Crónicas
Glenn Ford recibirá el homenaje de la Cinemateca Americana en su 90 cumpleaños
11-IV-06
En lo que será su primera aparición pública en 15 años, el hombre que abofeteó a Rita Hayworth en la ficción de "Gilda" recibirá un homenaje el próximo 1 de mayo al celebrar su 90 cumpleaños. Glenn Ford acudirá al evento que le organiza la American Cinematheque en el Egyptian Theater de Hollywood. Precisamente el acto incluirá la proyección de "Gilda", cumbre del cine negro estrenada en 1946, así como el corto de 1937 en el que el actor tuvo su primera aparición ante una cámara, y un debate sobre su figura que conducirá el hijo del actor, Peter Ford, de 61 años (fruto de su matrimonio con la popular artista Eleanor Powell), quien el año próximo lanzará una biografía de su padre titulada Glenn Ford: "A Life In Film".
Nacido como Gwyllyn Samuel Newton Ford, en Quebec (Canadá) el 1 de mayo de 1916, se mudó con su familia a California, donde años después estudiaría interpretación. Sin embargo, aunque empezó haciendo teatro, Hollywood sólo le concedió en un primer momento ocupaciones tan poco gloriosas para su vocación como electricista o técnico de plató, hasta que logró una oportunidad en 1939 con la película "Heaven with a Barbed wire Fence". Especializado en westerns, películas de aventuras y luego el cine negro y el bélico, su consagración no llega hasta después de la II Guerra Mundial, en la que que luchó dentro de la Marina con grado de capitán, sobre todo gracias a "Gilda", con cuya coprotagonista, Rita Hayworth, mantuvo un idilio, a pesar de llevar ya tres años casado con Powell.
Aunque nunca ganó el Oscar y sólo una vez el Globo de Oro (por "Un gángster para un milagro / Milagro por un día"), Ford ha sido un actor muy popular y ha participado en numerosos títulos que siguen en la mente de los aficionados, como "Semilla de maldad", "Los cuatro jinetes del Apocalipsis", "El noviazgo del padre de Eddie", "Los amores de Carmen", "Los sobornados", "Deseos humanos", "Jubal", "La casa de té de la luna de agosto", "El tren de las 3:10", "Cimarrón", "¿Arde París?" o "Superman".
El telefilm "Veredicto final" fue su última aparición en pantalla, en 1991, año en que afectado de problemas cardiacos y circulatorios decidió retirarse. Cuatro años antes había recibido el Premio Donostia en el Festival de San Sebastián por toda su carrera. Casado cuatro veces, sólo tuvo un hijo, Peter, con quien actualmente vive en Beverly Hills.
En lo que será su primera aparición pública en 15 años, el hombre que abofeteó a Rita Hayworth en la ficción de "Gilda" recibirá un homenaje el próximo 1 de mayo al celebrar su 90 cumpleaños. Glenn Ford acudirá al evento que le organiza la American Cinematheque en el Egyptian Theater de Hollywood. Precisamente el acto incluirá la proyección de "Gilda", cumbre del cine negro estrenada en 1946, así como el corto de 1937 en el que el actor tuvo su primera aparición ante una cámara, y un debate sobre su figura que conducirá el hijo del actor, Peter Ford, de 61 años (fruto de su matrimonio con la popular artista Eleanor Powell), quien el año próximo lanzará una biografía de su padre titulada Glenn Ford: "A Life In Film".
Nacido como Gwyllyn Samuel Newton Ford, en Quebec (Canadá) el 1 de mayo de 1916, se mudó con su familia a California, donde años después estudiaría interpretación. Sin embargo, aunque empezó haciendo teatro, Hollywood sólo le concedió en un primer momento ocupaciones tan poco gloriosas para su vocación como electricista o técnico de plató, hasta que logró una oportunidad en 1939 con la película "Heaven with a Barbed wire Fence". Especializado en westerns, películas de aventuras y luego el cine negro y el bélico, su consagración no llega hasta después de la II Guerra Mundial, en la que que luchó dentro de la Marina con grado de capitán, sobre todo gracias a "Gilda", con cuya coprotagonista, Rita Hayworth, mantuvo un idilio, a pesar de llevar ya tres años casado con Powell.
Aunque nunca ganó el Oscar y sólo una vez el Globo de Oro (por "Un gángster para un milagro / Milagro por un día"), Ford ha sido un actor muy popular y ha participado en numerosos títulos que siguen en la mente de los aficionados, como "Semilla de maldad", "Los cuatro jinetes del Apocalipsis", "El noviazgo del padre de Eddie", "Los amores de Carmen", "Los sobornados", "Deseos humanos", "Jubal", "La casa de té de la luna de agosto", "El tren de las 3:10", "Cimarrón", "¿Arde París?" o "Superman".
El telefilm "Veredicto final" fue su última aparición en pantalla, en 1991, año en que afectado de problemas cardiacos y circulatorios decidió retirarse. Cuatro años antes había recibido el Premio Donostia en el Festival de San Sebastián por toda su carrera. Casado cuatro veces, sólo tuvo un hijo, Peter, con quien actualmente vive en Beverly Hills.
- © Redacción-NOTICINE.com
ESTRENO: Un Brosnan insólito es "Matador" en México
10-IV-06
No es la primera vez que Pierce Brosnan, famoso por su participación en la saga de 007, hace de "malo", aunque incluso del otro lado de la ley había hasta ahora mantenido cierta elegancia, de la que nada hay en su nuevo personaje, el de Julian Noble, un asesino a sueldo - en propias palabras, "un facilitador de muertes"- al que una crisis existencial pilla en Ciudad de México, donde debe llevar a cabo "un trabajo corporativo". Esta cinta independiente escrita y dirigida por el neoyorquino Richard Shepard llega este miércoles a las salas españolas y el próximo día 28 al país donde se filmó, México.
En el bar de un hotel del DF, Noble va a conocer a Danny Wright (Greg Kinnear), al que otro tipo de negocio menos cruento ha llevado desde Denver a la gran urbe. Pese a que ambos nombres no tienen nada en común, allí van a constatar que se necesitan mutuamente de un modo que jamás se hubieran imaginado.
"Generalmente, odio las películas de asesinos a sueldo. Sé a dónde van a parar. Me sé todos los recovecos" -comenta Shepard-. "Pero me encantan igualmente, porque resulta que me divierte una historial internacional que contiene armas de fuego. Mi objetivo con el guión de "Matador" estribaba en lograr escribir una película de un asesino a sueldo que realmente me gustara ver".
El cineasta norteamericano, quien ya situó en la capital mexicana otro "thriller", rodado hace seis años, "Distrito Federal", no escribió el guión pensando en Brosnan. "Pensé realizarlo en vídeo digital por 250.000 dólares" -comenta Shepard-. "Escribí el personaje más terrible que pude (el de Julian Noble), porque daba por seguro que esta cinta nunca se realizaría en Hollywood. Supongo que en el momento en que decides escribir desde el alma, y no con el ojo puesto en la ‘comercialidad’ de un proyecto, te estás abriendo a todo un tipo de público distinto".
El agente de Shepard envió el guión a la firma de Brosnan y St. Clair, Irish DreamTime, a manera de modelo de guión. "Sin embargo, antes de lo imaginable, Pierce me telefoneó diciéndome que quería producir y protagonizar el film" -comenta Shepard. La pequeña película digital de 250,000 dólares acababa de conseguir todo un paquete de grandes dimensiones. "Sin embargo, el producto todavía conservó su genuina vibración independiente. Todavía está el nervio de su guión, y los personajes son los que marcan la pauta de la historia. Creo que todo eso fue lo que atrajo a Pierce en primer lugar."
El actor irlandés recuerda así sus sentimientos al leer el libreto: "No tenía ni idea de adónde iba a parar la historia. Me encantó el atrevimiento del personaje y por encima de todo, la esencia de la historia. Sientes a los personajes. Julian lleva asesinando gente desde hace años y aunque ha perdido el alma, en algún lugar recóndito, en las catacumbas de su corazón, todavía arde una llamita. Está en una encrucijada de su vida, con decisiones que tomar".
"Películas como ésta -añade- no son sencillas de hacer. Se trata de mantener un equilibrio; hay que mantener el producto en su tono serio, veraz, dramático, dinámico, y aún con ello, oscurecerlo al mismo tiempo. Richard Shepard ha definido todo eso bien, y cuando lo escrito es bueno todo cuanto hay que hacer es seguir las palabras, usar un poco de imaginación, y procurar que todo sea lo más sencillo posible".
"El guión -dice por su parte Greg Kinnear- era muy creíble, muy posible, además de muy emotivo y divertido, para mayor sorpresa. Desenlaza un gran número de cosas que seguí atentamente a lo largo de todo el guión, y también hay mucha realidad. Me resultó muy humana la idea de ese personaje, ese tipo corriente que se despista en un lugar que le es extraño y se cruza con alguien que no pertenece a su espacio vital, a su universo, y la manera en que esas dos personas pueden relacionarse".
"Matador", a pesar de desarrollar su trama en cuatro escenarios geográficos bien distintos: Tucson y Denver en los EEUU, Budapest (Hungría), Manila (Filipinas), y el propio Distrito Federal, se filmó integramente en esta última ciudad y sus alrededores, poniendo de manifiesto sus amplias posibilidades cinematográficas. Para Shepard, la elección de la capital mexicana para ubicar su historia no ofrecía dudas. Cita la diversidad, la calidez cultural y la escena artística de la ciudad como factores decisivos para hacer de México un lugar tan irresistible. "Ciudad de México tiene el tamaño de Los Ángeles pero con cuatro veces la población de Nueva York. Es enorme y bulle una gran vitalidad; puede percibirse en nuestro film, se siente; y los actores la sintieron en las calles", afirma.
A Brosnan, Ciudad de México le pareció sorprendentemente familiar. "Hay una comunidad obrera que en absoluto es distinta a la de Irlanda" -opina Brosnan-. "En muchos sentidos, ser irlandés se parece mucho a ser mexicano. La gente tiene un gran sentido práctico, la misma religión, opresión, y conflicto. Ambos pueblos son muy orgullosos; tienen grandes corazones que jamás engañan. He disfrutado de un tiempo increíblemente creativo. He pintado... organicé todo un estudio en el hotel. También he escrito; todo eso se debe al trabajo, a un lugar feliz, donde los jugos creativos fluyen. Fue estupendo sentir México en la sangre".
En los célebres Estudios Churubusco de Ciudad de México se construyeron los interiores para la casa de Denver y para los hoteles de Denver y México. El equipo técnico estuvo rodando durante seis semanas en México: unas dos semanas en los interiores de estudio, y los otros 28 días desplazándose por las diversas localizaciones en torno a la ciudad.
No es la primera vez que Pierce Brosnan, famoso por su participación en la saga de 007, hace de "malo", aunque incluso del otro lado de la ley había hasta ahora mantenido cierta elegancia, de la que nada hay en su nuevo personaje, el de Julian Noble, un asesino a sueldo - en propias palabras, "un facilitador de muertes"- al que una crisis existencial pilla en Ciudad de México, donde debe llevar a cabo "un trabajo corporativo". Esta cinta independiente escrita y dirigida por el neoyorquino Richard Shepard llega este miércoles a las salas españolas y el próximo día 28 al país donde se filmó, México.
En el bar de un hotel del DF, Noble va a conocer a Danny Wright (Greg Kinnear), al que otro tipo de negocio menos cruento ha llevado desde Denver a la gran urbe. Pese a que ambos nombres no tienen nada en común, allí van a constatar que se necesitan mutuamente de un modo que jamás se hubieran imaginado.
"Generalmente, odio las películas de asesinos a sueldo. Sé a dónde van a parar. Me sé todos los recovecos" -comenta Shepard-. "Pero me encantan igualmente, porque resulta que me divierte una historial internacional que contiene armas de fuego. Mi objetivo con el guión de "Matador" estribaba en lograr escribir una película de un asesino a sueldo que realmente me gustara ver".
El cineasta norteamericano, quien ya situó en la capital mexicana otro "thriller", rodado hace seis años, "Distrito Federal", no escribió el guión pensando en Brosnan. "Pensé realizarlo en vídeo digital por 250.000 dólares" -comenta Shepard-. "Escribí el personaje más terrible que pude (el de Julian Noble), porque daba por seguro que esta cinta nunca se realizaría en Hollywood. Supongo que en el momento en que decides escribir desde el alma, y no con el ojo puesto en la ‘comercialidad’ de un proyecto, te estás abriendo a todo un tipo de público distinto".
El agente de Shepard envió el guión a la firma de Brosnan y St. Clair, Irish DreamTime, a manera de modelo de guión. "Sin embargo, antes de lo imaginable, Pierce me telefoneó diciéndome que quería producir y protagonizar el film" -comenta Shepard. La pequeña película digital de 250,000 dólares acababa de conseguir todo un paquete de grandes dimensiones. "Sin embargo, el producto todavía conservó su genuina vibración independiente. Todavía está el nervio de su guión, y los personajes son los que marcan la pauta de la historia. Creo que todo eso fue lo que atrajo a Pierce en primer lugar."
El actor irlandés recuerda así sus sentimientos al leer el libreto: "No tenía ni idea de adónde iba a parar la historia. Me encantó el atrevimiento del personaje y por encima de todo, la esencia de la historia. Sientes a los personajes. Julian lleva asesinando gente desde hace años y aunque ha perdido el alma, en algún lugar recóndito, en las catacumbas de su corazón, todavía arde una llamita. Está en una encrucijada de su vida, con decisiones que tomar".
"Películas como ésta -añade- no son sencillas de hacer. Se trata de mantener un equilibrio; hay que mantener el producto en su tono serio, veraz, dramático, dinámico, y aún con ello, oscurecerlo al mismo tiempo. Richard Shepard ha definido todo eso bien, y cuando lo escrito es bueno todo cuanto hay que hacer es seguir las palabras, usar un poco de imaginación, y procurar que todo sea lo más sencillo posible".
"El guión -dice por su parte Greg Kinnear- era muy creíble, muy posible, además de muy emotivo y divertido, para mayor sorpresa. Desenlaza un gran número de cosas que seguí atentamente a lo largo de todo el guión, y también hay mucha realidad. Me resultó muy humana la idea de ese personaje, ese tipo corriente que se despista en un lugar que le es extraño y se cruza con alguien que no pertenece a su espacio vital, a su universo, y la manera en que esas dos personas pueden relacionarse".
"Matador", a pesar de desarrollar su trama en cuatro escenarios geográficos bien distintos: Tucson y Denver en los EEUU, Budapest (Hungría), Manila (Filipinas), y el propio Distrito Federal, se filmó integramente en esta última ciudad y sus alrededores, poniendo de manifiesto sus amplias posibilidades cinematográficas. Para Shepard, la elección de la capital mexicana para ubicar su historia no ofrecía dudas. Cita la diversidad, la calidez cultural y la escena artística de la ciudad como factores decisivos para hacer de México un lugar tan irresistible. "Ciudad de México tiene el tamaño de Los Ángeles pero con cuatro veces la población de Nueva York. Es enorme y bulle una gran vitalidad; puede percibirse en nuestro film, se siente; y los actores la sintieron en las calles", afirma.
A Brosnan, Ciudad de México le pareció sorprendentemente familiar. "Hay una comunidad obrera que en absoluto es distinta a la de Irlanda" -opina Brosnan-. "En muchos sentidos, ser irlandés se parece mucho a ser mexicano. La gente tiene un gran sentido práctico, la misma religión, opresión, y conflicto. Ambos pueblos son muy orgullosos; tienen grandes corazones que jamás engañan. He disfrutado de un tiempo increíblemente creativo. He pintado... organicé todo un estudio en el hotel. También he escrito; todo eso se debe al trabajo, a un lugar feliz, donde los jugos creativos fluyen. Fue estupendo sentir México en la sangre".
En los célebres Estudios Churubusco de Ciudad de México se construyeron los interiores para la casa de Denver y para los hoteles de Denver y México. El equipo técnico estuvo rodando durante seis semanas en México: unas dos semanas en los interiores de estudio, y los otros 28 días desplazándose por las diversas localizaciones en torno a la ciudad.
- © Redacción (México)-NOTICINE.com
"Casablanca", el mejor texto de todos los tiempos, según los guionistas
7-IV-06
El mejor guión jamás escrito es el de "Casablanca", según han decidido los miembros del sindicato Writers Guild of America en su primera lista de "101 Greatest Screenplays" (Los 101 mejores guiones), hecha pública este jueves en Beverly Hills. En segundo puesto quedó el libreto de "El padrino" y en tercero el de "Chinatown".
Escrito por Julius Epstein, Philip Epstein y Howard Koch, el guión de "Casablanca" se basó en la obra teatral "Everybody Comes to Rick's", de Murray Burnett y Joan Alison, y fue llevado a imágenes por Michael Curtiz en 1942, con Humphrey Bogart e Ingrid Bergman como protagonistas.
Se dice que en los años 80 enviaron a varios grandes estudios el guión original bajo el título de la obra teatral y no con el de la película, pero a pesar de la popularidad de la misma, varios de los receptores no sólo no lo reconocieron, sino que lo rechazaron por "falta de calidad", tener "demasiados diálogos" o "no bastante sexo". "Casablanca" ya había sido citada en el segundo lugar en la lista de los 100 mejores películas de la historia elaborada hace unos años por el American Film Institute, tras "Ciudadano Kane" (cuarta mejor por su guión según WGA).
El presidente del sindicato en su división Oeste, Patric Verrone, ha dicho que los libretos elegidos ahora son "La literatura de nuestra industria del cine y el legado de nuestro sindicato", mientras que su colega del Este, Chris Albers, subrayó que "es difícil pensar en la vida norteamericana sin las películas de esta lista".
Los socios del sindicato Writers Guild of America llegaron al centenar de guiones a partir de una primera selección de 1.400 títulos. Entre los mejores escritores, hay tres nombres que se repiten cuatro veces, los de Woody Allen, Billy Wilder y Francis Ford Coppola. Con tres textos figuran William Goldman, John Huston y Charlie Kaufman. Otro dato curioso es que resultan mejores las adaptaciones (56) que los guiones originales (45).
La lista completa puede consultarse en www.wga.org
El mejor guión jamás escrito es el de "Casablanca", según han decidido los miembros del sindicato Writers Guild of America en su primera lista de "101 Greatest Screenplays" (Los 101 mejores guiones), hecha pública este jueves en Beverly Hills. En segundo puesto quedó el libreto de "El padrino" y en tercero el de "Chinatown".
Escrito por Julius Epstein, Philip Epstein y Howard Koch, el guión de "Casablanca" se basó en la obra teatral "Everybody Comes to Rick's", de Murray Burnett y Joan Alison, y fue llevado a imágenes por Michael Curtiz en 1942, con Humphrey Bogart e Ingrid Bergman como protagonistas.
Se dice que en los años 80 enviaron a varios grandes estudios el guión original bajo el título de la obra teatral y no con el de la película, pero a pesar de la popularidad de la misma, varios de los receptores no sólo no lo reconocieron, sino que lo rechazaron por "falta de calidad", tener "demasiados diálogos" o "no bastante sexo". "Casablanca" ya había sido citada en el segundo lugar en la lista de los 100 mejores películas de la historia elaborada hace unos años por el American Film Institute, tras "Ciudadano Kane" (cuarta mejor por su guión según WGA).
El presidente del sindicato en su división Oeste, Patric Verrone, ha dicho que los libretos elegidos ahora son "La literatura de nuestra industria del cine y el legado de nuestro sindicato", mientras que su colega del Este, Chris Albers, subrayó que "es difícil pensar en la vida norteamericana sin las películas de esta lista".
Los socios del sindicato Writers Guild of America llegaron al centenar de guiones a partir de una primera selección de 1.400 títulos. Entre los mejores escritores, hay tres nombres que se repiten cuatro veces, los de Woody Allen, Billy Wilder y Francis Ford Coppola. Con tres textos figuran William Goldman, John Huston y Charlie Kaufman. Otro dato curioso es que resultan mejores las adaptaciones (56) que los guiones originales (45).
La lista completa puede consultarse en www.wga.org
- © Redacción-NOTICINE.com
ESTRENO: "V de Vendetta", entretenimiento con mensaje
7-IV-06
En 1981, en medio del férreo gobierno de Margaret Thatcher, Alan Moore y David Lloyd publicaron por primera vez "V de Vendetta", una novela gráfica que apareció dentro de una revista de historietas independientes, que trasladó el espíritu de la Gran Bretaña de esos días a una Londres futurista, donde un dictador ejerce su dominio con una de las armas más poderosas: el miedo. Los hermanos Wachowski, hacedores de la trilogía "Matrix", tomaron esa historia para llevarla a la gran pantalla y desatar la polémica con una trama que habla sobre el terrorismo, la censura, la homofobia, la tiranía, la corrupción y la libertad.
"V de Vendetta" sigue a la joven Evey (Natalie Portman), trabajadora de un canal de noticias que como todos los medios es manejado por el gobierno, quien una noche es rescatada de una peligrosa situación por un misterioso hombre enmascarado que se hace llamar V (Hugo Weaving, el agente Smith de "Matrix"). V es un hombre particular, educado, culto, solitario y violento. Su objetivo es liberar al pueblo de un tirano (John Hurt), cumpliendo aquella empresa que no pudo llevar adelante Guy Fawkes, un héroe que en 1605 fue ejecutado tras intentar volar los edificios del Parlamento en respuesta al gobierno tiránico de Jacobo I. V, como lo hiciera Fawkes, eligió el día 5 de noviembre para llevar a cabo su venganza por todos aquellos que padecieron la opresión. Evey lentamente se verá inmersa dentro de este plan y atraída por ese ser que se oculta detrás de una máscara.
Si bien la historia original tiene más de dos décadas y los Wachowski escribieron un primer guión a mediados de los 90, la película llega a las salas de cine en este 2006, en un momento donde el terrorismo ocupa el primer lugar en la lista de preocupaciones de los líderes del mundo. No es de extrañar entonces la polémica que desató esta cinta, a la que se llegó a tildar de ser un manual para el terrorista, ya que su héroe -al que nunca le veremos el rostro- es un hombre que atenta contra el gobierno y su sistema, mediante la violencia. Como para caldear las cosas, uno de los momentos claves de la historia relaciona al metro londinense con una carga de explosivos, algo demasiado cercano y real que obligó en su momento a modificar la fecha de estreno.
Amparado por los hermanos Wachowski, responsables del guión, James McTeigue se hace con la dirección de este film que con sus diferentes niveles de lectura representa a todo régimen totalitario y sus consecuencias, ya sea el nazismo -claramente reflejado en ese Hurt que tanto se asemeja a Hitler- o las dictaduras; con subtramas que aportan visiones sobre las distintas formas de coartar libertades individuales. Todo esto, y he ahí su gran mérito, dentro de un entretenimiento hecho y derecho, con una estética moderna y atractiva, que puede cautivar a aquellos desinteresados por los avatares de este mundo cada vez más turbulento.
En 1981, en medio del férreo gobierno de Margaret Thatcher, Alan Moore y David Lloyd publicaron por primera vez "V de Vendetta", una novela gráfica que apareció dentro de una revista de historietas independientes, que trasladó el espíritu de la Gran Bretaña de esos días a una Londres futurista, donde un dictador ejerce su dominio con una de las armas más poderosas: el miedo. Los hermanos Wachowski, hacedores de la trilogía "Matrix", tomaron esa historia para llevarla a la gran pantalla y desatar la polémica con una trama que habla sobre el terrorismo, la censura, la homofobia, la tiranía, la corrupción y la libertad.
"V de Vendetta" sigue a la joven Evey (Natalie Portman), trabajadora de un canal de noticias que como todos los medios es manejado por el gobierno, quien una noche es rescatada de una peligrosa situación por un misterioso hombre enmascarado que se hace llamar V (Hugo Weaving, el agente Smith de "Matrix"). V es un hombre particular, educado, culto, solitario y violento. Su objetivo es liberar al pueblo de un tirano (John Hurt), cumpliendo aquella empresa que no pudo llevar adelante Guy Fawkes, un héroe que en 1605 fue ejecutado tras intentar volar los edificios del Parlamento en respuesta al gobierno tiránico de Jacobo I. V, como lo hiciera Fawkes, eligió el día 5 de noviembre para llevar a cabo su venganza por todos aquellos que padecieron la opresión. Evey lentamente se verá inmersa dentro de este plan y atraída por ese ser que se oculta detrás de una máscara.
Si bien la historia original tiene más de dos décadas y los Wachowski escribieron un primer guión a mediados de los 90, la película llega a las salas de cine en este 2006, en un momento donde el terrorismo ocupa el primer lugar en la lista de preocupaciones de los líderes del mundo. No es de extrañar entonces la polémica que desató esta cinta, a la que se llegó a tildar de ser un manual para el terrorista, ya que su héroe -al que nunca le veremos el rostro- es un hombre que atenta contra el gobierno y su sistema, mediante la violencia. Como para caldear las cosas, uno de los momentos claves de la historia relaciona al metro londinense con una carga de explosivos, algo demasiado cercano y real que obligó en su momento a modificar la fecha de estreno.
Amparado por los hermanos Wachowski, responsables del guión, James McTeigue se hace con la dirección de este film que con sus diferentes niveles de lectura representa a todo régimen totalitario y sus consecuencias, ya sea el nazismo -claramente reflejado en ese Hurt que tanto se asemeja a Hitler- o las dictaduras; con subtramas que aportan visiones sobre las distintas formas de coartar libertades individuales. Todo esto, y he ahí su gran mérito, dentro de un entretenimiento hecho y derecho, con una estética moderna y atractiva, que puede cautivar a aquellos desinteresados por los avatares de este mundo cada vez más turbulento.
- © Cynthia M. García-NOTICINE.com
Estreno: "El caso Slevin", astros al servicio de un "thriller" independiente
6-IV-06
Las fronteras entre el cine de los grandes estudios y el de las compañías independientes norteamericanas se diluyen en los últimos tiempos. Antes el termino "película independiente" se asociaba con frecuencia a un reparto de gente nueva, poco conocida, quizás alguna figura secundaria de Hollywood que encontraba una oportunidad de protagonismo... Sin embargo, hoy un buen guión avalado por pequeñas productoras es capaz de seducir a los astros mejor pagados de la pantalla y a sus agentes, en busca de un material menos insulso del que habitualmente les ofrecen. "El caso Slevin / Lucky number Slevin", que este fin de semana llega simultáneamente a las pantallas comerciales de Estados Unidos y España, es un buen ejemplo de espectacular "casting" al servicio de un espíritu más o menos independiente y de un bajo presupuesto.
El elenco asustaría a cualquier ejecutivo de "major" por el presunto coste, en caso de que esos actores cobrasen su "caché" habitual: Josh Hartnett, Bruce Willis, Morgan Freeman, Ben Kingsley, Lucy Liu, Stanley Tucci... pero aquí todos rebajaron sus peticiones para participar en un proyecto que nació de la imaginación del guionista Jason Smilovic, como una historia "acerca de un tío con una suerte increíblemente mala", y a lo largo de los años evolucionó hasta convertirse en un "thriller" coral repleto de giros y personajes fuertes. Dos nuevas productoras -una de ellas con Hartnett como socio destacado- quedaron seducidas por esta historia de un desafortunado confundido con un asesino que se encuentra en mitad de una guerra entre capos neoyorquinos. Contactaron con el director escocés Paul McGuigan, a quien también le encantó el guión e inmediatamente aceptó dirigirlo.
El film -cuya acción teóricamente se desarrolla en Nueva York- se rodó mayoritariamente en Canadá (Montreal y Toronto) y sólo una semana en las calles de la ciudad de los rascacielos. El reparto quedó conformado con el arma clave del guión. El productor Chris Roberts reconoce que a dos meses del rodaje Bruce Willis y Morgan Freeman quisieron participar. "Tras leer el guión supimos que había muchos grandes papeles y unos diálogos fantásticos que atraerían a los actores, pero no imaginamos esto. Cuando Morgan y Bruce firmaron fue algo completamente inesperado. Completaron un reparto de ensueño".
Hartnett -protagonista y productor- se sintió no menos feliz de la compañía: "Nunca he estado en un rodaje con tantos actores de gran talento, donde aprendes muchísimo simplemente observándoles. Sir Ben está en otro nivel y todos le mirábamos boquiabiertos cada vez que actuaba. Siempre está examinando las palabras en busca de algo nuevo en el texto que le permita un planteamiento más interesante de su personaje. Y Morgan es un hombre muy cálido y tiene una gran dedicación y comprensión del cine. Si no estaba de acuerdo con alguna indicación de Paul siempre se lo decía pero de un modo sumamente cariñoso. Parece que a Morgan le encanta todo el proceso. Y para mí estar en la misma habitación y colaborar con él y Ben fue increíble. También me divertí muchísimo con Lucy, Bruce y Stanley Tucci. En resumen, es un reparto verdaderamente excepcional”"
El guionista Smilovic espera que los espectadores se pongan en la piel de Slevin, "quien participa contra su voluntad en un extraño experimento criminal. Quiero que los espectadores sientan la misma impotencia y paranoia y sepan apreciar a un tipo que, a pesar de todo lo que ocurre, mantiene la calma y el sentido del humor. Todos tenemos que enfrentarnos a la misma lucha pero nuestra reacción es lo nos hace admirables. Frente a la adversidad a veces tienes que sonreír, bromear y dejar que te rompan la nariz".
Las fronteras entre el cine de los grandes estudios y el de las compañías independientes norteamericanas se diluyen en los últimos tiempos. Antes el termino "película independiente" se asociaba con frecuencia a un reparto de gente nueva, poco conocida, quizás alguna figura secundaria de Hollywood que encontraba una oportunidad de protagonismo... Sin embargo, hoy un buen guión avalado por pequeñas productoras es capaz de seducir a los astros mejor pagados de la pantalla y a sus agentes, en busca de un material menos insulso del que habitualmente les ofrecen. "El caso Slevin / Lucky number Slevin", que este fin de semana llega simultáneamente a las pantallas comerciales de Estados Unidos y España, es un buen ejemplo de espectacular "casting" al servicio de un espíritu más o menos independiente y de un bajo presupuesto.
El elenco asustaría a cualquier ejecutivo de "major" por el presunto coste, en caso de que esos actores cobrasen su "caché" habitual: Josh Hartnett, Bruce Willis, Morgan Freeman, Ben Kingsley, Lucy Liu, Stanley Tucci... pero aquí todos rebajaron sus peticiones para participar en un proyecto que nació de la imaginación del guionista Jason Smilovic, como una historia "acerca de un tío con una suerte increíblemente mala", y a lo largo de los años evolucionó hasta convertirse en un "thriller" coral repleto de giros y personajes fuertes. Dos nuevas productoras -una de ellas con Hartnett como socio destacado- quedaron seducidas por esta historia de un desafortunado confundido con un asesino que se encuentra en mitad de una guerra entre capos neoyorquinos. Contactaron con el director escocés Paul McGuigan, a quien también le encantó el guión e inmediatamente aceptó dirigirlo.
El film -cuya acción teóricamente se desarrolla en Nueva York- se rodó mayoritariamente en Canadá (Montreal y Toronto) y sólo una semana en las calles de la ciudad de los rascacielos. El reparto quedó conformado con el arma clave del guión. El productor Chris Roberts reconoce que a dos meses del rodaje Bruce Willis y Morgan Freeman quisieron participar. "Tras leer el guión supimos que había muchos grandes papeles y unos diálogos fantásticos que atraerían a los actores, pero no imaginamos esto. Cuando Morgan y Bruce firmaron fue algo completamente inesperado. Completaron un reparto de ensueño".
Hartnett -protagonista y productor- se sintió no menos feliz de la compañía: "Nunca he estado en un rodaje con tantos actores de gran talento, donde aprendes muchísimo simplemente observándoles. Sir Ben está en otro nivel y todos le mirábamos boquiabiertos cada vez que actuaba. Siempre está examinando las palabras en busca de algo nuevo en el texto que le permita un planteamiento más interesante de su personaje. Y Morgan es un hombre muy cálido y tiene una gran dedicación y comprensión del cine. Si no estaba de acuerdo con alguna indicación de Paul siempre se lo decía pero de un modo sumamente cariñoso. Parece que a Morgan le encanta todo el proceso. Y para mí estar en la misma habitación y colaborar con él y Ben fue increíble. También me divertí muchísimo con Lucy, Bruce y Stanley Tucci. En resumen, es un reparto verdaderamente excepcional”"
El guionista Smilovic espera que los espectadores se pongan en la piel de Slevin, "quien participa contra su voluntad en un extraño experimento criminal. Quiero que los espectadores sientan la misma impotencia y paranoia y sepan apreciar a un tipo que, a pesar de todo lo que ocurre, mantiene la calma y el sentido del humor. Todos tenemos que enfrentarnos a la misma lucha pero nuestra reacción es lo nos hace admirables. Frente a la adversidad a veces tienes que sonreír, bromear y dejar que te rompan la nariz".
- © Redacción-NOTICINE.com