Comienza el escrutinio de los votos académicos para los Oscars
- por © Redacción-NOTICINE.com
20-III-02
No va más... Desde ayer martes está cerrada la recepción de votos en la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de Hollywood, de cara a la próxima edición de los Oscars. Un año más, la firma Price-Waterhouse-Coopers, está encargada del escrutinio y este miércoles ha iniciado la labor, cuyos resultados nadie conocerá hasta el día 24. Mientras, muchos de los 5.700 miembros de la Academia están preocupados estos días ante la posibilidad de verse condenados a ver la ceremonia de entrega de las estatuillas por televisión. No en vano, el flamante Teatro Kodak dispone de 3.100 localidades, nada menos que 2.500 menos que el Shrine Auditorium, una de sus precedentes sedes.
La "campaña electoral" ha sido este 2002 especialmente cruenta, con fuertes inversiones en publicidad y no poco juego sucio, acusando a algunos candidatos, como "Una mente maravillosa", de ocultar aspectos poco edificantes de su matemático protagonista (desmentidos por el propio Nash y su mujer). "Esta es la campaña de los Oscar más sucia que haya visto y también probablemente la más abundante", ha dicho el veterano crítico Richard Natale.
El resultado, o la razón, quien sabe, tiene que ver con la gran incertidumbre que existe en esta 74 edición. A diferencia de muchas galas anteriores, no hay claros e indiscutibles favoritos. Incluso muchos dudan que la cinta con mayor número de nominaciones (13), "El señor de los anillos: la comunidad del anillo", sea la que acapare más estatuillas, y sobre todo aseguran que sus posibilidades de ganar el Oscar a mejor película son escasas. No en vano, hasta ahora, nunca una producción del mismo género, la fantasía, ha conseguido ese honor.
El otro título al que se atribuyen expectativas es "Una mente maravillosa", que narra la lucha del matemático John Forbes Nash contra la esquizofrenia. De las 8 candidaturas de este melodrama biográfico, las de mejor película, actriz secundaria (Jennifer Connely) y actor protagonista (Russell Crowe) parecen las más sólidas. Crowe puede tener como fuerte contrincante a Denzel Washington. Es difícil para un interprete repetir dos años consecutivos en el mismo honor, pero al ídolo afroamericano tampoco le faltan obstáculos: hace 38 años que el último miembro de su etnia logró el Oscar al mejor actor.
Sin embargo, color sí puede haber este año en el escenario del Kodak Theatre, ya que Halle Berry ("Monster's ball"), ganadora de varios premios previos, aparece en algunas apuestas por delante de Sissy Spacek ("En la habitación") y Nicole Kidman ("Moulin rouge").
El argentino Juan José Campanella, candidato a la estatuilla a la mejor cinta extranjera con "El hijo de la novia", se encuentra desde principios de este semana en Estados Unidos, donde el viernes se estrena su éxito internacional, que interpretan Ricardo Darín, Norma Aleandro y Héctor Alterio. Muy satisfecho por la acogida de la prensa, Campanella contó al diario Clarín que "dos periodistas me lagrimearon, recordando la película". Sin embrago, vencer a la favorita, la francesa "Amelie", que se benefició de un gran apoyo por parte de Miramax, no va a ser fácil. Tampoco puede descartarse a la franco-bosnia "En tierra de nadie", que arrebató a la anterior el Globo de Oro.
Aparte del tema espacio en el patio de butacas, la situación estratégica del Teatro Kodak, en una superficie comercial del centro de Hollywood, preocupa a los organizadores. Hay menos sitio fuera para los fans, y las medidas de seguridad -después de los ataques terroristas islámicos del año pasado- van ser extremas. Si se producen tumultos, la Academia no descarta volver a antiguas sedes, como el citado Shrine o el Dorothy Chandler Pavilion. "Tenemos un contrato de veinte años, pero hay cláusulas que se pueden renegociar. Si algo sale mal en el Kodak, podemos volver al Shrine", ha declarado Bruce Davis, director ejecutivo de la Academia.
No va más... Desde ayer martes está cerrada la recepción de votos en la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de Hollywood, de cara a la próxima edición de los Oscars. Un año más, la firma Price-Waterhouse-Coopers, está encargada del escrutinio y este miércoles ha iniciado la labor, cuyos resultados nadie conocerá hasta el día 24. Mientras, muchos de los 5.700 miembros de la Academia están preocupados estos días ante la posibilidad de verse condenados a ver la ceremonia de entrega de las estatuillas por televisión. No en vano, el flamante Teatro Kodak dispone de 3.100 localidades, nada menos que 2.500 menos que el Shrine Auditorium, una de sus precedentes sedes.
La "campaña electoral" ha sido este 2002 especialmente cruenta, con fuertes inversiones en publicidad y no poco juego sucio, acusando a algunos candidatos, como "Una mente maravillosa", de ocultar aspectos poco edificantes de su matemático protagonista (desmentidos por el propio Nash y su mujer). "Esta es la campaña de los Oscar más sucia que haya visto y también probablemente la más abundante", ha dicho el veterano crítico Richard Natale.
El resultado, o la razón, quien sabe, tiene que ver con la gran incertidumbre que existe en esta 74 edición. A diferencia de muchas galas anteriores, no hay claros e indiscutibles favoritos. Incluso muchos dudan que la cinta con mayor número de nominaciones (13), "El señor de los anillos: la comunidad del anillo", sea la que acapare más estatuillas, y sobre todo aseguran que sus posibilidades de ganar el Oscar a mejor película son escasas. No en vano, hasta ahora, nunca una producción del mismo género, la fantasía, ha conseguido ese honor.
El otro título al que se atribuyen expectativas es "Una mente maravillosa", que narra la lucha del matemático John Forbes Nash contra la esquizofrenia. De las 8 candidaturas de este melodrama biográfico, las de mejor película, actriz secundaria (Jennifer Connely) y actor protagonista (Russell Crowe) parecen las más sólidas. Crowe puede tener como fuerte contrincante a Denzel Washington. Es difícil para un interprete repetir dos años consecutivos en el mismo honor, pero al ídolo afroamericano tampoco le faltan obstáculos: hace 38 años que el último miembro de su etnia logró el Oscar al mejor actor.
Sin embargo, color sí puede haber este año en el escenario del Kodak Theatre, ya que Halle Berry ("Monster's ball"), ganadora de varios premios previos, aparece en algunas apuestas por delante de Sissy Spacek ("En la habitación") y Nicole Kidman ("Moulin rouge").
El argentino Juan José Campanella, candidato a la estatuilla a la mejor cinta extranjera con "El hijo de la novia", se encuentra desde principios de este semana en Estados Unidos, donde el viernes se estrena su éxito internacional, que interpretan Ricardo Darín, Norma Aleandro y Héctor Alterio. Muy satisfecho por la acogida de la prensa, Campanella contó al diario Clarín que "dos periodistas me lagrimearon, recordando la película". Sin embrago, vencer a la favorita, la francesa "Amelie", que se benefició de un gran apoyo por parte de Miramax, no va a ser fácil. Tampoco puede descartarse a la franco-bosnia "En tierra de nadie", que arrebató a la anterior el Globo de Oro.
Aparte del tema espacio en el patio de butacas, la situación estratégica del Teatro Kodak, en una superficie comercial del centro de Hollywood, preocupa a los organizadores. Hay menos sitio fuera para los fans, y las medidas de seguridad -después de los ataques terroristas islámicos del año pasado- van ser extremas. Si se producen tumultos, la Academia no descarta volver a antiguas sedes, como el citado Shrine o el Dorothy Chandler Pavilion. "Tenemos un contrato de veinte años, pero hay cláusulas que se pueden renegociar. Si algo sale mal en el Kodak, podemos volver al Shrine", ha declarado Bruce Davis, director ejecutivo de la Academia.