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26-II-07

Por Jon Apaolaza

La edición 79 de los premios de la Academia norteamericana pasarán a la historia probablemente por dos titulares: el reconocimiento -¡por fin!- de Martin Scorsese entre sus compañeros y el peso ascendente de los talentos latinos. Bien es cierto que a pesar de las numerosas nominaciones sólo ha habido estatuillas para tres españoles, un mexicano y un argentino, pero ello no deja de ser una estupenda cosecha. Ojalá no se haya tratado de una casualidad, y en años sucesivos volvamos a encontrar un tan amplio elenco de títulos y profesionales iberoamericanos.

No puede negarse que los tres Oscars de "El laberinto del fauno" pudieron ser más (sorprendente el premio a la alemana "La vida de los otros", no por injusto, sino por la mayor popularidad de Del Toro) y mejores, pero que un film hispano-mexicano quede un año ¡segundo! en la carrera de los más importantes honores de la industria cinematográfica mundial, por delante de "Dreamgirls", "Cartas desde Iwo Jima" o "Pequeña Miss Sunshine" es toda una victoria.

La cruz de la velada fue para "Babel", sin duda una de las mejores películas del año, que sólo consiguió una confirmación del éxito del argentino Gustavo Santaolalla. Estuvo cerca Guillermo Arriaga en el capítulo de guión original, pero al final "Pequeña Miss Sunshine" se lo arrebató.

Más esperado fue el fracaso de Penélope Cruz, del que era consciente hasta ella misma horas antes. El paso está dado y probablemente volvamos a encontrar a la madrileña en el Kodak, pero Helen Mirren era imbatible, después de arrasar en casi todos los premios de interpretación previos.

El destino se muestra a veces juguetón. Nos gustaría saber qué piensa honestamente Martin Scorsese del hecho que su primer Oscar como director haya sido con "Infiltrados", un virtuoso "remake" de una película de gangsters "made in Hong Kong", en cuyo guión no participó, cosa que si hizo en films tan recordados como "Malas calles", "La edad de la inocencia", "Uno de los nuestros" o "Casino". Quizás esta octava oportunidad pareció ya excesiva a los académicos y finalmente se llevó su Oscar, no precisamente por su mejor cinta.

De los cuatro galardones que recibió este "thriller" de estelar reparto, tres son de primer nivel (película, director y guión), lo cual no deja de ser una sorpresa, ya que si la competencia era feroz en el apartado de mejor película, sonaban más "Babel" y ultimamente "Pequeña Miss Sunshine".

En un palmarés tan repartido como el de este año hubo sin embargo, fuertes decepciones, aparte de la de la cinta de González Iñárritu las de "Dreamgirls" y "Cartas desde Iwo Jima", muy por debajo en resultados frente a sus expectativas.

2006 no ha sido en absoluto un mal año cinematográfico. Para los latinos, ha significado un amplio reconocimiento. Más de individualidades que como industria, ya que con la excepción de España y sus cineastas, los demás profesionales han tenido que buscar trabajo fuera, por la incapacidad de sus propias cinematografías para respaldarles. Pero las fronteras no nos limitan, y si se abren es por algo...