Crónicas
Colaboración: Trump Cola, por favor
Por Sergio Berrocal
He aprovechado una enajenante cena navideña de confusión de colores y sabores para atracar a un joven camarero y pedirle que me sirviera una Trump Cola light, por favor. El mozo ni parpadeó: "Lo siento, no tenemos más que Pepsi" en un alarde de olvido de la historia más reciente que ha llegado hasta estos últimos bastiones cristianos del sur de Europa.
He aprovechado una enajenante cena navideña de confusión de colores y sabores para atracar a un joven camarero y pedirle que me sirviera una Trump Cola light, por favor. El mozo ni parpadeó: "Lo siento, no tenemos más que Pepsi" en un alarde de olvido de la historia más reciente que ha llegado hasta estos últimos bastiones cristianos del sur de Europa.
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Colaboración: Siempre nos quedará Zurich
Por Sergio Berrocal
Hace ya trece años, once meses y un sinfín de días que no se juntan en semanas o quincenas, que tenía la sensación de estar raro. Iba y venía y a hora fija se ponía delante del teclado de su ordenador con el que componía letras, palabras, frases y así hasta pequeñas o largas historias que luego mandaba leer a través del mundo al que él ya no pertenecía.
Hace ya trece años, once meses y un sinfín de días que no se juntan en semanas o quincenas, que tenía la sensación de estar raro. Iba y venía y a hora fija se ponía delante del teclado de su ordenador con el que componía letras, palabras, frases y así hasta pequeñas o largas historias que luego mandaba leer a través del mundo al que él ya no pertenecía.
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Colaboración: Michèle Morgan, la voz del amor
Por Sergio Berrocal
"T’as des beaux yeux, tu sais…" (Tienes ojos bonitos, sabes...), se lo decía Jean Gabin, monstruo del cine, de cuando para ser cineasta había que haber realizado por lo menos algo parecido a "Quai des Brumes". Se lo decía el normando de voz terrible a la frágil Michèle Morgan, estatua de la libertad de cuando el cine no estaba mandado por muñequitos de mazapán sin hornear.
"T’as des beaux yeux, tu sais…" (Tienes ojos bonitos, sabes...), se lo decía Jean Gabin, monstruo del cine, de cuando para ser cineasta había que haber realizado por lo menos algo parecido a "Quai des Brumes". Se lo decía el normando de voz terrible a la frágil Michèle Morgan, estatua de la libertad de cuando el cine no estaba mandado por muñequitos de mazapán sin hornear.
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Murió Zsa Zsa Gabor, precursora de las actuales "socialites"
Mucho antes de las Kardashians o que Paris Hilton (por cierto descendiente suya), la actriz de origen húngaro Zsa Zsa Gabor, protagonista de películas como "Moulin Rouge", de John Huston o "Sed de mal / Sombras del mal / Touch of Evil", de Orson Welles, falleció este domingo 18 de diciembre en Los Angeles a los 99 años. Fue una de las primeras artistas en ganarse el término de "celebridad" o "socialite", tras haber saltado a la fama por sus películas pero, sobre todo, por sus escándalos, su actividad social y sus nueve maridos.
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Colaboración: Cenicienta en la Casa Blanca
Por Sergio Berrocal
Hemos demonizado tanto al nuevo Presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, que hacedores de opinión destrozaron por su elección sorpresiva, se están rompiendo el esternón de tanto golpe en el pecho en busca de un mea culpa eficaz. La mañana de su elección, en Europa infinitos pensadores y escribidores dijimos que era horrendo, que dónde estaba Hillary, que por qué había dejado la presidencia en manos del otro. Y concluíamos unos y otros que el Anticristo había llegado a la Tierra.
Hemos demonizado tanto al nuevo Presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, que hacedores de opinión destrozaron por su elección sorpresiva, se están rompiendo el esternón de tanto golpe en el pecho en busca de un mea culpa eficaz. La mañana de su elección, en Europa infinitos pensadores y escribidores dijimos que era horrendo, que dónde estaba Hillary, que por qué había dejado la presidencia en manos del otro. Y concluíamos unos y otros que el Anticristo había llegado a la Tierra.
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