Crítica: "The Undeclared War", el premonitorio ciber-thriller contra Putin

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La programadora Saara Parvin (Hannah Khalique-Brown)
La programadora Saara Parvin (Hannah Khalique-Brown)
Por Jon Apaolaza    
  
Estrenada a principios de este verano en Gran Bretaña (Channel 4) y ahora en agosto en EEUU (Peacock), "The Undeclared War" es una tan ambiciosa como premonitoria serie sobre la política expansionista de la Rusia de Putin, que podría llevarnos a un conflicto mundial de imprevisibles consecuencias.

Dirigida y creada por Peter Kosminsky, "The Undeclared War" (La guerra no declarada), se desarrolla en el Reino Unido de 2024, con un premier negro conservador, que se enfrenta a unos inminentes elecciones parlamentarias. Rusia se apresta a influir en sus resultados, con la intención de desestabilizar el país, a través de redes sociales, fake news y un masivo ciberataque contra el sistema de internet.

La recién graduada programadora Saara Parvin (Hannah Khalique-Brown), de familia india musulmana, consigue un trabajo en el GCHQ, la agencia británica de seguridad informática. Nada más entrar en el departamento de malware, se enfrenta brillantemente a un ciberataque ruso que deja al país sin buena parte de los servicios en línea. Pero es solo el principio. El código malicioso introducido por los servicios secretos y los hackers de Putin posee "puertas secretas" capaces de lograr una destrucción mucho mayor. Un sector del gobierno quiere responder con la misma contundencia, sobre todo cuando los rusos modifican el sistema informático de las elecciones para dar la victoria a los conservadores, gracias a la anulación de la inscripción electoral de musulmanes y afrodescendientes. Saara, con la ayuda de un excompañero ruso de estudios, intentará descifrar las armas ocultas del virus informático antes de que el conflicto cibernético se convierta en guerra armada abierta.

Lo premonitorio de "The Undeclared War", en cuyo elenco figuran también Simon Pegg, Maisie Richardson-Sellers y Mark Rylance, es mostrar la agresividad imperialista de Putin. En la ficción de Kosminsky se trata de avanzar más allá de lo que ya hizo el líder ruso en las elecciones que dieron el triunfo al ultraderechista Trump en EEUU, pero en la realidad, Putin decidió regresar a la guerra tradicional con la invasión de Ucrania poco antes del estreno de la serie. Sin embargo, los objetivos son los mismos, reivindicar su poder y recuperar el estatus de superpotencia temible que tuvo la Unión Soviética.

Esta coproducción británico-estadounidense disfruta de notables actuaciones, empezando por la de la propia joven protagonista, Hannah Khalique-Brown, y las de los experimentados  Pegg y Rylance. Peter Kosminsky, por su parte, imprime un suspense ágil y aporta suficientes giros de guión como para mantener el interés del espectador, pese a que traducir los códigos informáticos a imágenes siempre ha sido tarea ardua. En esta ocasión, con una aproximación metafórica digna del realismo mágico, no importa que carezcamos de conocimientos informáticos.

El abrupto final de su sexto y último episodio, que nos hace pensar en dónde están los siguientes capítulos, ya que no hay desenlace, y las buenas críticas, invitan a pensar en que  "The Undeclared War" tendrá al menos una segunda temporada. La esperamos con ansiedad.

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