Crítica: "Close" de Lukas Dhont, la viva destrucción de la inocencia

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"Close"
"Close"
Por José Daniel Díaz      

Se estrena una de las pelis del año, la dura pero real "Close", de Lukas Dhont. Seleccionada por Bélgica para representar a su país en los Oscar, nominada a cinco premios del cine europeo y estrenada mundialmente en Cannes, esta joya cinematográfica retrata con una sensibilidad exquisita la relación de dos amigos de 12 años que la sociedad logra deteriorar. Ya se ha presentado en cines españoles y esta semana en los estadounidenses.

Lukas Dhont es un cineasta belga que con apenas dos largometrajes se ha convertido en una referencia del cine social actual. Con su anterior título, "Girl", ya mostraba con gran delicadeza la lucha de una joven transgénero por convertirse en bailarina. Pese a presentarse en una sección paralela de Cannes, su repercusión fue tremenda.

Con "Close" llegó su presentación en la sección oficial de Cannes donde obtuvo el gran premio del jurado. Esta historia emociona desde los primeros fotogramas. La relación entre Leo y Remy, dos chavales de 12 años que mantienen una amistad profunda y sincera, se plantea como un acto de amor. No en vano, está inspirada en unos estudios que reafirmaban cómo los niños de 12 o 13 años eran capaces de compartir sus sentimientos con sus amigos a un nivel muy superior a los adolescentes. La sociedad se ríe de la sensibilidad y abraza sin reparo la frialdad, especialmente en los niños.

Estos dos niños no viven al margen de lo que les rodea. Los comentarios malintencionados calan en la frágil conciencia de la niñez hasta el punto de encontrar el mal donde solo podríamos ver el bien. La inteligencia emocional destruída, curiosamente la misma que intentamos recuperar cuando llega la madurez. Y con el agravante de poder llegar a generar traumas irrecuperables.

Y todo es tan creíble gracias a las soberbias interpretaciones de los dos jovenes actores que la protagonizan. Tanto Eden Dambrine como Gustav de Waele aportan una verdad a sus personajes difícil de igualar. Se plantean situaciones embarazosas, sentimientos muy íntimos y un sufrimiento contenido que muy pocos actores sabrían sacar adelante. Ellos lo hacen y con nota.

La película plantea cómo la sociedad te empuja a la "normalidad", a lo que algunos consideran aceptable para que el mundo sea gris, para que la diversidad y la sensibilidad no vaya más allá de lo que nuestros ojos quieren ver. Pese a la supuesta libertad que impera en las sociedades occidentales, no deja de existir el mundo de las normas no escritas que tiene más poder que la ley plasmada en un papel. Y como refleja Lukas Dhont en esta película, es imposible enfrentarse a ello desde la mirada de un niño que solo quiere sentirse aceptado.

Tan maravillosa como devastadora, esta película nos deja un pesar en el alma, un vacío y una impotencia que traspasa la pantalla. Porque la película nos enseña la alegría previa al dolor y la utopía frente a la triste realidad. Y cómo siempre los "normales" se imponen a los distintos o a las situaciones que su encorsetada mente no alcanza a comprender.

Pero para eso están películas como "Close", para exponer todo el camino que aún le queda por recorrer a una sociedad enquistada en su autocomplacencia. Y lo hace con unas interpretaciones, una fotografía, un movimiento de cámara y un guión de muchísima altura. Así todo se entiende mejor, así el mensaje cobra sentido.

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