Entrevista exclusiva con Steven Spielberg: "Indiana Jones no morirá en su próxima película"
- por © Daniela Creamer-NOTICINE.com
Tras algunas películas de argumentos serios, Steven Spielberg, el maestro de la imaginación y la fantasía, regresa, a sus 70 años, con "Mi amigo el gigante / El buen amigo gigante / The BFG", que se estrena el 1 de julio en Norteamérica, a despertar al niño que tenemos todos en nuestro interior con la magia que emana de su cine. "La imaginación es una fuga de la realidad. Pero al mismo tiempo, podría ayudarnos a hacer de este mundo algo mejor. Cada uno debería trabajar más en ello para ser menos egoísta y ser más participes socorriendo a la humanidad”, explica el cineasta en esta entrevista en exclusiva con NOTICINE.com, en la que niega que Indiana Jones vaya a correr la misma suerte que Han Solo.
Spielberg, encantador y tierno, con su chaqueta azul intenso, pantalones rojos, corbata de rayas coloridas y zapatos deportivos, demuestra merecerse cada vez más el apodo de rey Midas de Hollywood, por ser uno de los cineastas más influyentes del Séptimo Arte, quien bien podría ser considerado el Walt Disney de hoy. Recientemente estuvo en Cannes para el estreno mundial de su nuevo film, y recordaba así: "En 1982 vine al festival con E.T., el mismo año en que Roald Dahl ("Los Gremlins", "Charlie y la fábrica de chocolate", "Matilda"…) publicó su libro "BFG, El gran gigante bonachón", que acabo de llevar ahora a la gran pantalla y que sedujo a la crítica en Cannes. Es una obra optimista y llena de esperanza, que cautivó mi infancia y la de mis hijos. Obra del destino". En efecto, Spielberg se ha consagrado con esto como el gran "gigante amigo” del publico universal.
En la ficción, que gracias a la técnica de captura mezcla personajes animados con actores de carne y hueso, Spielberg pierde la dimensión. "The BFG", como se titula su nueva aventura cinematográfica, fuera de competición en Cannes, tiene 7 metros de altura, mientras sus compañeros lo subestiman porque ellos tienen entre 12 y 16 metros. Además, son malvados y se nutren comiendo niños en el país de los gigantes. Irónicamente, él debe proteger incondicionalmente a una niña londinense que ha capturado una noche fría en el orfanato. Sera la pequeña Sofia quien lo conduzca al Buckingham Palace para pedir ayuda a la Reina Elizabeth y acabar con la banda de infames. En el encuentro cara a cara con Spielberg, impresionan la calidez de su trato, su sencillez y su modo tan personal de vivir la madurez sin dejar de ser niño… un niño travieso.
- ¿Cómo logra plasmar la magia en las películas a pesar de la crueldad de la realidad?
Las películas mágicas te hacen huir de la realidad, hasta cuando terminan. Luego regresas al mundo real. Te llevan a soñar y a usar la propia imaginación. Deberíamos hacer uso de ellas para mejorar la humanidad, para llevar a la gente a un mundo menos egoísta y ocuparnos para ayudar a resolver los problemas ajenos.
- ¿De dónde nace su inspiración?
Es un don que llega y me arrebata. No se construye ni tampoco sé de dónde proviene. Más bien me duele mucho su ausencia, porque nada puedo crear hasta que ella llega.
- Usted, sin duda, tiene el don de la creatividad…
Pienso que todos somos creativos en igual modo. Y yo no lo soy ni más ni menos que muchos otros. Probablemente los demás nos han tenido el tiempo de sumergirse en ella. Pero es un don que considero tenemos todos desde que nacemos. Algunos la encuentran más rápidamente que otros. Hay quien no la encuentran nunca.
- Se habla de un quinto episodio de "Indiana Jones". Cree que así como el personaje de Harrinson Ford, Hans Solo, muere en "Star Wars", ¿debería ahora desaparecer también en esta saga aventurera?
No. Absolutamente no. Él no puede morir jamás. (risas) Pero prefiero no hablar mucho del próximo film porque es aun todo un misterio.
- El hecho de que este mundo este invadido por la alta tecnología, ¿ha influenciado su modo de expresar la fantasía?
No, por el contrario. La tecnología me ha permitido plasmar e ilustrar cosas más reales, y de provocar emociones más fuertes. Técnicamente no hubiésemos sido capaces de capturar las acciones de Harrison Ford en "Star Wars", por ejemplo, y no hubiese sido posible hacer estas películas tan solo hace siete años. En realidad la gente se sumerge y se involucra tanto en los personajes y en sus aventuras que ni siquiera presta atención a la tecnología que esto conlleva.
- Su gigante es una especie de alquimista de los sueños, para luego implantarlos en el subconsciente de la gente. ¿Cuál tipo de sueno hubiese usted querido que él le elabore?
Mi sueño es llevar a toda la gente que está en desacuerdo en el planeta a vivir en armonía, y que ya no haya más diferencias entre ellos. Obviamente, quisiera vivir en un mundo lleno de paz. Sin más guerras, sufrimientos, dolor y torturas.
- ¿Cuál ha sido su peor pesadilla?
Siempre he padecido del terror de las persecuciones de grandes animales, como los dinosaurios o los osos enormes. Y este pánico lo he traspasado a mis películas. Escribo y elaboro todo en base a mis sueños, por eso son tan intensas y fantasiosas.
- ¿Por qué sus protagonistas son casi siempre niños desamparados, solitarios, con carencia de amor que al final logran redimirse?
Porque no me gustan los films dramáticos. Por ello mis películas siempre ofrecen una buena solución para un buen final.
- ¿Esto tiene relación con su infancia? ¿Cómo la recuerda?
Yo no era un niño normal. Era un niño muy impaciente y muy débil. He sido más razonable como adulto que como niño. Cuando iba a los restaurantes con mis padres, siempre invadía las otras mesas y picoteaba de la comida ajena. Mis padres se avergonzaban mucho de mí y no sabían que hacer conmigo. Era muy inquieto y no aguantaba ni dos minutos seguidos en una silla. Era un bribón. Ahora de adulto, me comporto mejor (risas).
- A través de algunas de sus películas, "Amistad", "Salvar al soldado Ryan / Saving private Ryan", "Lincoln…" reconstruye parte de la historia norteamericana. En estos tiempos complicados y sombríos ¿Ha pensado en como dirigiría una película sobre el futuro de la humanidad?
Si tuviera que hacerlo, sería muy optimista. Lo soy siempre. Mientras peores son los tiempos, más necesitamos de magia y fantasía. La humanidad es inteligente y sagaz y tiene una profunda inteligencia emocional. Sería muy diferente si nosotros tuviésemos líderes que nos permitieran hablar unos con otros y pudiésemos resolver nuestras diversidades ideológicas, religiosas, políticas y culturales. Determinaríamos las motivaciones que nos llevan a matarnos entre nosotros y quizá podríamos encontrar las soluciones para que la raza humana dialogue y sobreviva. Esto tiene que suceder antes o después.
Spielberg, encantador y tierno, con su chaqueta azul intenso, pantalones rojos, corbata de rayas coloridas y zapatos deportivos, demuestra merecerse cada vez más el apodo de rey Midas de Hollywood, por ser uno de los cineastas más influyentes del Séptimo Arte, quien bien podría ser considerado el Walt Disney de hoy. Recientemente estuvo en Cannes para el estreno mundial de su nuevo film, y recordaba así: "En 1982 vine al festival con E.T., el mismo año en que Roald Dahl ("Los Gremlins", "Charlie y la fábrica de chocolate", "Matilda"…) publicó su libro "BFG, El gran gigante bonachón", que acabo de llevar ahora a la gran pantalla y que sedujo a la crítica en Cannes. Es una obra optimista y llena de esperanza, que cautivó mi infancia y la de mis hijos. Obra del destino". En efecto, Spielberg se ha consagrado con esto como el gran "gigante amigo” del publico universal.
En la ficción, que gracias a la técnica de captura mezcla personajes animados con actores de carne y hueso, Spielberg pierde la dimensión. "The BFG", como se titula su nueva aventura cinematográfica, fuera de competición en Cannes, tiene 7 metros de altura, mientras sus compañeros lo subestiman porque ellos tienen entre 12 y 16 metros. Además, son malvados y se nutren comiendo niños en el país de los gigantes. Irónicamente, él debe proteger incondicionalmente a una niña londinense que ha capturado una noche fría en el orfanato. Sera la pequeña Sofia quien lo conduzca al Buckingham Palace para pedir ayuda a la Reina Elizabeth y acabar con la banda de infames. En el encuentro cara a cara con Spielberg, impresionan la calidez de su trato, su sencillez y su modo tan personal de vivir la madurez sin dejar de ser niño… un niño travieso.
- ¿Cómo logra plasmar la magia en las películas a pesar de la crueldad de la realidad?
Las películas mágicas te hacen huir de la realidad, hasta cuando terminan. Luego regresas al mundo real. Te llevan a soñar y a usar la propia imaginación. Deberíamos hacer uso de ellas para mejorar la humanidad, para llevar a la gente a un mundo menos egoísta y ocuparnos para ayudar a resolver los problemas ajenos.
- ¿De dónde nace su inspiración?
Es un don que llega y me arrebata. No se construye ni tampoco sé de dónde proviene. Más bien me duele mucho su ausencia, porque nada puedo crear hasta que ella llega.
- Usted, sin duda, tiene el don de la creatividad…
Pienso que todos somos creativos en igual modo. Y yo no lo soy ni más ni menos que muchos otros. Probablemente los demás nos han tenido el tiempo de sumergirse en ella. Pero es un don que considero tenemos todos desde que nacemos. Algunos la encuentran más rápidamente que otros. Hay quien no la encuentran nunca.
- Se habla de un quinto episodio de "Indiana Jones". Cree que así como el personaje de Harrinson Ford, Hans Solo, muere en "Star Wars", ¿debería ahora desaparecer también en esta saga aventurera?
No. Absolutamente no. Él no puede morir jamás. (risas) Pero prefiero no hablar mucho del próximo film porque es aun todo un misterio.
- El hecho de que este mundo este invadido por la alta tecnología, ¿ha influenciado su modo de expresar la fantasía?
No, por el contrario. La tecnología me ha permitido plasmar e ilustrar cosas más reales, y de provocar emociones más fuertes. Técnicamente no hubiésemos sido capaces de capturar las acciones de Harrison Ford en "Star Wars", por ejemplo, y no hubiese sido posible hacer estas películas tan solo hace siete años. En realidad la gente se sumerge y se involucra tanto en los personajes y en sus aventuras que ni siquiera presta atención a la tecnología que esto conlleva.
- Su gigante es una especie de alquimista de los sueños, para luego implantarlos en el subconsciente de la gente. ¿Cuál tipo de sueno hubiese usted querido que él le elabore?
Mi sueño es llevar a toda la gente que está en desacuerdo en el planeta a vivir en armonía, y que ya no haya más diferencias entre ellos. Obviamente, quisiera vivir en un mundo lleno de paz. Sin más guerras, sufrimientos, dolor y torturas.
- ¿Cuál ha sido su peor pesadilla?
Siempre he padecido del terror de las persecuciones de grandes animales, como los dinosaurios o los osos enormes. Y este pánico lo he traspasado a mis películas. Escribo y elaboro todo en base a mis sueños, por eso son tan intensas y fantasiosas.
- ¿Por qué sus protagonistas son casi siempre niños desamparados, solitarios, con carencia de amor que al final logran redimirse?
Porque no me gustan los films dramáticos. Por ello mis películas siempre ofrecen una buena solución para un buen final.
- ¿Esto tiene relación con su infancia? ¿Cómo la recuerda?
Yo no era un niño normal. Era un niño muy impaciente y muy débil. He sido más razonable como adulto que como niño. Cuando iba a los restaurantes con mis padres, siempre invadía las otras mesas y picoteaba de la comida ajena. Mis padres se avergonzaban mucho de mí y no sabían que hacer conmigo. Era muy inquieto y no aguantaba ni dos minutos seguidos en una silla. Era un bribón. Ahora de adulto, me comporto mejor (risas).
- A través de algunas de sus películas, "Amistad", "Salvar al soldado Ryan / Saving private Ryan", "Lincoln…" reconstruye parte de la historia norteamericana. En estos tiempos complicados y sombríos ¿Ha pensado en como dirigiría una película sobre el futuro de la humanidad?
Si tuviera que hacerlo, sería muy optimista. Lo soy siempre. Mientras peores son los tiempos, más necesitamos de magia y fantasía. La humanidad es inteligente y sagaz y tiene una profunda inteligencia emocional. Sería muy diferente si nosotros tuviésemos líderes que nos permitieran hablar unos con otros y pudiésemos resolver nuestras diversidades ideológicas, religiosas, políticas y culturales. Determinaríamos las motivaciones que nos llevan a matarnos entre nosotros y quizá podríamos encontrar las soluciones para que la raza humana dialogue y sobreviva. Esto tiene que suceder antes o después.