiles e indígenas, degradado por el alcohol, el juego y el tráfico de armas, y convertido en un ser resentido y peligroso, hasta cuando en mayo de 1876 otro oficial (Bill Connolly) le propone marcharse al Japón donde el Emperador, enfrentado a una sangrienta e incierta guerra civil necesita de sus servicios para entrenar a sus soldados y combatir a los samurais que se defienden con sus espadas largas, las favoritas de Tarantino.
La película como le ocurre al Martin Sheen de "Apocalypse now" se convierte en el viaje largo, interminable y extenuante de este hombre hacia el interior de si mismo, en busca de lo poco bueno que le queda, tratando de identificar de dónde vienen ese desasosiego, ese desarraigo que en alguna ocasión quiso echar mano del suicidio.
Personaje y actor pronto aprenden algo que Occidente trató de ignorar durante siglos: los samurais no son simples guerreros, así como las geishas jamás han sido rameras. Los samurais son poetas y filósofos, guardianes de las tradiciones más antiguas, defensores de las leyendas más sangrientas y hermosas, fanáticos de la libertad, el honor, la familia, el deber hacia el Emperador y sus creencias religiosas, la defensa del cuerpo como un templo sagrado que jamás debe ser manchado. Por defender ese sentido tradicional de los samurais, un excelente escritor como Yukio Mishima decidió el 25 de noviembre de 1970, frente a miles de testigos y vestido con su traje de guerrero, abrirse el vientre con su espada más corta. Cometió "sepuko" y Paul Schrader lo inmortalizó con una hermosa película.
Hollywood siente predilección por las leyendas y en este caso, cuentan que el productor y director Edward Zwick quería hacer la película con Cruise pero no sabía cómo acercársele y proponerle el proyecto tan costoso. Ahora sostiene que echó mano de una sentencia Zen: "Cava el estanque sin esperar a que aparezca la luna, y cuando esté listo, la luna sabrá sumergirse". Cruise enloqueció con el personaje y la historia. Los estaba necesitando como una vuelta de tuerca en su carrera. Aceptó los largos meses de rodaje en Japón y Nueva Zelanda, el alejamiento de los suyos, los 20 millones de dólares de sueldo dentro de un presupuesto que sobrepasa fácilmente los 120 millones y sobre todo, el entrenamiento salvaje con maestros que no solo le enseñaron a manejar las armas de los samurais sino a entender esa filosofía que tiene un código estricto y antiguo, alimentado con frases crípticas que en Occidente, especialmente en los apartamentos de los intelectuales de Greenwich Village, Soho y otros barrios sofisticados, han sido degradadas al papel de grafittis ociosos.
Luego del año y medio en el laboratorio Kubrick mientras rodaba "Eyes wide shut", Cruise, como lo ha confesado en recientes entrevistas, sintió que ahora nacía de nuevo, que este personaje del oficial que se marcha a entrenar a los soldados del emperador no se parece a nada de lo filmado anteriormente y que su vida ha cambiado profundamente, que conoce mejor las doctrinas del Zen, que reconoce lo que lleva por dentro y que mira a la humanidad y el mundo con otros ojos. Ya conocía Japón en distintos viajes pero esta filmación le exigió sumergirse en un mundo diametralmente opuesto al que siempre había compartido. Dice que cada jornada de rodaje, cada diàlogo con los numerosos actores japoneses, cada encuentro con los asesores en armas, diàlogos, costumbres, vestuarios, gestos y comidas era parte de un descubrimiento profundo, el de un universo que lo ha transformado en un ser absolutamente diferente.
Para llegar al rodaje, productores, director, protagonista y actores tuvieron que atravesar numerosas sendas, entre ellas, varios guiones y borradores que fracasaban porque no captaban el verdadero sentido de la saga. Hasta cuando el director y guionista Vincent Ward tomó todos esos borradores, escribió un nuevo texto, se apartó del proyecto y fue encargado Edward Zwick, un director de 51 años con una filmografía no tan extensa pero con títulos significativos como "Estado de sitio", "En honor a la verdad", "Leyendas de pasión" y sobre todo, "Tiempos de gloria" sobre la Guerra Civil.
Zwick aceptó el reto pero impuso otro guionista, John Logan, famoso por su trabajo en "Un domingo cualquiera" y "Gladiator". Con esos antecedentes perfiló mejor la historia, ubicò al oficial norteamericano en manos de los samurais enemigos, derrotado y recluido en una casa donde se recupera de las heridas recibidas en batalla, conoce al líder de los rebeldes y a su hermana, una mujer muy hermosa que tiene varios hijos. Por supuesto, ya el lector puede anticipar el giro que toma la historia. El oficial y el actor conocen a fondo el código de los samurais alimentado con el valor, la disciplina, la fuerza, la inteligencia, la sabiduría, el sentido común y otros elementos que para los occidentales se traducen en un desprecio hacia la muerte.
Cruise, quizás cándidamente, dice: "Yo creo en la honestidad, la compasión, la lealtad, el honor y otros principios. O sea, en el fondo comparto muchos conceptos de los samurais y la doctrina Zen. Este personaje se parece mucho a mí, a mi vida, o al revés, yo me parezco a èl, somos como siameses". Cruise y su socia, Paula Wagner también son coproductores.
Controvertido, maniático de su intimidad y la perfección de sus personajes, adicto al trabajo físico, con dos proyectos en marcha ("Collateral" con el director Michael Mann sobre un sicario, y la tercera película de "Misión Imposible"), Cruise evita enredarse en las actuales especulaciones sobre un Oscar para su personaje de este oficial de caballería que viste un traje rojo de samurai y maneja la espada con la destreza que le proporcionan más de seis meses de diario entrenamiento, y prefiere decir que lo importante es que el estudio, Warner, recupere el dinero invertido para que vuelvan a contratarlo, lo cual es un comentario sarcástico porque sin él, esta película no hubiera sido posible.
Sus admiradores que somos millones en el mundo preferimos pensar que luego de sus nominaciones al Oscar por "Nacido el 4 de julio", "Jerry Maguire" y "Magnolia" seguramente esta vez también será nominado y si no gana, no importa: ahí queda una película que comienza con un personaje destrozado por el alcohol y la culpa, luego debe atravesar su propio infierno y lavar su remordimiento y renacer, tranquilo y sereno, dispuesto a morir por una causa que varios meses atrás ni siquiera conocía.
- © Alberto Duque López-NOTICINE.com
Amores y desamores estelares: Angelina Jolie con Colin Farrell, Robert Downey Jr. con su productora, Tom cruise entre "Pe" y Nicole, Drew Barrymore sin Fabrizio Moretti
25-XI-03
- Se conocieron y trataron en Marruecos, donde ambos trabajaban en la película de Oliver Stone "Alexander", él en el papel del héroe heleno y ella en el de su madre, Olympia, y el pasado fín de semana se desveló el secreto: Colin Farrell y Angelina Jolie son bastante más que colegas y amigos. Tras la "première" en Londres de su film "Intermission", el seductor irlandés se extendió en elogios por la hija de Jon Voight ("Es bellísima y muy inspiradora. Es una mujer admirable"), y luego ambos se fueron a bailar a un club nocturno, el Elysium, donde según el diario The Sun, se les vio besarse apasionadamente y posteriormente dirigirse al Dorchester Hotel, donde la protagonista de "Lara Croft Tomb Raider" tiene una suite. Dicen algunos medios que esta relación no es nueva, aunque no se haya conocido hasta ahora, sino que se están viendo en secreto desde hace semanas. Para Colin, de 27 años y con una agitada vida sentimental, puede ser una aventura más, pero Angelina, 1 año mayor, llevaba tiempo clamando por un nuevo gran amor, después de su ruptura matrimonial con Billy Bob Thornton. Claro que no es precisamente Farrell el primero que se nos viene a la cabeza para una relación estable... al menos en el tiempo.
- Y es que en los rodajes se debe de ligar mucho. Al menos así lo atestigua el dicen rehabilitado Robert Downey Jr., quien a pesar de tener cerca, durante el rodaje en Montreal de la recién estrenada "Gothika", a Halle Berry y a Penélope Cruz, se fue a enamorar de una de las productoras de la cinta, Susan Levin, a la que ya presenta como su prometida. "Ella es más lista. Eso me gusta", declaró recientemente el actor en una entrevista de "The Ellen DeGeneres show". Sin duda Downey Jr. había oído varias veces los rumores sobre lo habitual de que algunas actrices se complicaran con productores, pero no tanto lo contrario en género, así que confiesa que fue algo problematico, aunque "el punto es que pudimos conocernos". Para el protagonista de "Chaplin", que ha tenido en el pasado serios problemas legales por el consumo de drogas, si vuelve a casarse sería su segundo matrimonio. De momento ya han decidido pasar el Día de Acción de Gracias con la familia de ella.
- Hay amores que surgen así de repente, y otros que acaban pero no se olvidan. Eso parece sucederle a Tom Cruise, quien este viernes estrena en EEUU "The last samurai". Poco después de que se publicaran unas declaraciones suyas diciendo que aún quería a su ex ex mujer, la australiana Nicole Kidman, con quien tiene dos hijos adoptivos, afirma que no hay planes de boda con su actual novia, la española Penélope Cruz: "Estoy enamorado de Penélope y lo pasamos muy bien juntos. Ella es una persona hermosa, pero en términos de casamiento no hay planes para el futuro", dijo Cruise al diario británico The Mirror.
- Quienes no sólo no se casan sino que acaban de romper son Drew Barrymore y su rockero novio Fabrizio Moretti, batería del grupo The Strokes. Después de 18 meses de relación, dicen que se han dado un respiro para replantearse las cosas. Sus estilos de vida no parecen ser muy compatibles. Decididamente, no tiene suerte con los hombres la protagonista de "Los ángeles de Charlie", de 28 años, cuyas dos bodas solo duraron unos meses.
- Se conocieron y trataron en Marruecos, donde ambos trabajaban en la película de Oliver Stone "Alexander", él en el papel del héroe heleno y ella en el de su madre, Olympia, y el pasado fín de semana se desveló el secreto: Colin Farrell y Angelina Jolie son bastante más que colegas y amigos. Tras la "première" en Londres de su film "Intermission", el seductor irlandés se extendió en elogios por la hija de Jon Voight ("Es bellísima y muy inspiradora. Es una mujer admirable"), y luego ambos se fueron a bailar a un club nocturno, el Elysium, donde según el diario The Sun, se les vio besarse apasionadamente y posteriormente dirigirse al Dorchester Hotel, donde la protagonista de "Lara Croft Tomb Raider" tiene una suite. Dicen algunos medios que esta relación no es nueva, aunque no se haya conocido hasta ahora, sino que se están viendo en secreto desde hace semanas. Para Colin, de 27 años y con una agitada vida sentimental, puede ser una aventura más, pero Angelina, 1 año mayor, llevaba tiempo clamando por un nuevo gran amor, después de su ruptura matrimonial con Billy Bob Thornton. Claro que no es precisamente Farrell el primero que se nos viene a la cabeza para una relación estable... al menos en el tiempo.
- Y es que en los rodajes se debe de ligar mucho. Al menos así lo atestigua el dicen rehabilitado Robert Downey Jr., quien a pesar de tener cerca, durante el rodaje en Montreal de la recién estrenada "Gothika", a Halle Berry y a Penélope Cruz, se fue a enamorar de una de las productoras de la cinta, Susan Levin, a la que ya presenta como su prometida. "Ella es más lista. Eso me gusta", declaró recientemente el actor en una entrevista de "The Ellen DeGeneres show". Sin duda Downey Jr. había oído varias veces los rumores sobre lo habitual de que algunas actrices se complicaran con productores, pero no tanto lo contrario en género, así que confiesa que fue algo problematico, aunque "el punto es que pudimos conocernos". Para el protagonista de "Chaplin", que ha tenido en el pasado serios problemas legales por el consumo de drogas, si vuelve a casarse sería su segundo matrimonio. De momento ya han decidido pasar el Día de Acción de Gracias con la familia de ella.
- Hay amores que surgen así de repente, y otros que acaban pero no se olvidan. Eso parece sucederle a Tom Cruise, quien este viernes estrena en EEUU "The last samurai". Poco después de que se publicaran unas declaraciones suyas diciendo que aún quería a su ex ex mujer, la australiana Nicole Kidman, con quien tiene dos hijos adoptivos, afirma que no hay planes de boda con su actual novia, la española Penélope Cruz: "Estoy enamorado de Penélope y lo pasamos muy bien juntos. Ella es una persona hermosa, pero en términos de casamiento no hay planes para el futuro", dijo Cruise al diario británico The Mirror.
- Quienes no sólo no se casan sino que acaban de romper son Drew Barrymore y su rockero novio Fabrizio Moretti, batería del grupo The Strokes. Después de 18 meses de relación, dicen que se han dado un respiro para replantearse las cosas. Sus estilos de vida no parecen ser muy compatibles. Decididamente, no tiene suerte con los hombres la protagonista de "Los ángeles de Charlie", de 28 años, cuyas dos bodas solo duraron unos meses.
- © Redacción-NOTICINE.com
Tarantino y "Kill Bill", el regreso más esperado, ya en los mercados latinos
25-XI-03
Tras una ausencia larga -sobre todo para sus admiradores- Quentin Tarantino está de regreso con "Kill Bill", que se estrenó finalmente dividida en dos entregas. El pasado fin de semana ya se vió en Colombia y Venezuela y éste en Argentina y México, y finalmente participará -a pesar del previo desmentido- en el Festival de Sitges. Este es el año Tarantino. Aunque también existan el tercer capitulo de "Matrix" y el desenlace de "El señor de los anillos", todos sabemos que 2003 le pertenece a un director y guionista que apenas tiene cuarenta años, nació un 27 de marzo en la ciudad de Knoxville, Tennesse, hijo de un actor de teatro italiano, Tony y una mujer con raíces cherokees e irlandesas, Connie, el personaje de la vida real con mayor influencia en todos sus actos cotidianos. En cuanto a los personajes de ficción, decisivos en su vida y su carrera, hay que tomarlos de miles y miles de películas devoradas durante todos estos años, en sesiones que podian durar varios días, sin bañarse ni comer ni dormir ni aburrirse, en cuartos llenos de ratas y cucarachas o en suites de elegantes hoteles de Los Angeles, la Riviera o Londres.
Este es el año Tarantino porque su cuarta película (antes hizo "Reservoir Dogs", 1992; "Pulp Fiction", 1994 y "Jackie Brown", 1997), la historia de una muchacha que atraviesa el mar para vengarse de quienes la dejaron por muerta, embarazada, el día de su boda en una pequeña capilla, la primera parte de una saga titulada "Kill Bill" ha ocasionado los más encendidos, apasionados, encontrados y virulentos comentarios entre críticos y espectadores, golpeados por la dosis de sangre, violencia, cabezas cortadas y cuerpos mutilados con una espada de samurai que, en ocasiones, refleja los ojos azules y fríos de la protagonista, Uma Thurman, a quien todos llaman "La Novia".
En la historia del cine universal, Tarantino no se parece a nadie. O mejor, se parece a todas las peliculas que ha devorado en su vida, de las cuales, ha tomado sin pudor y sin negarlo, lo que más le gusta para contar sus historias que millones de fanáticos en todos los idiomas diseccionan, miran, repiten, analizan, vuelven a mirar, memorizan, mientras descubren los trazos de maestros como Jean-Luc Godard, Sam Peckinpah, Stanley Kubrick, las películas de artes marciales, los vaqueros italianos de Sergio Leone y Sergio Corbucci, la elegancia perversa de Brian de Palma, los monstruos de John Carpenter, los excesos de Jamaa Fanakalos enamorados de Douglas Sirk, las historias chinas y japonesas de Kung-Fu, los héroes de John Woo y centenares de directores en todos los idiomas y épocas.
Tarantino no se parece a los demás directores, ni siquiera a los maestros. Bautizado Quentin en homenaje a un personaje de William Faulkner en "El sonido y la furia" y otro de la serie "Gunsmoke" interpretado por un principiante, Burt Reynolds, es tímido, detesta las reuniones de más de tres personas, loco por las hamburguesas y la comida-basura, desagradecido (ha perdido a sus mejores amigos a medida que se hacía más famoso, y con algunos de ellos ha sostenido pleitos judiciales por los derechos de algunos guiones), desaseado, capaz de dormir en medio de cucarachas y ratas, y pasar hasta una semana sin bañarse ni cambiarse de ropa (en Europa esa característica se convirtió en atractivo sexual para las mujeres), desconfiado, apegado a la madre y los objetos que guarda hasta lo insoportable (su colección de discos y cintas de video es una de las más grandes y valiosas de Hollywood), obsesionado con sus propias ideas, rencoroso (sus enemistades son eternas y la más célebre, con Oliver Stone por el guión de "Asesinos natos", es legendaria), para millones de espectadores cambió el lenguaje del cine de Hollywood, abrió la puerta a todos los experimentos, demostró que una narración no tenía que ser lineal, ni la cámara amarrada a un trípode, que los guiones podian ser reescritos varias veces y los diálogos tenían que nacer del rodaje diario.
Vietnam, la música de Woodstock, los hippies, las manifestaciones en que se quemaban banderas de Estados Unidos, los muñecos vestidos de soldados, las películas de terror a los seis años, Bob Dylan y Joan Baez, alimentaron la infancia de un niño que demostraba su amor por un perro llamado Barón, golpeando su cabeza contra las piedras. Golpes que la abuela le devuelve durante varios meses mientras vive en su casa.
A los 18 años se enamora a lo lejos de Tatum 0¨Neal, trabaja de portero nocturno en un cine porno mientras intenta estudiar actuación en el día, conoce a uno de sus actores-fetiches, Harvey Keitel en la película "La Frontera", se muda a una habitación infecta y pequeña junto a la cabecera de la pista principal del aeropuerto de Los Angeles, trabaja como cazador de talentos para una agencia del espacio y toma la decisión que cambia su vida para siempre: entra a Video Archives, una tienda que gracias a él y otro dependiente, Roger Avary, futuro guionista y director, se convierte en cita obligada de los cinéfilos de Hollywood y Los Angeles.
Contradiciendo la frase de Francois Truffaut, desde pequeño, cuando le preguntaban qué quería ser cuando grande, siempre respondía: director de cine. Eso lo comprobó mientras vendía y alquilaba videos, sostenía largas sesiones y sobre todo, descubría el cine de la Nueva Ola Francesa, especialmente las películas de Godard en quien siempre se ha inspirado para el lenguaje y la apariencia de sus películas. Su empresa, "A Band Apart" se llama como una de las películas del francés. Escribió y dirigió una película de 65 minutos, "My best friend´s birthday" durante tres años, con ideas y diálogos, como siempre, de otras peliculas, perdió 5.000 dólares y el último rollo. Intenta hacer "True Romance" y fracasa, deja el trabajo de los videos, se muda a una de las peores zonas de Los Angeles, es detenido en el otoño de 1989 porque debe más de 7.000 dólares en multas de tránsito. La madre se niega a pagar la fianza, es encerrado entre negros y mexicanos que quieren violarle y nace la idea para "Asesinos natos" (Natural born killers).
Aparece en un episodio de TV, imitando a Elvis, vende su primer guiòn con la historia de los vampiros que despuès sería dirigida por Robert Rodríguez, por 1.500 dólares y cuando se acaba el dinero, con Roger Avary, desempleados, tienen que hacer el peor de los oficios: recoger excrementos de perros en las calles. Conoce a Rudy Ray Moore, el padre de los actuales raperos. Recoge canciones suyas en los diálogos de sus películas. La música, especialmente de los setenta, es clave en el cine de Tarantino, tanto, que muchas veces escoge primero la canción y luego escribe la escena.
Entonces comienza la leyenda de "Reservoir Dogs", una historia que le daba vueltas desde hacía muchos años, hasta cuando una amiga lo invitó a ver "Au revoir les enfants" de Louis Malle. Y le hizo una broma y nació el título. Descubre "Intruder" del director Lawrence Bender quien se convertiría en su productor, amigo y cómplice del alma y lo animaría a escribir ese guión que es uno de los mitos del cine independiente de Hollywood, durante tres semanas, con dialogos brillantes que sus fanáticos recitamos a cada momento, como éste: "Como me mates a tiros en un sueño tuyo, más te vale despertar y pedir disculpas".
Mientras, Tony Scott filma su primer guión, "True Romance", en medio de ruidosas peleas. Solo recibe 50.000 dólares por su trabajo. Mientras el otro guión pasa de mano en mano, asustando a unos e impactando a otros, el productor Richard Gladstein contagiado por el director Monte Hellman acepta financiar "Reservoir Dogs".
Tarantino es invitado entonces a un taller de guiones en Sundance, lo mejor y lo peor para su carrera porque guionistas de varios países rechazaron la estructura subversiva, las escenas violentas, los personajes desgarrados y derrotados, hasta cuando uno de sus ídolos, Terry Gilliam, lo defendió y animó para que hiciera la película, en medio de las peores dificultades financieras pero con la satisfacción de convertirse, por fin a los 24 años en un director de cine verdadero. La película comenzó su larga carrera de festivales, comenzando con Sundance y Cannes donde Tarantino aprendió que la vida también podía componerse de sábanas limpias, platos de porcelana, vasos de vidrio y mujeres que no rechazaban su olor corporal.
En medio del escándalo de "Reservoir Dogs", homenaje al cine "negro" y suma de todas las obsesiones, fobias, descalabros y deudas sentimentales del director, Tarantino se embarcó en el proyecto "Pulp Fiction". Recibió casi un millón de dólares por el guión por parte de Miramax, se marchó a escribirlo en Amsterdam durante varios meses, regresó convertido en estrella, rescató a John Travolta del olvido, convirtió a Uma Thurman en su musa y filmó su obra maestra, hasta entonces, ganadora en Cannes, nominada a 7 Oscares (ganó al mejor guión compartido de mala gana con Roger Avary), premiada con el Globo de Oro y lanzada como la película definitiva de los noventa. En 1995 filmó uno de los cuatro episodios de "Four Rooms", después apareció en "Abierto hasta el amanecer" y filmó una estupenda comedia, "Jackie Brown" en 1997.
Entonces, se dedicó a escribir y prepararse para esta película tan perfecta, tan sangrienta, tan conmovedora, tan agresiva, tan experimental y al mismo tiempo tan clásica, tan feminista (las mujeres cortan cabezas y acaban con los hombres en medio de situaciones salvajes) cuya primera parte se exhibe ahora en casi todo el mundo, "Kill Bill", la historia de una venganza contada con elementos tomados de todas las películas de accion, barbarie, suspenso, dolor, venganza, acción, artes marciales, duelos y todos los elementos que el espectador quiera relacionar con una película en colores brillantes que comienza en blanco y negro, con el primer plano del rostro de Uma Thurman, la novia, ensangrentada, agonizante, con los ojos abiertos y fijos, mientras la voz suave de Nancy Sinatra interpreta un tema que, en esta ocasión, eriza a cualquiera, "Bang Bang (My Baby Shoot Me Down)", compuesto por Sonny Bonno. Contada en capítulos, rompiendo todas las reglas narrativas, con recursos que van desde las tiras cómicas, pasando por las películas de samurais y vaqueros, hasta llegar a lo más puro del cine de hampones, con diálogos y escenas cargados de humor negro (La Novia y su enemiga negra suspenden la carnicería a cuchillo cuando aparece la niña que llega del colegio), o escenarios delirantes (el duelo en medio de la nieve), o personajes extravagantes (la asesina disfrazada de enfermera con un parche en el ojo que lleva una cruz roja), hasta llegar a una pausa, hasta febrero o marzo de 2004, cuando estrene el capítulo 2 que finaliza en México.
Una anotación final. Cuando le preguntan a Tarantino por qué "Kill Bill 1" es tan sangrienta y violenta, mueve la cabeza y dice que no, que es más bien cómica y divertida. Si le piden una explicación, replica que la violencia siempre está llena de humor negro. Definitivamente, este es su año.
Tras una ausencia larga -sobre todo para sus admiradores- Quentin Tarantino está de regreso con "Kill Bill", que se estrenó finalmente dividida en dos entregas. El pasado fin de semana ya se vió en Colombia y Venezuela y éste en Argentina y México, y finalmente participará -a pesar del previo desmentido- en el Festival de Sitges. Este es el año Tarantino. Aunque también existan el tercer capitulo de "Matrix" y el desenlace de "El señor de los anillos", todos sabemos que 2003 le pertenece a un director y guionista que apenas tiene cuarenta años, nació un 27 de marzo en la ciudad de Knoxville, Tennesse, hijo de un actor de teatro italiano, Tony y una mujer con raíces cherokees e irlandesas, Connie, el personaje de la vida real con mayor influencia en todos sus actos cotidianos. En cuanto a los personajes de ficción, decisivos en su vida y su carrera, hay que tomarlos de miles y miles de películas devoradas durante todos estos años, en sesiones que podian durar varios días, sin bañarse ni comer ni dormir ni aburrirse, en cuartos llenos de ratas y cucarachas o en suites de elegantes hoteles de Los Angeles, la Riviera o Londres.
Este es el año Tarantino porque su cuarta película (antes hizo "Reservoir Dogs", 1992; "Pulp Fiction", 1994 y "Jackie Brown", 1997), la historia de una muchacha que atraviesa el mar para vengarse de quienes la dejaron por muerta, embarazada, el día de su boda en una pequeña capilla, la primera parte de una saga titulada "Kill Bill" ha ocasionado los más encendidos, apasionados, encontrados y virulentos comentarios entre críticos y espectadores, golpeados por la dosis de sangre, violencia, cabezas cortadas y cuerpos mutilados con una espada de samurai que, en ocasiones, refleja los ojos azules y fríos de la protagonista, Uma Thurman, a quien todos llaman "La Novia".
En la historia del cine universal, Tarantino no se parece a nadie. O mejor, se parece a todas las peliculas que ha devorado en su vida, de las cuales, ha tomado sin pudor y sin negarlo, lo que más le gusta para contar sus historias que millones de fanáticos en todos los idiomas diseccionan, miran, repiten, analizan, vuelven a mirar, memorizan, mientras descubren los trazos de maestros como Jean-Luc Godard, Sam Peckinpah, Stanley Kubrick, las películas de artes marciales, los vaqueros italianos de Sergio Leone y Sergio Corbucci, la elegancia perversa de Brian de Palma, los monstruos de John Carpenter, los excesos de Jamaa Fanakalos enamorados de Douglas Sirk, las historias chinas y japonesas de Kung-Fu, los héroes de John Woo y centenares de directores en todos los idiomas y épocas.
Tarantino no se parece a los demás directores, ni siquiera a los maestros. Bautizado Quentin en homenaje a un personaje de William Faulkner en "El sonido y la furia" y otro de la serie "Gunsmoke" interpretado por un principiante, Burt Reynolds, es tímido, detesta las reuniones de más de tres personas, loco por las hamburguesas y la comida-basura, desagradecido (ha perdido a sus mejores amigos a medida que se hacía más famoso, y con algunos de ellos ha sostenido pleitos judiciales por los derechos de algunos guiones), desaseado, capaz de dormir en medio de cucarachas y ratas, y pasar hasta una semana sin bañarse ni cambiarse de ropa (en Europa esa característica se convirtió en atractivo sexual para las mujeres), desconfiado, apegado a la madre y los objetos que guarda hasta lo insoportable (su colección de discos y cintas de video es una de las más grandes y valiosas de Hollywood), obsesionado con sus propias ideas, rencoroso (sus enemistades son eternas y la más célebre, con Oliver Stone por el guión de "Asesinos natos", es legendaria), para millones de espectadores cambió el lenguaje del cine de Hollywood, abrió la puerta a todos los experimentos, demostró que una narración no tenía que ser lineal, ni la cámara amarrada a un trípode, que los guiones podian ser reescritos varias veces y los diálogos tenían que nacer del rodaje diario.
Vietnam, la música de Woodstock, los hippies, las manifestaciones en que se quemaban banderas de Estados Unidos, los muñecos vestidos de soldados, las películas de terror a los seis años, Bob Dylan y Joan Baez, alimentaron la infancia de un niño que demostraba su amor por un perro llamado Barón, golpeando su cabeza contra las piedras. Golpes que la abuela le devuelve durante varios meses mientras vive en su casa.
A los 18 años se enamora a lo lejos de Tatum 0¨Neal, trabaja de portero nocturno en un cine porno mientras intenta estudiar actuación en el día, conoce a uno de sus actores-fetiches, Harvey Keitel en la película "La Frontera", se muda a una habitación infecta y pequeña junto a la cabecera de la pista principal del aeropuerto de Los Angeles, trabaja como cazador de talentos para una agencia del espacio y toma la decisión que cambia su vida para siempre: entra a Video Archives, una tienda que gracias a él y otro dependiente, Roger Avary, futuro guionista y director, se convierte en cita obligada de los cinéfilos de Hollywood y Los Angeles.
Contradiciendo la frase de Francois Truffaut, desde pequeño, cuando le preguntaban qué quería ser cuando grande, siempre respondía: director de cine. Eso lo comprobó mientras vendía y alquilaba videos, sostenía largas sesiones y sobre todo, descubría el cine de la Nueva Ola Francesa, especialmente las películas de Godard en quien siempre se ha inspirado para el lenguaje y la apariencia de sus películas. Su empresa, "A Band Apart" se llama como una de las películas del francés. Escribió y dirigió una película de 65 minutos, "My best friend´s birthday" durante tres años, con ideas y diálogos, como siempre, de otras peliculas, perdió 5.000 dólares y el último rollo. Intenta hacer "True Romance" y fracasa, deja el trabajo de los videos, se muda a una de las peores zonas de Los Angeles, es detenido en el otoño de 1989 porque debe más de 7.000 dólares en multas de tránsito. La madre se niega a pagar la fianza, es encerrado entre negros y mexicanos que quieren violarle y nace la idea para "Asesinos natos" (Natural born killers).
Aparece en un episodio de TV, imitando a Elvis, vende su primer guiòn con la historia de los vampiros que despuès sería dirigida por Robert Rodríguez, por 1.500 dólares y cuando se acaba el dinero, con Roger Avary, desempleados, tienen que hacer el peor de los oficios: recoger excrementos de perros en las calles. Conoce a Rudy Ray Moore, el padre de los actuales raperos. Recoge canciones suyas en los diálogos de sus películas. La música, especialmente de los setenta, es clave en el cine de Tarantino, tanto, que muchas veces escoge primero la canción y luego escribe la escena.
Entonces comienza la leyenda de "Reservoir Dogs", una historia que le daba vueltas desde hacía muchos años, hasta cuando una amiga lo invitó a ver "Au revoir les enfants" de Louis Malle. Y le hizo una broma y nació el título. Descubre "Intruder" del director Lawrence Bender quien se convertiría en su productor, amigo y cómplice del alma y lo animaría a escribir ese guión que es uno de los mitos del cine independiente de Hollywood, durante tres semanas, con dialogos brillantes que sus fanáticos recitamos a cada momento, como éste: "Como me mates a tiros en un sueño tuyo, más te vale despertar y pedir disculpas".
Mientras, Tony Scott filma su primer guión, "True Romance", en medio de ruidosas peleas. Solo recibe 50.000 dólares por su trabajo. Mientras el otro guión pasa de mano en mano, asustando a unos e impactando a otros, el productor Richard Gladstein contagiado por el director Monte Hellman acepta financiar "Reservoir Dogs".
Tarantino es invitado entonces a un taller de guiones en Sundance, lo mejor y lo peor para su carrera porque guionistas de varios países rechazaron la estructura subversiva, las escenas violentas, los personajes desgarrados y derrotados, hasta cuando uno de sus ídolos, Terry Gilliam, lo defendió y animó para que hiciera la película, en medio de las peores dificultades financieras pero con la satisfacción de convertirse, por fin a los 24 años en un director de cine verdadero. La película comenzó su larga carrera de festivales, comenzando con Sundance y Cannes donde Tarantino aprendió que la vida también podía componerse de sábanas limpias, platos de porcelana, vasos de vidrio y mujeres que no rechazaban su olor corporal.
En medio del escándalo de "Reservoir Dogs", homenaje al cine "negro" y suma de todas las obsesiones, fobias, descalabros y deudas sentimentales del director, Tarantino se embarcó en el proyecto "Pulp Fiction". Recibió casi un millón de dólares por el guión por parte de Miramax, se marchó a escribirlo en Amsterdam durante varios meses, regresó convertido en estrella, rescató a John Travolta del olvido, convirtió a Uma Thurman en su musa y filmó su obra maestra, hasta entonces, ganadora en Cannes, nominada a 7 Oscares (ganó al mejor guión compartido de mala gana con Roger Avary), premiada con el Globo de Oro y lanzada como la película definitiva de los noventa. En 1995 filmó uno de los cuatro episodios de "Four Rooms", después apareció en "Abierto hasta el amanecer" y filmó una estupenda comedia, "Jackie Brown" en 1997.
Entonces, se dedicó a escribir y prepararse para esta película tan perfecta, tan sangrienta, tan conmovedora, tan agresiva, tan experimental y al mismo tiempo tan clásica, tan feminista (las mujeres cortan cabezas y acaban con los hombres en medio de situaciones salvajes) cuya primera parte se exhibe ahora en casi todo el mundo, "Kill Bill", la historia de una venganza contada con elementos tomados de todas las películas de accion, barbarie, suspenso, dolor, venganza, acción, artes marciales, duelos y todos los elementos que el espectador quiera relacionar con una película en colores brillantes que comienza en blanco y negro, con el primer plano del rostro de Uma Thurman, la novia, ensangrentada, agonizante, con los ojos abiertos y fijos, mientras la voz suave de Nancy Sinatra interpreta un tema que, en esta ocasión, eriza a cualquiera, "Bang Bang (My Baby Shoot Me Down)", compuesto por Sonny Bonno. Contada en capítulos, rompiendo todas las reglas narrativas, con recursos que van desde las tiras cómicas, pasando por las películas de samurais y vaqueros, hasta llegar a lo más puro del cine de hampones, con diálogos y escenas cargados de humor negro (La Novia y su enemiga negra suspenden la carnicería a cuchillo cuando aparece la niña que llega del colegio), o escenarios delirantes (el duelo en medio de la nieve), o personajes extravagantes (la asesina disfrazada de enfermera con un parche en el ojo que lleva una cruz roja), hasta llegar a una pausa, hasta febrero o marzo de 2004, cuando estrene el capítulo 2 que finaliza en México.
Una anotación final. Cuando le preguntan a Tarantino por qué "Kill Bill 1" es tan sangrienta y violenta, mueve la cabeza y dice que no, que es más bien cómica y divertida. Si le piden una explicación, replica que la violencia siempre está llena de humor negro. Definitivamente, este es su año.
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