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Hasta los críticos han apoyado con sus elogios la llegada este viernes a los cines norteamericanos de "Spider-Man", la superproducción de Sam Raimi en la que Hollywood por primera vez invierte sus esfuerzos en trasladar al cine uno de los super-héroes más populares del comic, junto a Batman y Supermán. La cinta ha aterrizado en una amplísima cifra de pantallas, 3.615, a lo largo y ancho del país, y se espera una recaudación record en lo que ya se considera la temporada estival. Su reinado, sin embargo, se verá mediatizado por el estreno, dos semanas más tarde, de "Episodio II: El ataque de los clones", la nueva entrega de la saga galáctica creada por George Lucas.

"Spider-Man", dirigida por Sam Raimi ("Darkman") y protagonizada por Tobey Maguire ("La tormenta de hielo", "Jóvenes prodigiosos"), Kirsten Dunst y Willem Dafoe, en el papel de su enemigo el Duendecillo Verde, ha costado 120 millones de dólares (con casi 20 más en publicidad). El no tan fácil objetivo de Columbia-Sony es batir el record que en este mismo mes del año pasado consiguiera "El regreso de la momia", que debutó con más de 68 millones en sus tres primeros días de exhibición.

Creado en 1962 por Stan Lee, Spider-Man es el más joven del triunvirato de populares héroes del comic, y el último en llegar al cine por la puerta grande. Sam Raimi ha querido actualizar el personaje, sin dejar de ser fiel al original, pero subrayando su caracter de estudiante anónimo accidentalmente convertido en justiciero, gracias a los poderes arácnidos transmitidos por una araña geneticamente modificada. Suyo es el empeño en elegir a Maguire, un actor de talla y musculatura reducidas, que nunca había leído un comic del personaje, pese a la inicial oposición del estudio.

Dicen que Raimi recibió como regalo en su 12 cumpleaños un poster de Spider-Man, que todavía permanece sobre su cama en la casa paterna. El cineasta ha considerado como una "gran responsabilidad" adaptar al cine las aventuras de un héroe que ha vendido millones de tebeos en todo el mundo. Asegura que el secreto de su éxito radica en la identificación que el joven estudiante aficionado a la fotografía despertó entre los lectores. "El es como uno de nosotros, no un ser extraordinario", ha dicho.

El rodaje de esta super-producción se inició el 8 de enero de 2001, en los estudios californianos de Sony. El equipo se desplazó hasta Nueva York -donde teoricamente se desarrolla toda la trama- a principios de abril, aunque la mayor parte de las escenas de calle se rodaron en estudio, utilizando transparencias y maquetas, con una gran aportación de la animación informática, sobre todo en lo referido a las secuencias del Duendecillo Verde. La filmación propiamente dicha finalizó el mismo abril.

Curiosidades en torno al proyecto hay muchas, desde la participación inicial de James Cameron, los descartes como protagonistas de Leo DiCaprio, James Franco (quien finalmente se quedó con el papel de Harry Osborn) o Freddie Prinze Jr. Pero, sin duda, lo que más comentarios ha despertado es el cambio en el primer "trailer" -retirado tras los atentados del 11-S- que mostraba como Spider-Man atrapaba al helicóptero de unos delincuentes con una gigantesca telaraña tejida entre los dos Torres Gemelas.