Personaje: Sandra Bullock, la novia de América

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Miss agente especial
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En Divine secrets of the Ya Ya SisterhoodMiss agente especial9-VI-02

Por Angel L.Esteban

Ha ocupado durante años el rol más difícil del mundo del espectáculo en Hollywood, el de agradar a todos los miembros de una familia al mismo tiempo. A los hombres por su desparpajo y atractivo físico, y a las mujeres por su expresividad y simpatía, que genera cierto colegueo entre iguales y que la convierte en la hija-nuera-hermana-novia ideal. Pero no resulta fácil mantener el tipo, muchas antes otras han fracasado en el intento. Sandra Bullock, que acaba de estrenar "Divine secrets of the Ya Ya Sisterhood", sin embargo, en estos tiempos de posfeminismo, se esfuerza por demostrar que tiene mucho más que ofrecer que su sonrisa blanqueada y su eterno papel de patito feo con suerte.

Comenzó su carrera siendo siempre la secundaria graciosilla, la ingeniosa no suficientemente bella, que conquistaba el corazón del galán protagonista aunque al final él se largará con la rubia espectacular. Tuvo el anecdótico honor de trabajar con River Phoenix en su última película antes de morir de excesos en Los Angeles, "Esa cosa llamada amor" a las órdenes de Peter Bogdanovich. Allí pudo demostrar sus dotes para la canción, heredadas de su madre soprano, de la que aprendió desde pequeña a manejarse en el terreno de la fama y a viajar constantemente entre ambas orillas del Atlántico.

Fue "Secuestrada" por Jeff Bridges y prácticamente al mismo tiempo formó insospechada pareja con Silvestre Stallone en "Demoliton Man", uno de sus trabajos más dignos, una cinta acción con refrescantes elementos de comedia que corrían enteramente a cargo del personaje de la Bullock. Le sirvió para que todo Hollywood pusiera el ojo en esa chica corriente, en la que todos pensaban para los papeles de heroína cotidiana, algo en lo que ella obtuvo memorable licenciatura

Después al volante del autobús con bomba de "Speed" junto a Keanu Reeves - él fue más listo que ella rechazando la segunda parte - se convirtió en toda una estrella de la noche a la mañana. En poco tiempo demostró su talento para la comedia romántica y se estrelló con los dramas, aceptando todo lo que por entonces rechazaban Julia Roberts o Demi Moore. El resultado, según la revista Forbes, es que se convirtió en la mujer que más dinero ganaba en Hollywood, lo que propició que se convirtiera en productora de sus propios proyectos.

En ese tiempo se estrenaron "Mientras dormías", que resultaba ñoña pero simpática, o "En el amor y la guerra", especie de biopic de Hemingway que nadie resistió con salud. Alternó sucesivamente éxitos ("La red") y fracasos ("Siempre queda el amor"), intentando siempre que se le considerase en serio su vertiente más dramática, como suele ocurrirles a todas las grandes cómicas. Con todo, sorpresas en la carrera de la Bullock hasta ahora las justas: eficaz secundaria en "Tiempo de matar" o "Blanco perfecto", borracha redimida en "28 días", bruja empecinada en "Prácticamente magia" dándole la réplica a una Nicole Kidman de lo más salvaje antes del divorcio, o la más divertida de todas ellas "Miss Agente Especial", donde demuestra que lo suyo son las risas y que debería dedicarse más a ello sin complejos.

Parece sin embargo que ahora renace una nueva Sandra Bullock, la que se atreve a entrar en el terror con "Murder By Numbers", que ahora se estrena, y la que ha encontrado el amor de nuevo (antes estuvieron Tate Donovan, Jason Patrick o Matthew McConaughey) en su último compañero de reparto, quizás su perfecta réplica en masculino, Hugh Grant con quien comparte cartel en "Two Weeks Notice".