Crónicas
El Personaje. Halle Berry, un rostro que hace historia
Por Angel L. Esteban
Nadie duda de los méritos interpretativos de la joven afroamericana Halle Berry ni de que sea merecedora del Oscar a la Mejor Actriz que recibió el pasado domingo noche por su esforzado papel en el intenso drama “Monster’s Ball”. Pero lo cierto es que desafortunadamente hasta ahora otras muchas tan excelentes como ella no han podido tener su misma oportunidad en esta feria de ganado de cine en que se han convertido los premios de Hollywood. De ahí la importancia extraordinaria de lo ocurrido esta semana, se trataba de la primera vez que una mujer de color se hacía con el Oscar para la actriz principal.
La maquina de sueños del celuloide norteamericano funciona con una precisión milimétricamente calculada a la perfección. Año tras año la gala de los Oscars se enfrenta a diferentes polémicas y prejuicios aparentemente prefabricados que dan algo de morbo esperando que se repitan alguna de esas salidas de tono que consiguen despertar al espectador a medio camino de la siesta de cuatro horas en que se ha convertido el acto. Ahora sólo hablan y hablan sin decir nada. En fin, que en el siglo XXI, meses después del Oncedeseptiembre lo realmente provocador, revolucionario, transgresor y aventurado hubiera sido un discurso a lo Rosa María Sardá en los Goya con apoyo propalestino incluido. Pero no, nos encontramos ahora todos los medios de comunicación congratulándonos por que se han ajustado unas cuentas pendientes de hace casi con un siglo, algo menos de lo que tarda la iglesia católica en pedir perdón por sus catastróficos errores.
Vuelvo al principio e insisto en los méritos de la Berry por haberse ganado el favor de la industria, por haber sabido erigirse como la nueva heroína negra, con papeles comprometidos, sabiendo moverse entre la televisión y el cine, con una cara resplandeciente, con un cuerpo y una elegancia que cumplen perfectamente los cánones de las revistas femeninas de rigor, herencia de sus inicios como miss (sí, sí) y modelo, sin haber renunciado por ello a hablar en nombre de los suyos, a reivindicar lo justo y a participar en proyectos con ideas propias.
Hay que recordar el telefilm con el que comenzó a ser reconocida, “Introducing Dolores Dandridge” - en la que participó como productora y que le valió sendos premios Emmy y Globo de Oro -, o la proclama antisistema de Warren Beatty en “Bulworth”, a quien mencionó entre otros en su larga lista de agradecimientos tras recoger el Oscar. Esa doble vertiente de Halle Berry se vislumbra claramente al hacer repaso de su filmografía, donde igual aparecen un par de largometrajes del inevitable Spike Lee, como “Fiebre salvaje” o “Girl 6”, como otro al lado de su opuesto en la industria, Eddie Murphy, con quien ha compartido reparto en “Boomerang”. En televisión ha protagonizado por ejemplo en la mini serie “Queen”, secuela de “Raíces”, y ha dado vida a la Reina de Saba, al tiempo que empezó a flirtear con superproducciones como “El último boyscout” y “Los Picapiedra”, un terreno en el que parece moverse a sus anchas dada su participación estelar en títulos como “Operación Swordfish” o “X Men” - de la que acaba de rodar secuela -, sin olvidar que su papel de chica Bond en la nueva (¿y definitiva?) entrega del agente 007, “Die Another Day”, la trae a España a rodar tan solo unos días después del Oscar.
Ahora este “Monster’s Ball”, donde comparte pantalla con Billy Bob Thornton y Heath Ledger y con el que ya obtuvo el Oso de Plata a la mejor actriz en la pasada Berlinale, le catapulta definitivamente al estrellato a sus 34 años. Hija de padre afroamericano y madre caucasiana, Halle Berry reúne los ingredientes precisos para contentar a unos y a otros. Ya es la chica de moda en Hollywood, la industria le ha erigido al olimpo de los premiados. Seguramente no se dormirá en los laureles como muchas otras y seguirá dando que hablar durante mucho tiempo. Ella es una chica combativa.
Nadie duda de los méritos interpretativos de la joven afroamericana Halle Berry ni de que sea merecedora del Oscar a la Mejor Actriz que recibió el pasado domingo noche por su esforzado papel en el intenso drama “Monster’s Ball”. Pero lo cierto es que desafortunadamente hasta ahora otras muchas tan excelentes como ella no han podido tener su misma oportunidad en esta feria de ganado de cine en que se han convertido los premios de Hollywood. De ahí la importancia extraordinaria de lo ocurrido esta semana, se trataba de la primera vez que una mujer de color se hacía con el Oscar para la actriz principal.
La maquina de sueños del celuloide norteamericano funciona con una precisión milimétricamente calculada a la perfección. Año tras año la gala de los Oscars se enfrenta a diferentes polémicas y prejuicios aparentemente prefabricados que dan algo de morbo esperando que se repitan alguna de esas salidas de tono que consiguen despertar al espectador a medio camino de la siesta de cuatro horas en que se ha convertido el acto. Ahora sólo hablan y hablan sin decir nada. En fin, que en el siglo XXI, meses después del Oncedeseptiembre lo realmente provocador, revolucionario, transgresor y aventurado hubiera sido un discurso a lo Rosa María Sardá en los Goya con apoyo propalestino incluido. Pero no, nos encontramos ahora todos los medios de comunicación congratulándonos por que se han ajustado unas cuentas pendientes de hace casi con un siglo, algo menos de lo que tarda la iglesia católica en pedir perdón por sus catastróficos errores.
Vuelvo al principio e insisto en los méritos de la Berry por haberse ganado el favor de la industria, por haber sabido erigirse como la nueva heroína negra, con papeles comprometidos, sabiendo moverse entre la televisión y el cine, con una cara resplandeciente, con un cuerpo y una elegancia que cumplen perfectamente los cánones de las revistas femeninas de rigor, herencia de sus inicios como miss (sí, sí) y modelo, sin haber renunciado por ello a hablar en nombre de los suyos, a reivindicar lo justo y a participar en proyectos con ideas propias.
Hay que recordar el telefilm con el que comenzó a ser reconocida, “Introducing Dolores Dandridge” - en la que participó como productora y que le valió sendos premios Emmy y Globo de Oro -, o la proclama antisistema de Warren Beatty en “Bulworth”, a quien mencionó entre otros en su larga lista de agradecimientos tras recoger el Oscar. Esa doble vertiente de Halle Berry se vislumbra claramente al hacer repaso de su filmografía, donde igual aparecen un par de largometrajes del inevitable Spike Lee, como “Fiebre salvaje” o “Girl 6”, como otro al lado de su opuesto en la industria, Eddie Murphy, con quien ha compartido reparto en “Boomerang”. En televisión ha protagonizado por ejemplo en la mini serie “Queen”, secuela de “Raíces”, y ha dado vida a la Reina de Saba, al tiempo que empezó a flirtear con superproducciones como “El último boyscout” y “Los Picapiedra”, un terreno en el que parece moverse a sus anchas dada su participación estelar en títulos como “Operación Swordfish” o “X Men” - de la que acaba de rodar secuela -, sin olvidar que su papel de chica Bond en la nueva (¿y definitiva?) entrega del agente 007, “Die Another Day”, la trae a España a rodar tan solo unos días después del Oscar.
Ahora este “Monster’s Ball”, donde comparte pantalla con Billy Bob Thornton y Heath Ledger y con el que ya obtuvo el Oso de Plata a la mejor actriz en la pasada Berlinale, le catapulta definitivamente al estrellato a sus 34 años. Hija de padre afroamericano y madre caucasiana, Halle Berry reúne los ingredientes precisos para contentar a unos y a otros. Ya es la chica de moda en Hollywood, la industria le ha erigido al olimpo de los premiados. Seguramente no se dormirá en los laureles como muchas otras y seguirá dando que hablar durante mucho tiempo. Ella es una chica combativa.
- © NOTICINE.com
Frases selectas del maestro Wilder
28-III-02
- "Me gustaría morir a los 104 años, completamente sano, asesinado por un marido que me acabara de pillar in fraganti con su joven esposa".
- "Lo más importante es tener un buen guión. Los cineastas no son alquimistas. No se pueden convertir los excrementos de gallina en chocolate".
- "He hecho películas que a mí me hubiera gustado ver. Y yo sólo quiero ver películas que me entretengan".
- "Al público no hay que dárselo todo masticado, como si fuera tonto. A diferencia de otros directores que dicen que dos y dos son cuatro, Lubitsch dice dos y dos... y eso es todo. El público saca sus propias conclusiones".
- "En mis películas no hay grande movimientos de cámara ni puntos de vista destinados a demostrar que soy un director de cine. [...] En Europa, un director puede tomarse todo el tiempo del mundo para crear una atmósfera, y meter un montón de escenas de nubes que se disuelven; pero el público de aquí, si les muestras las nubes por segunda vez, espera ver entre ellas un aeroplano".
- "Sobre la impuntualidad de Marilyn debo decir que tengo una vieja tía en Viena que estaría en el plató cada mañana a las seis y sería capaz de recitar los diálogos incluso al revés. Pero, ¿quién querría verla?... Además, mientras esperamos a Marilyn Monroe todo el equipo, no perdemos totalmente el tiempo... Yo, sin ir más lejos, tuve la oportunidad de leer "Guerra y Paz" y "Los miserables".
- "Marilyn era un absoluto genio como actriz cómica, con un sentido extraordinario para los diálogos cómicos. Tenía ese don. Nunca después he vuelto a encontrar una actriz así".
- "Si hay algo que odie más que el que no me tomen en serio es que me tomen demasiado en serio".
- "Comprendo sin dificultad por qué Godard ha podido por sí sólo acabar con varias empresas productoras".
- "Del mismo modo que todo el mundo odia a Estados Unidos, todo Estados Unidos odia a Hollywood. Existe el profundo prejuicio de que todos nosotros somos tipos superficiales que ganamos diez mil dólares a la semana y que no pagamos impuestos; que nos tiramos a todas las chicas; que tenemos profesores en casa que dan clases a nuestros hijos de cómo subirse a los árboles; que cada uno de nosotros tiene dieciséis criados y que todos conducimos un Maserati. Pues sí, todo esto es verdad. ¡Aunque os muráis de envidia!."
- "Si el Cine consigue que un individuo olvide por dos segundos que ha aparcado mal el coche, no ha pagado la factura del gas o ha tenido una discusión con su jefe, entonces el Cine ha alcanzado su objetivo".
- "Me gustaría morir a los 104 años, completamente sano, asesinado por un marido que me acabara de pillar in fraganti con su joven esposa".
- "Lo más importante es tener un buen guión. Los cineastas no son alquimistas. No se pueden convertir los excrementos de gallina en chocolate".
- "He hecho películas que a mí me hubiera gustado ver. Y yo sólo quiero ver películas que me entretengan".
- "Al público no hay que dárselo todo masticado, como si fuera tonto. A diferencia de otros directores que dicen que dos y dos son cuatro, Lubitsch dice dos y dos... y eso es todo. El público saca sus propias conclusiones".
- "En mis películas no hay grande movimientos de cámara ni puntos de vista destinados a demostrar que soy un director de cine. [...] En Europa, un director puede tomarse todo el tiempo del mundo para crear una atmósfera, y meter un montón de escenas de nubes que se disuelven; pero el público de aquí, si les muestras las nubes por segunda vez, espera ver entre ellas un aeroplano".
- "Sobre la impuntualidad de Marilyn debo decir que tengo una vieja tía en Viena que estaría en el plató cada mañana a las seis y sería capaz de recitar los diálogos incluso al revés. Pero, ¿quién querría verla?... Además, mientras esperamos a Marilyn Monroe todo el equipo, no perdemos totalmente el tiempo... Yo, sin ir más lejos, tuve la oportunidad de leer "Guerra y Paz" y "Los miserables".
- "Marilyn era un absoluto genio como actriz cómica, con un sentido extraordinario para los diálogos cómicos. Tenía ese don. Nunca después he vuelto a encontrar una actriz así".
- "Si hay algo que odie más que el que no me tomen en serio es que me tomen demasiado en serio".
- "Comprendo sin dificultad por qué Godard ha podido por sí sólo acabar con varias empresas productoras".
- "Del mismo modo que todo el mundo odia a Estados Unidos, todo Estados Unidos odia a Hollywood. Existe el profundo prejuicio de que todos nosotros somos tipos superficiales que ganamos diez mil dólares a la semana y que no pagamos impuestos; que nos tiramos a todas las chicas; que tenemos profesores en casa que dan clases a nuestros hijos de cómo subirse a los árboles; que cada uno de nosotros tiene dieciséis criados y que todos conducimos un Maserati. Pues sí, todo esto es verdad. ¡Aunque os muráis de envidia!."
- "Si el Cine consigue que un individuo olvide por dos segundos que ha aparcado mal el coche, no ha pagado la factura del gas o ha tenido una discusión con su jefe, entonces el Cine ha alcanzado su objetivo".
- © Redacción-NOTICINE.com
El cine pierde a Billy Wilder, rey de la comedia y enemigo del aburrimiento
28-III-02
A los 95 años, ha fallecido el realizador norteamericano de origen austríaco Billy Wilder, uno de los mayores maestros de la comedia que ha dado el cine en su siglo largo de existencia. "Con faldas y a lo loco", "El apartamento", "Sabrina", "La tentación vive arriba" son algunos de los muchos títulos que han pasado a la historia dando testimonio de su enorme talento. El veterano escritor, productor y director, falleció de neumonía en la noche de este miércoles, en su casa de Beverly Hills, aunque la noticia no se difundió hasta el mediodía del jueves.
"Todos los días miro las esquelas de los periódicos y me fijo sobre todo en la edad del muerto. La mayoría son más jovenes que yo. Me asusto y pienso: a lo mejor, lo único que sucede es que se han olvidado de mí". Eso había dicho Billy Wilder poco antes de cumplir el pasado junio los 95 años. Fue periodista, guionista, colaborador de Lubisch, escritor y realizador de magistrales películas que permanecen inalterables en nuestra memoria. Todo ello sin dejar de ser un irónico austríaco bajito, amante de los puros y las chicas guapas, y enemigo mortal del aburrimiento.
Nacido en una ciudad austríaca, Sucha (hoy perteneciente a Polonia), el 22 de junio de 1906, William Wilder iba para abogado, pero desvío sus pasos hasta el periodismo popular, en el efervescente Berlín de los años 20. De ahí empezó a filtrear con el cine, colaborando con los estudios UFA desde el 29 hasta el ascenso al poder de Adolf Hitler, cuatro años más tarde. Su familia era judía, aunque él nunca fue demasiado religioso, y eligió el camino del exilio. Hizo bien, ya que su madre acabó muriendo en un campo de concentración.
Con poca ropa y sus mayores riquezas -unos pocos carteles originales de Toulouse Lautrec- recaló primero en París, donde siguió escribiendo y se atrevió a codirigir su primera cinta, "Mauvaise graine". Siempre acosado por el nazismo, tuvo que volver a hacer las maletas rumbo a Estados Unidos, donde se habían refugiado ya otros cineastas centroeuropeos, como su compatriota Ernst Lubitsch, con quien no tardaría en trabajar, haciendo pareja con otro guionista, Charlie Brakett, que le ayudaba a corregir su deficiente inglés.
Juntos colaboraron del 38 al 50, y fueron autores de éxitos de Lubitsch tan populares como "La octava mujer de Barba Azul" o "Ninotchka". Después de escribir el texto de "Bola de fuego", para Howard Hawks, a principio de los años 40, consiguió que el estudio le permitiera dirigir "El mayor y la menor". Así comenzaba una de las trayectorias más brillantes del cine de Hollywood.
Entre sus grandes películas de los 40 están el film negro "Perdición", el realista y dramático retrato del Berlín vencido en "Berlín Occidente" y al final de la década "El crepúsculo de los dioses", también conocida por su título original, "Sunset Boulevard", que se iniciaba con la inolvidable escena del cadaver flotante en la piscina de William Holden, hablando en Off.
La década de los 50 lanza a Wilder como el rey absoluto de la comedia, refinada y/o picante. De esta época son clásicos del género como "Sabrina", "La tentación vive arriba", "Ariane" y "Con faldas y a lo loco". Pero, en plena fiebre creativa, es capaz también de firmar films "serios" como "El gran carnaval", "El héroe solitario" y "Testigo de cargo".
Hacia mediados de los 60, tras hacer "El apartamento", "Un, dos, tres", "Irma la dulce", "Bésame tonto" y "En bandeja de plata", empieza su decadencia, cuando los productores empiezan a darle la espalda. A partir de 1970 sus proyectos se distancian en el tiempo, pero todavía es capaz de realizar geniales comedias como "Avanti" y "Primera plana". Después del fallido drama "Fedora", termina su filmografía con el humor menor de "Aquí un amigo", en 1981. Nunca más consiguió que las compañías de seguros le permitieran rodar, o que los productores creyeran en él. Propietario de una notable colección de arte contemporáneo, tuvo que desprenderse de una parte de esos cuadros para sobrevivir.
Este miércoles, en la oscuridad de la noche, la muerte se paseó por Beverly Hills, y se llevó a Billy. Probablemente, a partir de ahora el cielo será un lugar mucho más divertido.
A los 95 años, ha fallecido el realizador norteamericano de origen austríaco Billy Wilder, uno de los mayores maestros de la comedia que ha dado el cine en su siglo largo de existencia. "Con faldas y a lo loco", "El apartamento", "Sabrina", "La tentación vive arriba" son algunos de los muchos títulos que han pasado a la historia dando testimonio de su enorme talento. El veterano escritor, productor y director, falleció de neumonía en la noche de este miércoles, en su casa de Beverly Hills, aunque la noticia no se difundió hasta el mediodía del jueves.
"Todos los días miro las esquelas de los periódicos y me fijo sobre todo en la edad del muerto. La mayoría son más jovenes que yo. Me asusto y pienso: a lo mejor, lo único que sucede es que se han olvidado de mí". Eso había dicho Billy Wilder poco antes de cumplir el pasado junio los 95 años. Fue periodista, guionista, colaborador de Lubisch, escritor y realizador de magistrales películas que permanecen inalterables en nuestra memoria. Todo ello sin dejar de ser un irónico austríaco bajito, amante de los puros y las chicas guapas, y enemigo mortal del aburrimiento.
Nacido en una ciudad austríaca, Sucha (hoy perteneciente a Polonia), el 22 de junio de 1906, William Wilder iba para abogado, pero desvío sus pasos hasta el periodismo popular, en el efervescente Berlín de los años 20. De ahí empezó a filtrear con el cine, colaborando con los estudios UFA desde el 29 hasta el ascenso al poder de Adolf Hitler, cuatro años más tarde. Su familia era judía, aunque él nunca fue demasiado religioso, y eligió el camino del exilio. Hizo bien, ya que su madre acabó muriendo en un campo de concentración.
Con poca ropa y sus mayores riquezas -unos pocos carteles originales de Toulouse Lautrec- recaló primero en París, donde siguió escribiendo y se atrevió a codirigir su primera cinta, "Mauvaise graine". Siempre acosado por el nazismo, tuvo que volver a hacer las maletas rumbo a Estados Unidos, donde se habían refugiado ya otros cineastas centroeuropeos, como su compatriota Ernst Lubitsch, con quien no tardaría en trabajar, haciendo pareja con otro guionista, Charlie Brakett, que le ayudaba a corregir su deficiente inglés.
Juntos colaboraron del 38 al 50, y fueron autores de éxitos de Lubitsch tan populares como "La octava mujer de Barba Azul" o "Ninotchka". Después de escribir el texto de "Bola de fuego", para Howard Hawks, a principio de los años 40, consiguió que el estudio le permitiera dirigir "El mayor y la menor". Así comenzaba una de las trayectorias más brillantes del cine de Hollywood.
Entre sus grandes películas de los 40 están el film negro "Perdición", el realista y dramático retrato del Berlín vencido en "Berlín Occidente" y al final de la década "El crepúsculo de los dioses", también conocida por su título original, "Sunset Boulevard", que se iniciaba con la inolvidable escena del cadaver flotante en la piscina de William Holden, hablando en Off.
La década de los 50 lanza a Wilder como el rey absoluto de la comedia, refinada y/o picante. De esta época son clásicos del género como "Sabrina", "La tentación vive arriba", "Ariane" y "Con faldas y a lo loco". Pero, en plena fiebre creativa, es capaz también de firmar films "serios" como "El gran carnaval", "El héroe solitario" y "Testigo de cargo".
Hacia mediados de los 60, tras hacer "El apartamento", "Un, dos, tres", "Irma la dulce", "Bésame tonto" y "En bandeja de plata", empieza su decadencia, cuando los productores empiezan a darle la espalda. A partir de 1970 sus proyectos se distancian en el tiempo, pero todavía es capaz de realizar geniales comedias como "Avanti" y "Primera plana". Después del fallido drama "Fedora", termina su filmografía con el humor menor de "Aquí un amigo", en 1981. Nunca más consiguió que las compañías de seguros le permitieran rodar, o que los productores creyeran en él. Propietario de una notable colección de arte contemporáneo, tuvo que desprenderse de una parte de esos cuadros para sobrevivir.
Este miércoles, en la oscuridad de la noche, la muerte se paseó por Beverly Hills, y se llevó a Billy. Probablemente, a partir de ahora el cielo será un lugar mucho más divertido.
- © J.A.-NOTICINE.com
Perfil: Spielberg, 20 años como rey del entretenimiento
27-III-02
Hay quien dice que Steven Spielberg es el único realizador verdaderamente independiente en Estados Unidos: puede hacer la película que le de la gana, y si nadie se la quiere pagar le basta con recurrir a sus propios ahorros. El enorme poder acaparado por este descendiente de judíos europeos en poco más de 30 años ejemplifica el sueño americano. Le han llamado con toda justicia "Rey Midas de Hollywood", puesto que su prolífica labor como productor y realizador se ha saldado con muy pocas excepciones en grandes éxitos comerciales. De "Indiana Jones" a "Regreso al futuro", de "Parque jurásico" a la ahora reestrenada "E.T.", Steven Spielberg ha conseguido que su apellido se identique con el entretenimiento de calidad, con una espectacularidad que nos retrotrae al cine como fenómeno mágico, como sueño hecho realidad en una pantalla.
Nacido el 18 de diciembre de 1946 en Cincinnati (Ohio), Spielberg es hijo del cine de aventuras y sobre todo de la televisión, donde despuntó con el telefilm "El diablo sobre ruedas". En esa primera cinta ya veíamos con claridad los elementos que se han repetido en su cine: el suspense y la fantasía, la tensión ante un enemigo de gran envergadura que supera lo racional.
En los últimos tiempos, este admirador del británico David Lean (al que ha querido imitar en epopeyas surgidas de lo individual como "El color púrpura", "El imperio del sol", "Amistad" o "Salvar al soldado Ryan") parece querer diversificar al máximo sus temas. Después del "thriller" fantástico "Minority report", con Tom Cruise, va a contar la vida real de un joven e inteligente ladrón en "Catch me if you can", que protagonizará Leonardo DiCaprio. Y todo ellos sin dejar de producir dentro y fuera de su estudio DreamWorks, cuya propiedad comparte con Jeffrey Katzenberg y David Geffen.
Hay quien dice que Steven Spielberg es el único realizador verdaderamente independiente en Estados Unidos: puede hacer la película que le de la gana, y si nadie se la quiere pagar le basta con recurrir a sus propios ahorros. El enorme poder acaparado por este descendiente de judíos europeos en poco más de 30 años ejemplifica el sueño americano. Le han llamado con toda justicia "Rey Midas de Hollywood", puesto que su prolífica labor como productor y realizador se ha saldado con muy pocas excepciones en grandes éxitos comerciales. De "Indiana Jones" a "Regreso al futuro", de "Parque jurásico" a la ahora reestrenada "E.T.", Steven Spielberg ha conseguido que su apellido se identique con el entretenimiento de calidad, con una espectacularidad que nos retrotrae al cine como fenómeno mágico, como sueño hecho realidad en una pantalla.
Nacido el 18 de diciembre de 1946 en Cincinnati (Ohio), Spielberg es hijo del cine de aventuras y sobre todo de la televisión, donde despuntó con el telefilm "El diablo sobre ruedas". En esa primera cinta ya veíamos con claridad los elementos que se han repetido en su cine: el suspense y la fantasía, la tensión ante un enemigo de gran envergadura que supera lo racional.
En los últimos tiempos, este admirador del británico David Lean (al que ha querido imitar en epopeyas surgidas de lo individual como "El color púrpura", "El imperio del sol", "Amistad" o "Salvar al soldado Ryan") parece querer diversificar al máximo sus temas. Después del "thriller" fantástico "Minority report", con Tom Cruise, va a contar la vida real de un joven e inteligente ladrón en "Catch me if you can", que protagonizará Leonardo DiCaprio. Y todo ellos sin dejar de producir dentro y fuera de su estudio DreamWorks, cuya propiedad comparte con Jeffrey Katzenberg y David Geffen.
- © J.A.-NOTICINE.com
Breves: Oliver Stone entrevistó a Arafat, Los Oscars fracasaron en TV, De Niro toca con el grupo Queen, Dustin Hoffman volverá al delito
27-III-02
- Oliver Stone se ha tomado muy en serio esto de ser cronista de su tiempo. El pasado lunes, el realizador de "J.F.K.", quien hace unas semanas entrevistó a Fidel Castro y varios de sus colaboradores para un documental, filmó una conversación con el líder de la Autoridad Palestina, Yasser Arafat, con destino a un reportaje sobre "los conflictos del mundo". Para ello, el cineasta norteamericano se trasladó a la localidad cisjordana de Ramallah, donde se encuentra Arafat. "Ha habido siempre una similitud en los conflictos mundiales. ¿Cuál es el común denominador? Quizás el orgullo, quizás el ego humano, quizás el sentido de humillación. Todos estos factores", comentó Stone a la agencia Reuters, y añadió que previamente al dirigente palestino había entrevistado también a varios dirigentes israelíes.
- La última edición de los Oscars no ha dejado muy satisfecha a la cadena de TV norteamericana que dispone de la exclusiva, la ABC. Por una parte, la retransmisión duró más que nunca (4 horas y 16 minutos), y por otra registró uno de los índices de audiencia más bajos de su historia: 41,8 millones de espectadores, más de un millón menos que el año pasado (42,9 millones). Hasta ahora la edición más popular en términos televisivos fue la de la 1998, cuando "Titanic" arrasó ante 55 millones de espectadores televisivos sólo en EEUU.
- Un como siempre telegráfico Robert De Niro compareció este martes ante los medios informativos británicos para presentar el musical que producirá en un teatro londinense con canciones de su admirado grupo Queen. Bajo el título de "We will rock you", el espectáculo se estrenará el próximo mayo, tras una preparación de seis años, desde que De Niro habló por primera vez con los supervivientes del mítico grupo en la Mostra de Venecia. "Me pareció una gran idea. Eso fue todo", comentó laconicamente el actor y director neoyorquino, quien se declaró "fan" del grupo que lideró Freddie Mercury hasta su muerte en 1991, y no dudó en dejarse fotografiar con una de sus guitarras eléctricas.
- Dustin Hoffman coprotagonizará desde el mes próximo, al lado de Edward Burns, "Confidence", drama de suspense que dirigirá James Foley. Hoffman volverá a interpretar a un importante capo del crimen organizado, para el que Burns trabaja como contable. El último trabajo para la gran pantalla de Hoffman es la todavía inédita "Goodbye hello", de Brad Silberling, junto a Susan Sarandon y Holly Hunter.
- Oliver Stone se ha tomado muy en serio esto de ser cronista de su tiempo. El pasado lunes, el realizador de "J.F.K.", quien hace unas semanas entrevistó a Fidel Castro y varios de sus colaboradores para un documental, filmó una conversación con el líder de la Autoridad Palestina, Yasser Arafat, con destino a un reportaje sobre "los conflictos del mundo". Para ello, el cineasta norteamericano se trasladó a la localidad cisjordana de Ramallah, donde se encuentra Arafat. "Ha habido siempre una similitud en los conflictos mundiales. ¿Cuál es el común denominador? Quizás el orgullo, quizás el ego humano, quizás el sentido de humillación. Todos estos factores", comentó Stone a la agencia Reuters, y añadió que previamente al dirigente palestino había entrevistado también a varios dirigentes israelíes.
- La última edición de los Oscars no ha dejado muy satisfecha a la cadena de TV norteamericana que dispone de la exclusiva, la ABC. Por una parte, la retransmisión duró más que nunca (4 horas y 16 minutos), y por otra registró uno de los índices de audiencia más bajos de su historia: 41,8 millones de espectadores, más de un millón menos que el año pasado (42,9 millones). Hasta ahora la edición más popular en términos televisivos fue la de la 1998, cuando "Titanic" arrasó ante 55 millones de espectadores televisivos sólo en EEUU.
- Un como siempre telegráfico Robert De Niro compareció este martes ante los medios informativos británicos para presentar el musical que producirá en un teatro londinense con canciones de su admirado grupo Queen. Bajo el título de "We will rock you", el espectáculo se estrenará el próximo mayo, tras una preparación de seis años, desde que De Niro habló por primera vez con los supervivientes del mítico grupo en la Mostra de Venecia. "Me pareció una gran idea. Eso fue todo", comentó laconicamente el actor y director neoyorquino, quien se declaró "fan" del grupo que lideró Freddie Mercury hasta su muerte en 1991, y no dudó en dejarse fotografiar con una de sus guitarras eléctricas.
- Dustin Hoffman coprotagonizará desde el mes próximo, al lado de Edward Burns, "Confidence", drama de suspense que dirigirá James Foley. Hoffman volverá a interpretar a un importante capo del crimen organizado, para el que Burns trabaja como contable. El último trabajo para la gran pantalla de Hoffman es la todavía inédita "Goodbye hello", de Brad Silberling, junto a Susan Sarandon y Holly Hunter.
- © Redacción.-NOTICINE.com