Crítica: "Churchill", culpable ante sí mismo, juzgado por la historia

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"Churchill"
Por Eduardo Larrocha     

Un profundo sentimiento de culpa acosa a Winston Churchill en los días previos al desembarco de Normandía. Caminando melancólico por una playa del sur de Inglaterra, a sus 70 años, el primer ministro británico sortea con dificultad las olas que le devuelven la memoria ensangrentada de otras contiendas. A partir de esta secuencia inicial se va construyendo la radiografía emocional del personaje admirado y criticado por sus conciudadanos. "Churchill" (2017) lleva en la realización el trazo correcto -a veces desbocado- del australiano Jonathan Teplitzky, quien tiene a sus espaldas películas como "Better than sex" y "Burning man".

A lo largo de una hora y tres cuartos, el legendario político evoca la batalla de Gallipoli durante la Primera Guerra Mundial. Como ministro de la Guerra y del Aire tuvo en ella una intervención trágica y decisiva. Un irreconocible Brian Cox, envejecido y engrosado para la ocasión, da vida a Sir Winston Churchill de quien conocemos su perfil más humano. Recordamos al actor británico en "Braveheart" y "Match Point". Hay quien ya piensa en él como candidato al próximo Oscar al mejor actor.
   
En esta producción británica destacan por su impecable trabajo, Miranda Richardson, como Clemmie, esposa y soporte de broncas domésticas, inseguridades y ataques de ansiedad de Winston. También un papel histórico el de John Slattery, contrapunto militar, dando vida al general Eisenhower. Ella Purnell interpreta a Helen Garret la secretaria que marca límites de dignidad humana al Primer Ministro. Es singular el papel del tartamudo Rey Jorge VI que, como Churchill, ha sido objeto de varias películas. Lo interpreta el actor británico James Purefoy. Aquel Marco Antonio de la serie "Roma".
   
En el desarrollo de este drama histórico, al estadista le acongoja tener que dar el visto bueno a una operación militar que está seguro de que va a costar -así fue en realidad- miles de vidas de jóvenes soldados. En la playa esperan la orden un millón de tropas aliadas y Churchill se enfrenta a los generales Montgomery y Eisenhower intentando evitar la masacre. El cine parece recordarnos una vez más lo que no debería volver ocurrir. Ahí están, entre otras, las recientes "Dunkerke" y "Su mejor historia".
    
Brillante trabajo el de la guionista Alex von Tunzelmann. Esta joven historiadora se está convirtiendo en narradora cinematográfica de la historia de Gran Bretaña. Buen ejemplo de su trayectoria es la serie de televisión "Indian Summer" donde describe el final de la colonización de la India. Es su primer guión para un largometraje.
    
Drama bélico sin imágenes de batallas sangrientas, "Churchill" ha tenido  una desigual acogida en Reino Unido. Es una biopic psicológica e instantánea de un tiempo histórico que vuelve con insistencia a nuestras pantallas. El próximo año veremos "Darkest hour" otra película que retoma la figura del Premier británico, interpretado por Gary Oldman. De momento tenemos "Churchill" en nuestra salas.

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