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Siguen desgranándose los balances y premios anuales de las diferentes instituciones y agrupaciones profesionales de Estados Unidos. Las últimas en publicar sus veredictos han sido el American Film Institute, que nombra una decena de películas sin establecer un orden valorativo entre ellas, y la de Los Angeles Film Critics Association y The New York Film Critics Circle que han elegido a la cinta bélica de Kathryn Bigelow "The hurt locker".

El guionista William Monahan es su denominador común, ya que ambos han trabajado previamente con él, pero hasta ahora nunca Mel Gibson y Leonardo DiCaprio habían rodado juntos. El trío se reunirá para contar un aún sin título drama aventurero de vikingos, que el también actor formado en Australia realizará y el rubio protagonista de "El aviador" interpretará a finales de año. Variety, que brinda la primicia este lunes, no dice palabra del film que Gibson tiene previsto antes filmar en México.

Poco después de ser ella la que provoca el miedo ajeno, en el papel de la vampira Victoria en "La saga Crepúsculo: Eclipse", Bryce Dallas Howard sufrirá más de un susto a cuenta de los espíritus en "Hereafter", la próxima película de Clint Eastwood, un "thriller" sobrenatural escrito por el británico ganador del Oscar Peter Morgan, en la que Matt Damon interpretará a un medium. La actriz tiene pendiente de estreno además de la tercera entrega de la saga creada por Stephenie Meyer el drama independiente "The loss of a teardrop diamond".

Por Jon Apaolaza

Cuando James Cameron dijo presa de la emoción al recoger el Oscar por "Titanic" que se sentía "El rey del mundo", ahora bien podría reclamar el título de emperador. "Avatar", su largamente esperado regreso, es un triunfo y será un éxito. Hay películas que crean época, que significan un antes y un después, que representan la victoria del talento y la sensibilidad humanas de decenas, cientos de mentes creadoras, y hacen avanzar al cine como arte e industria. "Avatar" es una de ellas.

Por Alberto Duque López

No hay nada más personal, arbitrario, injusto e intolerante que la confección de listas de lo mejor durante el año que se acaba o la década que llega a su final, sobre todo cuando (lo comprobarán los lectores más adelante), se imponen criterios políticos, comerciales y hasta religiosos en la escogencia, como en este caso, de las películas que se destacaron en 2009 o estos diez años de un siglo que apenas despega en medio de los mayores conflictos.