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24-IV-07

Ahora, con el inminente estreno en todo el mundo de la tercera película de “Spider-Man”, la auténtica estrella es Stan Lee, un hombre que a los 84 años sigue siendo bromista, jovial y con una memoria capaz de reconstruir cómo, en 1962, concibió la historia del adolescente dotado de grandes poderes gracias al mordisco de una araña radioactiva.

Lee había llevado la historia a su jefe y éste la rechazó. El escritor buscó entonces la ayuda del dibujante Steve Ditko. Concibieron la primera aventura y la incluyeron en la que, supuestamente, sería la última entrega de la revista “Amazing Fantasy” de la empresa Marvel Comics. Por supuesto, la revista se vendió como pan caliente y de ahí en adelante todos los meses, miles y miles de fanáticos exigieron más y más conflictos de ese muchacho tímido, enamorado y solitario, que en las tres películas ha sido interpretado por un mismo actor, Tobey Maguire y concebido por un mismo director, Sam Raimi. El dibujante Jack Kirby se uniría luego al grupo.

Lee se ríe cuando le dicen que es una de las figuras claves del universo de las tiras cómicas y responde: “No sé, pero he sido responsable de la creación de otros superhéroes como 'Los cuatro Fantásticos', los 'X-Men', 'El increíble Hulk', 'Daredevil' e 'Ironman'”, y sigue riéndose. El éxito en taquilla, asegurado, por supuesto, como en las dos ocasiones anteriores. Es que ahora, entre otros, el enemigo es un hombre de arena y el traje rojo que se vuelve negro.