Marilyn Monroe, un mito muy vivo 40 años después

por © J.A.-NOTICINE.com
El calendario 1953 y su última foto, ya cadáver
El calendario 1953 y su última foto, ya cadáver
Cinco momentos estelares en su carreraEl calendario 1953 y su última foto, ya cadáver5-VIII-02

El 5 de agosto de 1962, su ama de llaves descubría el cuerpo de Marilyn Monroe. Acababa de morir una de las mujeres más hermosas del cine de Hollywood, y en ese preciso momento nacía el mito de la estrella más rutilante del siglo XX, alimentado por un fallecimiento tan prematuro -a los 36 años- como discutido y por una biografía tan llena de tragedia como de éxito. Aún hoy, 40 años después, decenas de asociaciones, cientos de páginas en la red, libros, reportajes en TV y artículos nos demuestran que su recuerdo sigue vivo. Marilyn no sólo es un símbolo sexual, también el resultado de lo que la fama puede tener de destructivo en una persona admirada por muchos pero realmente amada por pocos, cuya sed de ternura nunca pudo ser saciada, quizás por su propia incapacidad psicológica para encajar lo que aquella vida llena de claroscuros le había deparado.

Marilyn nacía el 1 de junio de 1926, en Los Angeles. Su madre, Gladys Baker, una modesta trabajadora de la industria cinematográfica, fue permanente carne de manicomio. Su padre pudo ser C. Stanley Gifford, compañero de trabajo de Gladys y uno de sus muchos amantes. La pequeña Norma Jean Baker vivió en la inestabilidad, de orfanato en orfanato, o recogida por sucesivos padres adoptivos. Según algunos biógrafos, uno de ellos llegó a abusar de ella, siendo todavía una niña. Para salir quizás de ese infierno, se casó por primera vez nada más cumplir los 16 años. El se llamaba Jim Dougerthy, y era un joven de origen irlandés, con 21 años, empleado en una fábrica de aviones, que al estallar la guerra fue movilizado. Norma Jean entró a trabajar en un taller de paracaidas. Un fotógrafo de la Armada, encontró en Norma ella Jean una modelo ideal. El mismo le puso en contacto con la agencia de modelos "Blue books". Su directora le consiguió una prueba en la 20th Century Fox con éxito rotundo.

Casi un año y medio estuvo "haciendo pasillos" sin que la Fox diera trabajo a "una más" de las rubias del estudio. Tras dos trabajos en el 48 que apenas superaban la figuración, fue cedida a la Columbia para el musical "Ladys of the Chorus", y a la Metro para "Amor en conserva", al lado de los hermanos Marx. Tras esta película, Marilyn cambió de agente e hizo "La jungla de asfalto" y "Eva al desnudo".

La carrera de Marilyn conoció un definitivo empuje en el 51 con "Clash by night", cuyo estreno fue precedido por la publicación del famosísimo calendario, fotografiado dos años antes con la rubia estrella completamente desnuda. Después vendría otro papel secundario junto a Cary Grant en "Me siento rejuvenecer", para consagrarse como estrella definitivamente en 1953, con "Niágara", al lado de Joseh Cotten. El 53 fue sin duda el "año Marilyn". Además de "Niágara", rodó "Los caballeros las prefieren rubias" y "Cómo casarse con un millonario".

Meses antes del estreno de "Los caballeros las prefieren rubias", Marilyn había contraido su segundo matrimonio, que le uniría durante sólo 8 meses con el ídolo deportivo Joe DiMaggio.

Los dos siguientes títulos de la rubia platino, "Rio sin retorno" y "Luces de candilejas" afianzaron su éxito, y dan la oportunidad de comprobar que además de actuar, Marilyn cantaba con una voz calida y peculiar. Por entonces, ella quería demostrar que no sólo tenia facilidad para la comedia, sino que podía ser una aceptable actriz dramática. Por eso hizo "Bus stop", de Joshua Logan.

1956 es el año en el que Marilyn contrae nupcias por tercera vez, con Arthur Miller, escritor y dramaturgo judío de gran prestigio, con simpatías izquierdistas. Tal vez influida por su nuevo marido, decidió producir -asociada al británico Laurence Olivier- "El príncipe y la corista". Sin embargo, esa experiencia tampoco resultó rentable. Sí contó con brillantes resultados artísticos y económicos: "Con faldas y a lo loco", dirigida por Billy Wilder, con el que había hecho cuatro años antes "La tentación vive arriba".

Su crisis depresiva se agudizó durante el rodaje de "El multimillonario", película que dirigió George Cukor y que interpretó junto al francés Yves Montand, con quien mantuvo un fugaz idilio. Al año siguiente, 1961, Marilyn rodó con su admirado Clark Gable "Vidas rebeldes", escrita por Arthur Miller y dirigida por John Huston. Su tendencia a la depresión se agravó.

La Fox, contrariada por su salud mental, la incluyó en el reparto de una película, "Something got to give", junto a Dean Martin, para finalizar así su contrato. Mientras rodaba esta comedia, se hizo notoria su relación con los hermanos Kennedy, el presidente John y Bob, a los que había conocido por el cuñado de ambos, Peter Lawford, miembro del "clan Sinatra". No la llegó a acabar. La Fox, escudándose en sus impuntualidades y una enfermedad apoyada no obstante por certificados médicos. Otros sostienen que en realidad el estudio canceló el proyecto por problemas económicos derivados del exceso de gasto en otra producción, la de la película "Cleopatra". 40 pastillas de nembutal terminaron con su vida el 5 de agosto de 1962, sin que aún haya una explicación definitiva a la multitud de incognitas y circunstancias extrañas del supuesto suicidio. Multitud de pruebas desaparecieron de su casa, entre ellas una fundamental, el diario rojo en el que anotaba por ejemplo las referencias de sus citas con famosos personajes, entre ellos los dos hermanos Kennedy. Un complot político, un crimen de la mafia y hasta un error médico en las recetas han sido citados como causa de su muerte. Diversos intentos de reabrir el caso, el último hace diez años, fracasaron, siempre por falta de pruebas.

Todo esto sólo ha amplificado el culto al mito de Marilyn, actriz especialmente dotada para la comedia, pero capaz de convincentes registros dramáticos (véase "Bus stop"), y muy aceptable cantante. Todavía hoy, sus fans se cuentan por millones en todo el mundo.