Reportaje Oscars 2002: El martirio de los actores secundarios

por © Alberto Duque-NOTICINE.com
K. Bates y J.C. Reilly
K. Bates y J.C. Reilly
D.Quaid y C. CooperK. Bates y J.C. Reilly12-III-03

Desde hace seis años, el semanario Newsweek reúne a destacadas figuras de Hollywood para hablar de la cercanía de los Oscars, sus carreras, sus sueños y frustraciones, logrando algunos de los más cálidos y sinceros momentos. En esta ocasión los invitados fueron actores secundarios que se han destacado en los últimos meses por los magníficos personajes creados: Catherine Zeta-Jones (nominada por "Chicago"), Christopher Walken (por "Atrápame si puedes"), John C.Reilly (por "Chicago"), Kathy Bates ("A propósito de Schmidt"), Dennis Quaid ("Lejos del cielo") y Chris Cooper ("Adaptation"). Esta es una versión abreviada de esa mesa redonda:

¿Cuál es la sensación que les deja la publicidad, la fama?

- COOPER: La gente pierde el sentido de las proporciones y se olvida que hay mucha diferencia entre actuar y aparecer en público. Cuando tuve que hablar en la ceremonia de los Globos de Oro (ganó por "Adaptation" y seguramente ganará un Oscar), me sentí horrorizado, inseguro y traté de hacer chistes pero no pude.
- REILLY: Nunca quise ser famoso pero ahora, cuando llego a una reunión todos me caen encima y me dicen que, como soy actor entonces tengo que hablar o hacer el brindis. Es que nunca sé quién soy hasta cuando alguien me lo dice.
- QUAID: Las cosas han cambiado mucho y los actores, conocidos o no, tienen que salir de su escondite. Nunca me hubiera imaginado a alguien como De Niro o Pacino compartiendo con la prensa en los "junkets" y si uno no aparece, por ejemplo en alguna ceremonia de premiación, se lo critican.
- ZETA-JONES: Es que ahora la gente sabe más de uno, que uno mismo.
- QUAID: O así lo creen.
- ZETA-JONES: El sentido de privacidad, de respeto a la vida ajena se acabo. Ahora todos saben con quién duerme uno, a qué hora se levanta, qué hace, qué come, dónde compra su ropa, en qué supermercado compra las frutas y las verduras, es como si la personalidad de los actores, su vida cotidiana, estuvieran expuestas.
- REILLY: Hasta hace unos pocos años no me hubiera preocupado por estos temas, pero ahora, si uno se niega a compartir algunas horas con centenares de periodistas, lo miran raro como si te preguntaran si quieres volver a trabajar en otras películas.

Pero, si ustedes están en una buena película, ¿no es más fácil exponerse ante el público?

- REILLY: Es más fácil si crees en la película, si piensas que debes promocionarla. Lo incómodo es cuando descubres que el resultado final no es lo que esperabas. Esos son los días en que tengo que apelar a todas mis fuerzas para decir mentiras ante la prensa y aparentar un entusiasmo que no tengo.
- BATES: Pero, si mentimos para vivir y comer, ¿para qué tenemos que contarles nuestras verdades?.

Todos los que están en esta mesa saben cantar y bailar y la mayoría comenzó muy temprano en el cine. Christopher, su madre formaba parte de una sociedad de mamás de niños actores...

- WALKEN: Bueno, eran los años cincuenta y la televisión era en vivo, había unos 90 programas en directo a la semana y necesitaban muchos niños que supieran cantar y bailar, de modo que todos íbamos a las academias a aprender para poder actuar más que los otros.
- BATES: Recuerdo que iba a clases de danza y canto desde muy pequeña.
- WALKEN: Claro, todos aprendimos clases de zapateado.
- ZETA-JONES: Yo tomé clases desde los cuatro años.
- REILLY: Donde yo me levanté, en Chicago, lo único que la gente quería ver, eran películas y espectáculos musicales. Afortunadamente existían también las escuelas dramáticas que me hicieron lo que soy.

Chris, usted estudió danza durante varios años....

- COOPER: Es una de las mejores cosas que me han sucedido en la vida, tener que esconder la timidez ante más de treinta mujeres que me observaban. Porque de otra manera hubiera renunciado a ser actor.

John, ¿usted siente que después de los años finalmente reconocen su trabajo en el cine?

- REILLY: Sinceramente solo en los últimos años he venido a sentir que aprecian mi trabajo.
- BATES: Yo siempre he respetado su trabajo.
- REILLY: Ha sido una lucha constante para que te paguen mejor, te den mejores papeles, deseando que todo fuera más sencillo de lograr.
- QUAID: Es muy difícil cuando no eres la estrella de la película. Básicamente no te pagan lo que mereces porque los productores invierten todo su dinero en los protagonistas y a los secundarios nos dejan con poco.
- BATES: Parecemos perros peleando por una vasija de comida.

Catherine, ¿podría hablar sobre su transición de Inglaterra a Hollywood? Parece que la prensa británica hace que los tabloides norteamericanos parezcan juegos de niños....

- ZETA-JONES: Fue una experiencia frustrante porque nunca me buscaban los mejores directores, sino los reporteros que querían tomar fotos de mis senos o mis piernas mientras grababa una serie de televisión. Entonces decidí venir a Los Angeles con un visado de seis meses, hice fila en los estudios, presenté pruebas como cualquiera, grabé un anuncio de televisión que no era gran cosa pero Spielberg lo vio y me llamó para una prueba en el set de "La máscara del Zorro" y ahí comenzó todo.

¿Cómo viven ustedes el acoso de los fans?

- QUAID: Cuando comencé mi carrera, quería ser solo un buen actor y cuando las cosas se me salieron de las manos le rogué a Dios que alejara la fama de mí, y ya ve, durante varios años me hizo caso.
- COOPER: Me conozco muy bien y sé que sería incapaz de manejar una situación así.
- BATES: Cuando gané el Oscar por "Misery" tuve que ir a Chicago a participar en una película pequeña. Pensaba que todo sería normal pero pronto descubrí la tragedia de la fama. A las dos de la mañana vi una fila de admiradores haciendo cola para conseguir un autógrafo, pensé que era por Alec Baldwin pero me esperaban a mi, y cuando tuve que sacar el perro a la calle, me enviaron con un guardaespaldas. En mitad del paseo el perro hizo popó y como no quise que el hombre lo limpiara, me agaché, tomé un papel para recogerlo y descubrí que tenía mi autógrafo.

¿Es cierto que a los actores secundarios los tratan mal, les entregan los libreros pocas horas antes de rodar?

- WALKEN: A los secundarios nos olvidan y nunca estamos seguros de la escena que filmaremos mañana.
- ZETA-JONES: También ocurre que te exigen más de la cuenta, como en el rodaje de "Chicago", después de varias tomas subida en una mesa y bailando, llega el director y me dice que no, que no lo estaba haciendo bien, y ya las piernas no las soportaba del calambre y el cansancio. Eran las tres de la mañana.