Crónicas
Europeos: Murió Francis Lai, HBO ficha a Susanne Bier, Michael Sheen en "The Good Fight"
- Francis Lai, célebre compositor francés de bandas sonorosas de películas como "Historia de amor / Love Story" y "Un hombre y una mujer / Un homme et une femme", murió este miércoles a los 86 años, en su ciudad natal, Niza. Con el film dirigido y escrito por el cineasta francés Claude Lelouch, "Un hombre y una mujer / Un homme et une femme", su primera banda sonora, alcanzó la fama en Francia para consagrarse en Hollywood con "Love Story", que le dio un Oscar. Su versión pop más conocida fue la de Andy Williams.
- © Héctor Ortega-NOTICINE.com
Colaboración: El musgo fresco de la sin tierra
Por Sergio Berrocal
Mi generación, la de los años sesenta, pertenecía sin duda pero también sin razón al perfume Chanel 5, que Marilyn Monroe popularizaría diciendo, en una mentira publicitaria más, que su pijama preferido eran tres gotas de ese elixir.
Mi generación, la de los años sesenta, pertenecía sin duda pero también sin razón al perfume Chanel 5, que Marilyn Monroe popularizaría diciendo, en una mentira publicitaria más, que su pijama preferido eran tres gotas de ese elixir.
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Colaboración: El Lucien de Rubempré que Balzac no conoció
Por Sergio Berrocal
Balzac fue el más extraordinario cronista de la sociedad francesa del siglo XIX. Pese a llamarse Honorato (Honoré), nombre de pila difícil de soportar, supo radiografiar como nadie el corazón de un país en el que el lujo, el boato y las apariencias mandaban.
Balzac fue el más extraordinario cronista de la sociedad francesa del siglo XIX. Pese a llamarse Honorato (Honoré), nombre de pila difícil de soportar, supo radiografiar como nadie el corazón de un país en el que el lujo, el boato y las apariencias mandaban.
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Colaboración: Nunca pasa nada
Por Sergio Berrocal
Nunca había sentido la angustia de la página blanca, como le llaman bonitamente los poetas a la imposibilidad de contar, de escribir, de teclear en el ordenador viendo como en la pantalla aparece una historia, una intención, letras, palabras, cosas que había que decir. Llevo doce días en dique seco. Las ideas no quisieren saltar a la pantalla. O quizá es que hay tanto y tan terrible que contar que las teclas se niegan a elegir entre tanta basura, tanta y tan tremenda falta de moral, de ética, de vida, de muerte y de no sé qué.
Nunca había sentido la angustia de la página blanca, como le llaman bonitamente los poetas a la imposibilidad de contar, de escribir, de teclear en el ordenador viendo como en la pantalla aparece una historia, una intención, letras, palabras, cosas que había que decir. Llevo doce días en dique seco. Las ideas no quisieren saltar a la pantalla. O quizá es que hay tanto y tan terrible que contar que las teclas se niegan a elegir entre tanta basura, tanta y tan tremenda falta de moral, de ética, de vida, de muerte y de no sé qué.
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Colaboración: Dioses y diosas con sirena
Por Sergio Berrocal
Eran tiempos de canciones de Trenet, Aznavour y el belga Adamo te cogía por la cintura y todos parecíamos medianamente felices. París llovía de belleza, aunque en los amaneceres fresquitos tuvieses que esperar en la puerta la llegada de una unidad del SAMU, esas ambulancias de urgencias que aprendimos a amar en Francia.
Eran tiempos de canciones de Trenet, Aznavour y el belga Adamo te cogía por la cintura y todos parecíamos medianamente felices. París llovía de belleza, aunque en los amaneceres fresquitos tuvieses que esperar en la puerta la llegada de una unidad del SAMU, esas ambulancias de urgencias que aprendimos a amar en Francia.
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