Will Smith, una leyenda individual que busca interactuar con otros
- por © Redacción (España)-NOTICINE.com
14-XII-07
De visita en Madrid, para promocionar su nuevo trabajo -"Soy leyenda"- que se estrena este viernes en EEUU y la próxima semana en España (en enero en América Latina), Will Smith hizo gala de su sentido humanista, por mucho que éste y otros muchos de sus personajes en la pantalla lo presenten como un ser individualista y heroíco. El astro estadounidense, que compite con Denzel Wasghington como el afroamericano mejor pagado, está convencido que en su nuevo film ha logrado mezclar drama intimista con espectacularidad, "un híbrido entre un superventas y un drama en el que sólo hay un personaje, por eso hemos trabajado mucho el guión para ahondar en la soledad del protagonista".
En "Soy leyenda", el protagonista de "Ali" y "Hombres de negro" interpreta al doctor Neville, un científico militar que ha sobrevivido milagrosamente inmune a un virus creado por el hombre (o mejor dicho por una mujer, incorporada por Emma Thompson) que ha mutado hasta convertirse en letal. A diferencia de él, el resto de los supervivientes en la ciudad de Nueva York han quedado convertidos en una especie de zombies de extraordinaria fortaleza física e instintos animales que sólo salen de noche de sus cubiles en busca de carne para alimentarse.
Smith se enfrenta al desafío de estar permanentemente en pantalla y de hacerlo sólo o en compañía de su fiel pastora alemana la mayor parte del metraje. Para ello habló con presos aislados y estuvo en Nueva York aclimatándose en soledad, aunque matiza que "como allí siempre hay pitidos o neones" no resultaba fácil. "Siempre hay algo fuera que no nos permite pensar que está pasando en nuestra cabeza", añade.
Basada en un clásico de la ciencia ficción escrito por Richard Matheson, y antes adaptado en dos ocasiones ("The last man on earth" y "El último hombre...vivo"), "Soy leyenda" -dice su protagonista- es la más fiel de las versiones, aunque la historia original se desarrolle en Los Angeles y no en una espectacular Nueva York ocupada por coches vacíos, ciervos y hasta leones, además de sus "colonias" de infrahumanos a los que el doctor Neville espera curar un día creando un antídoto a partir de su propia sangre.
"No sabemos -dice el actor- cuál es la línea que separa a los científicos de Dios. Neville piensa en sí mismo como un Dios, se cree Noé y piensa que es su responsabilidad crear otra vez el mundo, pero desde la ciencia". La espiritualidad podría ser uno de los mensajes de la cinta, "pero desde el concepto de lo místico, de cómo la gente necesita buscar algo más allá para poder sobrevivir, que en unos casos es la religión -como para Ana (la brasileira Alice Braga), otra superviviente que aparece en la parte final de la cinta- o en otros la ciencia, pero que al final se convierten en lo mismo".
Considera el doble candidato al Oscar -al contrario que alguno de sus personajes- que el individuo por sí mismo poco tiene que hacer. "La mente necesita desesperadamente interactuar, necesitas dar vida a lo que sea", dice, y añade: "intento transmitir a mis hijos -una de ellas interpreta en escenas retrospectivas a la hija de Neville- valores básicos de humanidad, para que comprendan que no estamos solos y que tu vida depende de todas las personas con las que interactúas'.
En este sentido, Smith es militante de nuevas corrientes educativas, y ha fundado junto a su esposa, Jada Pinkett Smith, una escuela "porque las norteamericanas están diseñadas para crear una sociedad industrial, de gente trabajando en fábricas, y yo y yo quiero crear un modelo educativo que revolucione la educación en mi país y, si puede ser, en el mundo, en contra de conceptos individualistas".
Por otro lado, y analizando su carrera en la gran pantalla, Will Smith dijo estar situado en una especie de segundo escalón estelar, "porque seis o siete tipos como Tom Cruise, Tom Hanks o Eddie Murphy están por encima de mí en el aspecto comercial", pero él está feliz al "entretener a la gente, dar a mis seguidores lo que quieren ver en el cine".
El actor -que durante su encuentro con la prensa española intentó chapurrear el español, lengua que estudia- confía en los buenos resultados en taquilla de "Soy leyenda", pero no tanto en que su interpretación sea considerada por la Academia, "porque ellos no se fijan en este tipo de películas".
De visita en Madrid, para promocionar su nuevo trabajo -"Soy leyenda"- que se estrena este viernes en EEUU y la próxima semana en España (en enero en América Latina), Will Smith hizo gala de su sentido humanista, por mucho que éste y otros muchos de sus personajes en la pantalla lo presenten como un ser individualista y heroíco. El astro estadounidense, que compite con Denzel Wasghington como el afroamericano mejor pagado, está convencido que en su nuevo film ha logrado mezclar drama intimista con espectacularidad, "un híbrido entre un superventas y un drama en el que sólo hay un personaje, por eso hemos trabajado mucho el guión para ahondar en la soledad del protagonista".
En "Soy leyenda", el protagonista de "Ali" y "Hombres de negro" interpreta al doctor Neville, un científico militar que ha sobrevivido milagrosamente inmune a un virus creado por el hombre (o mejor dicho por una mujer, incorporada por Emma Thompson) que ha mutado hasta convertirse en letal. A diferencia de él, el resto de los supervivientes en la ciudad de Nueva York han quedado convertidos en una especie de zombies de extraordinaria fortaleza física e instintos animales que sólo salen de noche de sus cubiles en busca de carne para alimentarse.
Smith se enfrenta al desafío de estar permanentemente en pantalla y de hacerlo sólo o en compañía de su fiel pastora alemana la mayor parte del metraje. Para ello habló con presos aislados y estuvo en Nueva York aclimatándose en soledad, aunque matiza que "como allí siempre hay pitidos o neones" no resultaba fácil. "Siempre hay algo fuera que no nos permite pensar que está pasando en nuestra cabeza", añade.
Basada en un clásico de la ciencia ficción escrito por Richard Matheson, y antes adaptado en dos ocasiones ("The last man on earth" y "El último hombre...vivo"), "Soy leyenda" -dice su protagonista- es la más fiel de las versiones, aunque la historia original se desarrolle en Los Angeles y no en una espectacular Nueva York ocupada por coches vacíos, ciervos y hasta leones, además de sus "colonias" de infrahumanos a los que el doctor Neville espera curar un día creando un antídoto a partir de su propia sangre.
"No sabemos -dice el actor- cuál es la línea que separa a los científicos de Dios. Neville piensa en sí mismo como un Dios, se cree Noé y piensa que es su responsabilidad crear otra vez el mundo, pero desde la ciencia". La espiritualidad podría ser uno de los mensajes de la cinta, "pero desde el concepto de lo místico, de cómo la gente necesita buscar algo más allá para poder sobrevivir, que en unos casos es la religión -como para Ana (la brasileira Alice Braga), otra superviviente que aparece en la parte final de la cinta- o en otros la ciencia, pero que al final se convierten en lo mismo".
Considera el doble candidato al Oscar -al contrario que alguno de sus personajes- que el individuo por sí mismo poco tiene que hacer. "La mente necesita desesperadamente interactuar, necesitas dar vida a lo que sea", dice, y añade: "intento transmitir a mis hijos -una de ellas interpreta en escenas retrospectivas a la hija de Neville- valores básicos de humanidad, para que comprendan que no estamos solos y que tu vida depende de todas las personas con las que interactúas'.
En este sentido, Smith es militante de nuevas corrientes educativas, y ha fundado junto a su esposa, Jada Pinkett Smith, una escuela "porque las norteamericanas están diseñadas para crear una sociedad industrial, de gente trabajando en fábricas, y yo y yo quiero crear un modelo educativo que revolucione la educación en mi país y, si puede ser, en el mundo, en contra de conceptos individualistas".
Por otro lado, y analizando su carrera en la gran pantalla, Will Smith dijo estar situado en una especie de segundo escalón estelar, "porque seis o siete tipos como Tom Cruise, Tom Hanks o Eddie Murphy están por encima de mí en el aspecto comercial", pero él está feliz al "entretener a la gente, dar a mis seguidores lo que quieren ver en el cine".
El actor -que durante su encuentro con la prensa española intentó chapurrear el español, lengua que estudia- confía en los buenos resultados en taquilla de "Soy leyenda", pero no tanto en que su interpretación sea considerada por la Academia, "porque ellos no se fijan en este tipo de películas".