Crónicas
COLABORACIÓN: El Oscar, "Brokeback Mountain" y la homofobia
7-III-06
Por Frank Padrón
Una vez más, el Oscar es fiel a sí mismo. Parecía que sí, que se abría a los nuevos tiempos, que las reivindicaciones a los sujetos alternativos desde los 90 entronizadas con fuerza en el cine no les eran ajenas, que finalmente el compromiso era con el vuelo estético, con las indagaciones en lo humano y por tanto a nadie ajeno más allá de las tendencias eróticas y los grupos sexuales y que la calidad iba a ser, finalmente, el rasero único que mediría los films en competencia y por tanto las premiaciones.
Ay, ingenuos los que así pensamos en algún momento: una vez más el Oscar se esconde detrás de su inderrotable montaña de prejuicios, de su ancestral miedo a todo lo que huela a innovación, a vanguardia y oxígeno en las ideas, y concretamente a su tradicional homofobia. La actitud de ese dueño de una cadena de cines, presidente de alguna liga de Preservación familiar o algo así, que hace poco prohibió en sus férreos dominios la exhibición comercial de "Brokeback Mountain / Secreto en la montaña", indudablemente contagió, al fin y al cabo, a los señores académicos, muchos de ellos tan metiditos en el clóset como cualquiera de los vaqueros que no se atrevió salir como sí lo hicieron Ennis del Mar y Jack, los amantes de la historia de marras.
Lo cierto es que se le escamoteó el Oscar a la mejor película, de la manera más impúdica e irracional, a la cinta que a todas luces lo merecía. Esto dista mucho de ser un criterio personal. Todos los años hay inconformidades y reservas con los fallos, pero lo de esta vez rebasa los planos de la subjetividad para instalarse en los linderos de la lógica. Digamos, ¿cómo es posible que una cinta que gane los lauros de mejor dirección y mejor guión adaptado (como afortunadamente obtuvo la cinta de Ang Lee) no sea por simple ecuación la mejor película?, ¿qué otros elementos se miden entonces para extender tal voto, cuáles pueden pesar más que esos, los fundamentales dentro de una puesta en pantalla?
Por otra parte, ninguna otra cinta este año protagonizó tal fenómeno de recepción como la aludida, ninguna logró ese dinamismo en el intercambio de ideas, ninguna se elevó tanto sobre el nivel de la simple aprehensión de sus códigos como ésta, ninguna apeló tanto a la sensibilidad de diversos tipos de espectadores, y ninguna, sobre todo, molestó tanto a los intolerantes de siempre, ninguna prohibió como ésta y de modo absoluto, la indiferencia, y ninguna cantó tanto al amor como esta a la que, descaradamente, se le arrebató el indiscutible Oscar a la mejor película del año.
"Brokeback Mountain" se convirtió en pocos meses, a partir de su estreno, en un suceso más que fílmico o artístico, sociológico: por su quiebra de tabúes, por su nuevo enfoque del amor homosexual (al proponerlo incluso entre presuntos heterosexuales, por su batida iconoclasta contra un bastión de la apariencia, la doble moral y la declaración tácita de la masculinidad cerrada, mal entendida y falsamente única como el western norteamericano), por la belleza con que recrea el contexto de esa relación, por su visión de los otros sobre los, de pronto, diferentes aún cuando no declararan ni proclamaran su diferencia, por su cuidadosa combinación de recursos técnico-expresivos en función de un discurso libre, sin ataduras a guetos ni a tendencias de tipo alguno: su única toma de partido fue por los sentimientos, por el amor puro y grande, valga la redundancia, entre cualquiera que lo sienta.
Pedirle a tanta gente que lamentablemente se erige como juez del más famoso y controvertido de los premios fílmicos que compartiera esto, sería pedirle peras al olmo; prefirieron extender su inapelable cetro a favor de una película sobre prejuicios raciales (en definitiva, menos escandalosos, más tolerables) como "Crash / Vidas cruzadas", cinta desigual, predecible y lacrimosa que ya había cargado con el único premio que en justicia merecía: el de edición.
Sin embargo, no importa. Afortunadamente, el Oscar es sólo un premio, cierto que, como decía, el más célebre en el mundo del cine, pero premio al fin implica el imperfecto, comprometido y muchas veces deshonesto juicio humano. Como el tiempo es quien decide el valor de las obras artísticas todas, "Brokeback Mountain" quedará, desde ya, como una indudable contribución al entendimiento del corazón humano (ese que tiene razones que la razón no entiende), como un voto sólido e importante y una batalla ganada en la lucha contra las discriminaciones, los preconceptos y las intolerancias, como un canto al amor homosexual que desde los griegos antiguos, no se entonaba con tanta dulzura, tanta pasión y tanta poesía, y por tanto, simplemente, como una de las antífonas al amor, cierto que devenida al final endecha, más allá del hombre o la mujer que lo sienta.
El aplauso casi unánime de los más diversos públicos y críticas del mundo entero es sin dudas, el mejor premio, y cuando el Oscar de este año sea sólo un número más en las estadísticas que habrá que buscar en Internet porque nadie lo recuerde, la película de los vaqueros que se amaron en medio de las ovejas de todo tipo, indiferentes o incapaces de entender, quedará incólume, como un monumento a esa fuerza de la naturaleza, incontrolable, que nadie puede coartar ni apagar, ni siquiera, por supuesto que no, la miopía o el miedo de los señores académicos de Hollywood.
Por Frank Padrón
Una vez más, el Oscar es fiel a sí mismo. Parecía que sí, que se abría a los nuevos tiempos, que las reivindicaciones a los sujetos alternativos desde los 90 entronizadas con fuerza en el cine no les eran ajenas, que finalmente el compromiso era con el vuelo estético, con las indagaciones en lo humano y por tanto a nadie ajeno más allá de las tendencias eróticas y los grupos sexuales y que la calidad iba a ser, finalmente, el rasero único que mediría los films en competencia y por tanto las premiaciones.
Ay, ingenuos los que así pensamos en algún momento: una vez más el Oscar se esconde detrás de su inderrotable montaña de prejuicios, de su ancestral miedo a todo lo que huela a innovación, a vanguardia y oxígeno en las ideas, y concretamente a su tradicional homofobia. La actitud de ese dueño de una cadena de cines, presidente de alguna liga de Preservación familiar o algo así, que hace poco prohibió en sus férreos dominios la exhibición comercial de "Brokeback Mountain / Secreto en la montaña", indudablemente contagió, al fin y al cabo, a los señores académicos, muchos de ellos tan metiditos en el clóset como cualquiera de los vaqueros que no se atrevió salir como sí lo hicieron Ennis del Mar y Jack, los amantes de la historia de marras.
Lo cierto es que se le escamoteó el Oscar a la mejor película, de la manera más impúdica e irracional, a la cinta que a todas luces lo merecía. Esto dista mucho de ser un criterio personal. Todos los años hay inconformidades y reservas con los fallos, pero lo de esta vez rebasa los planos de la subjetividad para instalarse en los linderos de la lógica. Digamos, ¿cómo es posible que una cinta que gane los lauros de mejor dirección y mejor guión adaptado (como afortunadamente obtuvo la cinta de Ang Lee) no sea por simple ecuación la mejor película?, ¿qué otros elementos se miden entonces para extender tal voto, cuáles pueden pesar más que esos, los fundamentales dentro de una puesta en pantalla?
Por otra parte, ninguna otra cinta este año protagonizó tal fenómeno de recepción como la aludida, ninguna logró ese dinamismo en el intercambio de ideas, ninguna se elevó tanto sobre el nivel de la simple aprehensión de sus códigos como ésta, ninguna apeló tanto a la sensibilidad de diversos tipos de espectadores, y ninguna, sobre todo, molestó tanto a los intolerantes de siempre, ninguna prohibió como ésta y de modo absoluto, la indiferencia, y ninguna cantó tanto al amor como esta a la que, descaradamente, se le arrebató el indiscutible Oscar a la mejor película del año.
"Brokeback Mountain" se convirtió en pocos meses, a partir de su estreno, en un suceso más que fílmico o artístico, sociológico: por su quiebra de tabúes, por su nuevo enfoque del amor homosexual (al proponerlo incluso entre presuntos heterosexuales, por su batida iconoclasta contra un bastión de la apariencia, la doble moral y la declaración tácita de la masculinidad cerrada, mal entendida y falsamente única como el western norteamericano), por la belleza con que recrea el contexto de esa relación, por su visión de los otros sobre los, de pronto, diferentes aún cuando no declararan ni proclamaran su diferencia, por su cuidadosa combinación de recursos técnico-expresivos en función de un discurso libre, sin ataduras a guetos ni a tendencias de tipo alguno: su única toma de partido fue por los sentimientos, por el amor puro y grande, valga la redundancia, entre cualquiera que lo sienta.
Pedirle a tanta gente que lamentablemente se erige como juez del más famoso y controvertido de los premios fílmicos que compartiera esto, sería pedirle peras al olmo; prefirieron extender su inapelable cetro a favor de una película sobre prejuicios raciales (en definitiva, menos escandalosos, más tolerables) como "Crash / Vidas cruzadas", cinta desigual, predecible y lacrimosa que ya había cargado con el único premio que en justicia merecía: el de edición.
Sin embargo, no importa. Afortunadamente, el Oscar es sólo un premio, cierto que, como decía, el más célebre en el mundo del cine, pero premio al fin implica el imperfecto, comprometido y muchas veces deshonesto juicio humano. Como el tiempo es quien decide el valor de las obras artísticas todas, "Brokeback Mountain" quedará, desde ya, como una indudable contribución al entendimiento del corazón humano (ese que tiene razones que la razón no entiende), como un voto sólido e importante y una batalla ganada en la lucha contra las discriminaciones, los preconceptos y las intolerancias, como un canto al amor homosexual que desde los griegos antiguos, no se entonaba con tanta dulzura, tanta pasión y tanta poesía, y por tanto, simplemente, como una de las antífonas al amor, cierto que devenida al final endecha, más allá del hombre o la mujer que lo sienta.
El aplauso casi unánime de los más diversos públicos y críticas del mundo entero es sin dudas, el mejor premio, y cuando el Oscar de este año sea sólo un número más en las estadísticas que habrá que buscar en Internet porque nadie lo recuerde, la película de los vaqueros que se amaron en medio de las ovejas de todo tipo, indiferentes o incapaces de entender, quedará incólume, como un monumento a esa fuerza de la naturaleza, incontrolable, que nadie puede coartar ni apagar, ni siquiera, por supuesto que no, la miopía o el miedo de los señores académicos de Hollywood.
- © NOTICINE.com
Luego de Truman Capote, Hoffman se decanta por el drama familiar
7-III-06
Ahora que todos los ojos están puestos en él, tras consagrarse como el mejor actor del 2005 por "Truman Capote", los proyectos que involucran a Philip Seymour Hoffman crecen en interés, y el más reciente de ellos es un drama intimista, donde compartirá créditos con una actriz que también merece mayor atención, Laura Linney.
Hoffman y Linney protagonizarán "The Savages", un drama familiar donde serán dos hermanos que se ven obligados a cuidar de su padre. Esto lleva a que se surjan las heridas del pasado que no terminaron de cicatrizar, enfrentándose al recuerdo de una infancia abusiva y a lo que ello provocó en sus vidas.
La guionista y directora de esta cinta que comenzará a rodarse el mes próximo es Tamara Jenkins, quien en 1998 tuvo un promisorio debut con "Suburbios de Beverly Hills", una comedia bastante diferente en tono a lo que se adelanta de este proyecto.
Próximamente, Hoffman podrá ser visto en "Misión imposible 3", mientras que la ocupadísima Linney tiene seis cintas pendientes de estreno o en proceso final de rodaje, a lo que se debe agregar para la región iberoamericana el lanzamiento de "Historias de familia" ("The Squid and The Whale").
Ahora que todos los ojos están puestos en él, tras consagrarse como el mejor actor del 2005 por "Truman Capote", los proyectos que involucran a Philip Seymour Hoffman crecen en interés, y el más reciente de ellos es un drama intimista, donde compartirá créditos con una actriz que también merece mayor atención, Laura Linney.
Hoffman y Linney protagonizarán "The Savages", un drama familiar donde serán dos hermanos que se ven obligados a cuidar de su padre. Esto lleva a que se surjan las heridas del pasado que no terminaron de cicatrizar, enfrentándose al recuerdo de una infancia abusiva y a lo que ello provocó en sus vidas.
La guionista y directora de esta cinta que comenzará a rodarse el mes próximo es Tamara Jenkins, quien en 1998 tuvo un promisorio debut con "Suburbios de Beverly Hills", una comedia bastante diferente en tono a lo que se adelanta de este proyecto.
Próximamente, Hoffman podrá ser visto en "Misión imposible 3", mientras que la ocupadísima Linney tiene seis cintas pendientes de estreno o en proceso final de rodaje, a lo que se debe agregar para la región iberoamericana el lanzamiento de "Historias de familia" ("The Squid and The Whale").
- © Redacción-NOTICINE.com
"Crash" sorprendió al coronarse como la mejor película en la noche del Oscar
6-III-06
La 78 edición de los Oscars estaba preparada para la consagración de "Brokeback Mountain", de Ang Lee, pero contra todo pronóstico, "Crash", de Paul Haggis, le arrebató el máximo galardón de mejor película, en lo que puede calificarse como una sorpresa, al igual que lo fue la estatuilla que consiguió el músico argentino Gustavo Santaolalla por la banda sonora de la historia de amor de los vaqueros, venciendo nada menos que a una leyenda como John Williams.
La temática sobre la cual giraba esta edición fue el glamour del Hollywood de antaño, algo que se transmitió desde los afiches promocionales del Oscar hasta esa marquesina que dominaba el escenario imitando a un viejo cine, donde se anunciaban a los presentadores, categorías y ganadores. Jon Stewart debutó correctamente en su papel de anfitrión de una gala en la cual, afortunadamente, sus organizadores optaron por dejar de lado la innovación del año pasado de otorgar premios en los pasillos del Kodak Theatre o con todos los candidatos en el escenario para aligerar la ceremonia.
Una estupenda Nicole Kidman fue la encargada de abrir el fuego de la entrega de premios al presentar el Oscar al mejor actor secundario, el cual recayó en George Clooney por ese agente envuelto en los tejes y manejes de las altas esferas corporativas y políticas de la industria del petróleo en "Syriana", quien con ironía dijo al ponerse frente al micrófono: "Parece que no voy a ganar el de director". En la rama femenina de este galardón triunfó la inglesa Rachel Weisz por su activista por los derechos humanos de "El jardinero fiel", debut en el cine en inglés del brasileño Fernando Meirelles.
Si las categorías de interpretaciones de reparto dejaban lugar para la incertidumbre, las de actuaciones principales, por el contrario, eran una certeza. Philip Seymour Hoffman recogió su premio de mejor actor por "Capote", quien agradeció especialmente a su madre por criar sola a sus cuatro hijos y convertir "sus pasiones en mis pasiones"; mientras que la mujer mejor paga de Hollywood, Reese Witherspoon, recogió el propio de mejor actriz por personificar a la cantante June Carter en "En la cuerda floja / Johnny y June", quien notoriamente conmocionada exclamó: "En mi vida me imaginé que estaría acá".
Varios talentos latinos optaban a los Oscars, pero solo Santaolalla salió victorioso. "Es como si yo viniera en mi Mini Cooper y John Williams apareciera en su Ferrari", así había graficado Santaolalla antes de la ceremonia la sensación de competir con toda una institución como Williams, autor de las partituras de cintas como "Star Wars", "Tiburón" o "E.T.", que aquí estaba doblemente nominado por "Munich" y "Memorias de una geisha", por la cual era el gran favorito. Este galardón fue el primero de la noche para "Brokeback Mountain", que se llevó otros dos correspondientes a mejor dirección y guión adaptado, convirtiéndose así en la cinta más distinguida de la noche junto a "Crash", "Memorias de una geisha" y "King Kong", todas con tres.
La coral "Crash", debut en la dirección de largometraje de Haggis, sorprendió a todos al erigirse como la mejor película del año 2005 para los miembros de la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas, ya que era seguro el triunfo del drama homosexual de Lee. En su lugar, los académicos seleccionaron un film con un reparto extenso -Sandra Bullock, Thandie Newton, Terrence Howard, Don Cheadle, Ryan Phillippe, Brendan Fraser, Jennifer Esposito...- que habla sobre el racismo en una gran metrópolis como Los Ángeles, donde el temor al extraño y al ser diferente provoca una colisión constante entre sus habitantes.
Por el momento, el Oscar decidió permanecer en el armario.
GANADORES DE LA 78 EDICIÓN DEL OSCAR
PELÍCULA
- "Crash" (Lions Gate).
DIRECCIÓN
- Ang Lee ("Brokeback Mountain / Secreto en la montaña").
ACTOR PROTAGONISTA
- Philip Seymour Hoffman ("Capote").
ACTRIZ PROTAGONISTA
- Reese Witherspoon ("En la cuerda floja / Johnny y June").
ACTOR DE REPARTO
- George Clooney ("Syriana").
ACTRIZ DE REPARTO
- Rachel Weisz ("El jardinero fiel").
GUIÓN ADAPTADO
- Larry McMurtry & Diana Ossana ("Brokeback Mountain / Secreto en la montaña").
GUIÓN ORIGINAL
- Paul Haggis y Bobby Moresco ("Crash").
PELICULA EXTRANJERA DE HABLA NO INGLESA
- "Tsotsi" (Suráfrica).
BANDA SONORA
- Gustavo Santaolalla ("Brokeback Mountain / Secreto en la montaña").
CANCIÓN
- "It’s Hard Out Here for a Pimp" ("Hustle & Flow").
DIRECCIÓN ARTÍSTICA
- John Myhre y Gretchen Rau ("Memorias de una Geisha").
DIRECCIÓN DE FOTOGRAFÍA
- Dion Beebe ("Memorias de una Geisha").
VESTUARIO
- Colleen Atwood ("Memorias de una Geisha").
MONTAJE
- Hughes Winborne ("Crash").
GRABACIÓN DE SONIDO
- Mike Hopkins y Ethan Van der Ryn ("King Kong").
MEZCLA DE SONIDO
- Christopher Boyes, Michael Semanick, Michael Hedges y Hammond Peek ("King Kong").
MAQUILLAJE
- Howard Berger y Tami Lane ("Las Crónicas de Narnia: El león, la bruja y el armario").
EFECTOS VISUALES
- Joe Letteri, Brian Van’t Hul, Christian Rivers y Richard Taylor ("King Kong").
LARGOMETRAJE DE ANIMACIÓN
- "Wallace y Gromit - La maldición de las verduras", de Nick Park y Steve Box.
LARGOMETRAJE DOCUMENTAL
- "El viaje del emperador", de Luc Jacquet e Yves Darondeau.
CORTO DOCUMENTAL
- "A Note of Triumph: The Golden Age of Norman Corwin", de Corinne Marrinan y Eric Simonson.
CORTO DE ANIMACIÓN
- "The Moon and the Son: An Imagined Conversation", de John Canemaker y Peggy Stern.
CORTO DE ACCIÓN REAL
- "Six Shooter", de Martin McDonagh.
OSCAR HONORÍFICO
Robert Altman
La 78 edición de los Oscars estaba preparada para la consagración de "Brokeback Mountain", de Ang Lee, pero contra todo pronóstico, "Crash", de Paul Haggis, le arrebató el máximo galardón de mejor película, en lo que puede calificarse como una sorpresa, al igual que lo fue la estatuilla que consiguió el músico argentino Gustavo Santaolalla por la banda sonora de la historia de amor de los vaqueros, venciendo nada menos que a una leyenda como John Williams.
La temática sobre la cual giraba esta edición fue el glamour del Hollywood de antaño, algo que se transmitió desde los afiches promocionales del Oscar hasta esa marquesina que dominaba el escenario imitando a un viejo cine, donde se anunciaban a los presentadores, categorías y ganadores. Jon Stewart debutó correctamente en su papel de anfitrión de una gala en la cual, afortunadamente, sus organizadores optaron por dejar de lado la innovación del año pasado de otorgar premios en los pasillos del Kodak Theatre o con todos los candidatos en el escenario para aligerar la ceremonia.
Una estupenda Nicole Kidman fue la encargada de abrir el fuego de la entrega de premios al presentar el Oscar al mejor actor secundario, el cual recayó en George Clooney por ese agente envuelto en los tejes y manejes de las altas esferas corporativas y políticas de la industria del petróleo en "Syriana", quien con ironía dijo al ponerse frente al micrófono: "Parece que no voy a ganar el de director". En la rama femenina de este galardón triunfó la inglesa Rachel Weisz por su activista por los derechos humanos de "El jardinero fiel", debut en el cine en inglés del brasileño Fernando Meirelles.
Si las categorías de interpretaciones de reparto dejaban lugar para la incertidumbre, las de actuaciones principales, por el contrario, eran una certeza. Philip Seymour Hoffman recogió su premio de mejor actor por "Capote", quien agradeció especialmente a su madre por criar sola a sus cuatro hijos y convertir "sus pasiones en mis pasiones"; mientras que la mujer mejor paga de Hollywood, Reese Witherspoon, recogió el propio de mejor actriz por personificar a la cantante June Carter en "En la cuerda floja / Johnny y June", quien notoriamente conmocionada exclamó: "En mi vida me imaginé que estaría acá".
Varios talentos latinos optaban a los Oscars, pero solo Santaolalla salió victorioso. "Es como si yo viniera en mi Mini Cooper y John Williams apareciera en su Ferrari", así había graficado Santaolalla antes de la ceremonia la sensación de competir con toda una institución como Williams, autor de las partituras de cintas como "Star Wars", "Tiburón" o "E.T.", que aquí estaba doblemente nominado por "Munich" y "Memorias de una geisha", por la cual era el gran favorito. Este galardón fue el primero de la noche para "Brokeback Mountain", que se llevó otros dos correspondientes a mejor dirección y guión adaptado, convirtiéndose así en la cinta más distinguida de la noche junto a "Crash", "Memorias de una geisha" y "King Kong", todas con tres.
La coral "Crash", debut en la dirección de largometraje de Haggis, sorprendió a todos al erigirse como la mejor película del año 2005 para los miembros de la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas, ya que era seguro el triunfo del drama homosexual de Lee. En su lugar, los académicos seleccionaron un film con un reparto extenso -Sandra Bullock, Thandie Newton, Terrence Howard, Don Cheadle, Ryan Phillippe, Brendan Fraser, Jennifer Esposito...- que habla sobre el racismo en una gran metrópolis como Los Ángeles, donde el temor al extraño y al ser diferente provoca una colisión constante entre sus habitantes.
Por el momento, el Oscar decidió permanecer en el armario.
GANADORES DE LA 78 EDICIÓN DEL OSCAR
PELÍCULA
- "Crash" (Lions Gate).
DIRECCIÓN
- Ang Lee ("Brokeback Mountain / Secreto en la montaña").
ACTOR PROTAGONISTA
- Philip Seymour Hoffman ("Capote").
ACTRIZ PROTAGONISTA
- Reese Witherspoon ("En la cuerda floja / Johnny y June").
ACTOR DE REPARTO
- George Clooney ("Syriana").
ACTRIZ DE REPARTO
- Rachel Weisz ("El jardinero fiel").
GUIÓN ADAPTADO
- Larry McMurtry & Diana Ossana ("Brokeback Mountain / Secreto en la montaña").
GUIÓN ORIGINAL
- Paul Haggis y Bobby Moresco ("Crash").
PELICULA EXTRANJERA DE HABLA NO INGLESA
- "Tsotsi" (Suráfrica).
BANDA SONORA
- Gustavo Santaolalla ("Brokeback Mountain / Secreto en la montaña").
CANCIÓN
- "It’s Hard Out Here for a Pimp" ("Hustle & Flow").
DIRECCIÓN ARTÍSTICA
- John Myhre y Gretchen Rau ("Memorias de una Geisha").
DIRECCIÓN DE FOTOGRAFÍA
- Dion Beebe ("Memorias de una Geisha").
VESTUARIO
- Colleen Atwood ("Memorias de una Geisha").
MONTAJE
- Hughes Winborne ("Crash").
GRABACIÓN DE SONIDO
- Mike Hopkins y Ethan Van der Ryn ("King Kong").
MEZCLA DE SONIDO
- Christopher Boyes, Michael Semanick, Michael Hedges y Hammond Peek ("King Kong").
MAQUILLAJE
- Howard Berger y Tami Lane ("Las Crónicas de Narnia: El león, la bruja y el armario").
EFECTOS VISUALES
- Joe Letteri, Brian Van’t Hul, Christian Rivers y Richard Taylor ("King Kong").
LARGOMETRAJE DE ANIMACIÓN
- "Wallace y Gromit - La maldición de las verduras", de Nick Park y Steve Box.
LARGOMETRAJE DOCUMENTAL
- "El viaje del emperador", de Luc Jacquet e Yves Darondeau.
CORTO DOCUMENTAL
- "A Note of Triumph: The Golden Age of Norman Corwin", de Corinne Marrinan y Eric Simonson.
CORTO DE ANIMACIÓN
- "The Moon and the Son: An Imagined Conversation", de John Canemaker y Peggy Stern.
CORTO DE ACCIÓN REAL
- "Six Shooter", de Martin McDonagh.
OSCAR HONORÍFICO
Robert Altman
- © Cynthia M. García-NOTICINE.com/Fotos:AP/Reuters
Colaboración: Oscars 2005, una lección de tolerancia en un año de suerte
6-III-06
Por Jon Apaolaza
La Academia norteamericana nos dio una sorpresa, una traca final de esas que a los espectadores de los fuegos artificiales deja boquiabiertos. "Crash / Vidas cruzadas" ganó el Oscar a mejor película, aparte del de guión original y montaje que de antemano sonaban cantados. Que "Brokeback Mountain-en terreno vedado / Secreto en la montaña" no lograra esa estatuilla a mejor film del año no desmerece sus aciertos, y ahí están las estatuillas a Ang Lee y sus guionistas para certificarlo. La carrera este año era quizás de las más disputadas en mucho tiempo, al coincidir varias grandes películas que van a quedar para el recuerdo, las dos ya citadas, además de "Capote", "Buenas noches, y buena suerte", "Syriana", "Orgullo y prejuicio"... 2005 nos regaló una gran cosecha, y los Oscars este año han dado buena fe de esa diversidad de propuestas coincidentes en la calidad.
Llama la atención que el palmarés que nos presenta esta edición de los galardones de la Academia norteamericana tiene en buena parte un elemento común: un mensaje crítico, de tolerancia, liberal... que contrasta poderosamente con una doctrina oficial norteamericana mucho más conservadora y egocéntrica. Hollywood, o mejor sus profesionales votantes, han apostado por desafiar al poder establecido, empezando por el de los grandes estudios, que esta vez tuvo que conformarse con los premios técnicos. Han dicho al mundo que ahí estan los homosexuales y los transexuales, que debemos cuidarnos de las multinacionales del petróleo o la farmacia, que la brecha de la xenofobia, del clasismo, de la intolerancia, convive cada día con nosotros, que la libertad de expresión es una joya que hay que pulir y defender cada día, que en cada hombre hay en potencia un demonio y un dios, que el talento no va parejo necesariamente con la bondad ...
De esta edición de los galardones de la Academia me quedo aparte de lo ya dicho con ese homenaje a parte de lo bueno que nos ha dado al resto del mundo la historia de Hollywood, ese reconocimiento a los talentos del pasado, al viejo cine en blanco y negro... A unas historias y personajes que forman parte de nuestra vida y esperemos que -a pesar de perniciosas políticas de las televisiones generalistas- no caigan en el olvido. El pasado está lleno de grandes películas que hay que transmitir a las nuevas generaciones como si de una herencia se tratase. Son un tesoro cultural, ético y estético. Sin conocerlas no se puede pretender disfrutar del cine.
En esta ocasión pienso que debemos felicitar a la Academia por mostrarnos un cara tan progresista, por llenar el escenario de razas, culturas, nacionalidades y sexos diversos, por una ceremonia razonablemente agil, abierta y nostálgica. 2005 no ha brillado por sus grandes producciones, sino por títulos medios o pequeños que además de ser ideológicamente atrevidos han tenido un fuerte impacto social. Ojalá no hayamos vivido un simple momento coyuntural y casual, sino que desde el gigante norteamericano nos sigan mostrando que haciendo cine, cuando quieren, es muy difícil superarles.
Por Jon Apaolaza
La Academia norteamericana nos dio una sorpresa, una traca final de esas que a los espectadores de los fuegos artificiales deja boquiabiertos. "Crash / Vidas cruzadas" ganó el Oscar a mejor película, aparte del de guión original y montaje que de antemano sonaban cantados. Que "Brokeback Mountain-en terreno vedado / Secreto en la montaña" no lograra esa estatuilla a mejor film del año no desmerece sus aciertos, y ahí están las estatuillas a Ang Lee y sus guionistas para certificarlo. La carrera este año era quizás de las más disputadas en mucho tiempo, al coincidir varias grandes películas que van a quedar para el recuerdo, las dos ya citadas, además de "Capote", "Buenas noches, y buena suerte", "Syriana", "Orgullo y prejuicio"... 2005 nos regaló una gran cosecha, y los Oscars este año han dado buena fe de esa diversidad de propuestas coincidentes en la calidad.
Llama la atención que el palmarés que nos presenta esta edición de los galardones de la Academia norteamericana tiene en buena parte un elemento común: un mensaje crítico, de tolerancia, liberal... que contrasta poderosamente con una doctrina oficial norteamericana mucho más conservadora y egocéntrica. Hollywood, o mejor sus profesionales votantes, han apostado por desafiar al poder establecido, empezando por el de los grandes estudios, que esta vez tuvo que conformarse con los premios técnicos. Han dicho al mundo que ahí estan los homosexuales y los transexuales, que debemos cuidarnos de las multinacionales del petróleo o la farmacia, que la brecha de la xenofobia, del clasismo, de la intolerancia, convive cada día con nosotros, que la libertad de expresión es una joya que hay que pulir y defender cada día, que en cada hombre hay en potencia un demonio y un dios, que el talento no va parejo necesariamente con la bondad ...
De esta edición de los galardones de la Academia me quedo aparte de lo ya dicho con ese homenaje a parte de lo bueno que nos ha dado al resto del mundo la historia de Hollywood, ese reconocimiento a los talentos del pasado, al viejo cine en blanco y negro... A unas historias y personajes que forman parte de nuestra vida y esperemos que -a pesar de perniciosas políticas de las televisiones generalistas- no caigan en el olvido. El pasado está lleno de grandes películas que hay que transmitir a las nuevas generaciones como si de una herencia se tratase. Son un tesoro cultural, ético y estético. Sin conocerlas no se puede pretender disfrutar del cine.
En esta ocasión pienso que debemos felicitar a la Academia por mostrarnos un cara tan progresista, por llenar el escenario de razas, culturas, nacionalidades y sexos diversos, por una ceremonia razonablemente agil, abierta y nostálgica. 2005 no ha brillado por sus grandes producciones, sino por títulos medios o pequeños que además de ser ideológicamente atrevidos han tenido un fuerte impacto social. Ojalá no hayamos vivido un simple momento coyuntural y casual, sino que desde el gigante norteamericano nos sigan mostrando que haciendo cine, cuando quieren, es muy difícil superarles.
- © NOTICINE.com / Fotos: AFP
La noche indie de "Brokeback Mountain"
6-III-06
Un día antes de la entrega de los premios de la Academia de las Artes y Ciencias Cnematográficas de Hollywood, tuvo lugar la ceremonia de los Independent Spirit Awards, galardones que premian a la actividad independiente de Estados Unidos, en la cual el premio máximo de mejor largometraje estuvo destinado a "Brokeback Mountain", de Ang Lee, a diferencia de los Oscars, que se inclinaron por la indie "Crash", de Paul Haggis.
"Brokeback Mountain", la celebrada historia de amor de dos vaqueros realizada por Lee, consiguió los premios de mejor película y dirección de los Independent Spirit Awards, premios que distinguen a aquellas producciones que se producen al margen de los grandes estudios de Hollywood, los cuales son votados por alrededor de 6.000 integrantes de la industria cinematográfica.
Como sucediera en toda ceremonia anglosajona a lo largo del año, Philip Seymour Hoffman ha vencido como mejor actor por su "Capote", película de Bennett Miller que además se llevó el Independent Spirit Award al mejor guión, perteneciente a Dan Futterman. Felicity Huffman fue la mejor actriz por su transexual de "Transamerica", cuyo director, Duncan Tucker, recibió el premio de mejor primer guión. La mejor opera prima resultó "Crash / Vidas cruzadas", de Paul Haggis, que también consiguió la distinción de mejor actor secundario para todo un veterano de Hollywood, Matt Dillon. Por su parte, Amy Adams, la revelación del año que sorprendió al ser nominada al Oscar como mejor actriz secundaria por "Junebug", se llevó el galardón en esa categoría.
Por último, la palestina "Paradise Now" fue la mejor película extranjera y "Enron: Los tipos que estafaron a América" el mejor documental.
En esa misma jornada, pero en otro sitio de Los Ángeles, tuvo lugar una nueva entrega de los Razzies, premios que destacan lo peor del cine hecho en Hollywood el año pasado y desde esta edición también a las figuras más insufribles de la industria. "Dirty Love", una comedia romántica producida, escrita y protagonizada por Jenny McCarthy, ex conejita de Playboy y ocasional presentadora de televisión, se llevó los Razzies correspondientes a peor película, actriz, guión y dirección, la cual pertenece al ex marido de McCarthy, John Asher.
Paris Hilton fue considerada la peor actriz secundaria por "La casa de cera", mientras que Hayden Christensen fue el peor actor por "Star Wars: Episodio III- La veganza de los Sith" por hacer lucir a uno de los más reconocidos villanos del mundo del cine como un Backstreet Boy. "El hijo de la máscara" venció en el apartado de peor secuela o remake, mientras que Nicole Kidman y Will Ferrell fueron seleccionados como la pareja con peor química en "Embrujada / Hechizada". Por su parte, Tom Cruise, que perdió como peor actor frente a Rob Shneider por "Deuce Bigelow: Gigoló europeo", no se fue con las manos vacías, ya que junto a su inseparable Katie Holmes fueron nombrados como el blanco más agotador de los tabloides.
Un día antes de la entrega de los premios de la Academia de las Artes y Ciencias Cnematográficas de Hollywood, tuvo lugar la ceremonia de los Independent Spirit Awards, galardones que premian a la actividad independiente de Estados Unidos, en la cual el premio máximo de mejor largometraje estuvo destinado a "Brokeback Mountain", de Ang Lee, a diferencia de los Oscars, que se inclinaron por la indie "Crash", de Paul Haggis.
"Brokeback Mountain", la celebrada historia de amor de dos vaqueros realizada por Lee, consiguió los premios de mejor película y dirección de los Independent Spirit Awards, premios que distinguen a aquellas producciones que se producen al margen de los grandes estudios de Hollywood, los cuales son votados por alrededor de 6.000 integrantes de la industria cinematográfica.
Como sucediera en toda ceremonia anglosajona a lo largo del año, Philip Seymour Hoffman ha vencido como mejor actor por su "Capote", película de Bennett Miller que además se llevó el Independent Spirit Award al mejor guión, perteneciente a Dan Futterman. Felicity Huffman fue la mejor actriz por su transexual de "Transamerica", cuyo director, Duncan Tucker, recibió el premio de mejor primer guión. La mejor opera prima resultó "Crash / Vidas cruzadas", de Paul Haggis, que también consiguió la distinción de mejor actor secundario para todo un veterano de Hollywood, Matt Dillon. Por su parte, Amy Adams, la revelación del año que sorprendió al ser nominada al Oscar como mejor actriz secundaria por "Junebug", se llevó el galardón en esa categoría.
Por último, la palestina "Paradise Now" fue la mejor película extranjera y "Enron: Los tipos que estafaron a América" el mejor documental.
En esa misma jornada, pero en otro sitio de Los Ángeles, tuvo lugar una nueva entrega de los Razzies, premios que destacan lo peor del cine hecho en Hollywood el año pasado y desde esta edición también a las figuras más insufribles de la industria. "Dirty Love", una comedia romántica producida, escrita y protagonizada por Jenny McCarthy, ex conejita de Playboy y ocasional presentadora de televisión, se llevó los Razzies correspondientes a peor película, actriz, guión y dirección, la cual pertenece al ex marido de McCarthy, John Asher.
Paris Hilton fue considerada la peor actriz secundaria por "La casa de cera", mientras que Hayden Christensen fue el peor actor por "Star Wars: Episodio III- La veganza de los Sith" por hacer lucir a uno de los más reconocidos villanos del mundo del cine como un Backstreet Boy. "El hijo de la máscara" venció en el apartado de peor secuela o remake, mientras que Nicole Kidman y Will Ferrell fueron seleccionados como la pareja con peor química en "Embrujada / Hechizada". Por su parte, Tom Cruise, que perdió como peor actor frente a Rob Shneider por "Deuce Bigelow: Gigoló europeo", no se fue con las manos vacías, ya que junto a su inseparable Katie Holmes fueron nombrados como el blanco más agotador de los tabloides.
- © Redacción-NOTICINE.com