80 años del nacimiento de Ava Gardner, el bello animal que tumbó a John Huston

por © J.A.-NOTICINE.com
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La llamaron "el animal más bello del mundo", y era efectivamente hermosa, muy hermosa, pero también impetuosa, rebelde, y amiga de las noches de vino y rosas. España fue testigo de algunas de ellas. Hoy, cuando celebramos -evidentemente con una copa en la mano- el 80 aniversario de su nacimiento, Ava Gardner sigue siendo recordada como una de las más magnéticas personalidades de la pantalla, y la única mujer que fue capaz de tumbar a John Huston bebiendo whisky.

Nació el 24 de diciembre de 1922 en Smithfield (Carolina del Norte), ciudad que abandonó después de que un representante de la Metro la viera en un estudio fotográfico. Tras unas pruebas, Ava Gardner pasó en 1941 a formar parte del grupo de actores del estudio con Lana Turner, Judy Garland, Van Johnson y Mickey Rooney, con el que después se casaría en ese mismo año.

La nueva actriz permaneció durante diecisiete años en la MGM, desafiando en ocasiones las normas y trabajando para otras compañías, como cuando interpretó a la bailarina española de "La condesa descalza", dirigida por Joseph L. Mankiewicz. Además de este director, trabajó con los mejores de Holywood, como Huston, Cuckor o Ford.

"Venus era mujer", "El gran pecador", "Mundos opuestos", "Soborno", "Pandora y el holandés herrante", "Estrella del destino", "Melodías de Broadway", "La hora final", "55 días en Pekín" fueron su plataforma al estrellato.

Pero Ava Lavinia Gardner, hija de un granjero con numerosa prole, dió mucho que hablar a lo largo de su vida por razones extracinematográficas: amores apasionados y afición compulsiva por la bebida. Su primera presencia en la crónica rosa fue por su paradójica boda con el bajito e imberbe Mickey Rooney en 1942, de quien se separó un año después. En 1945 la actriz dió nuevamente el sí, esta vez al músico de jazz Artie Shaw.

Tras divorciarse de Shaw, la diva mantuvo un tempestuoso idilio con Frank Sinatra, con quien se casó en 1951. Tres años después se la vió en su papel más conocido, "La condesa de los pies descalzos". En 1957, la actriz se trasladó a Madrid, donde fijó su residencia y protagonizó portadas de revistas con sus amores con toreros y famosos, pero también con cualquiera que se le pusiera "a tiro" tras una salida nocturna, ya fuera taxista o ascensorista. Llegó a tener dos casas en la capital española, un chalet en el barrio elitista de La Moraleja, llamado La Bruja, y un ático en la calle Doctor Arce, aparte de una suite en el Castellana Hilton. A partir de la década de los sesenta, vivió alternativamente en Italia, Hollywood y Londres, donde murió.

En sus últimos años, la mujer que en México fue capaz de tomar más que el bebedor John Huston, durante el rodaje de "La noche de la iguana" (1964), se resintió de tamaños excesos. Sufrió un infarto en 1986 e ingresó en el hospital a principios del 89. Murió a los 67 años de edad, el 24 de enero, la juventud marchitada y la vejez asumida, con un excepticismo profundo en torno a la vida, el cine y la gente.