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22-XII-06

Cuando todos creían que estaba acabado, regresó para demostrar aquello de que no está muerto quien pelea. Esto es aplicable tanto al personaje de Rocky Balboa, que este viernes volvió a las salas estadounidenses con el sexto film de la saga, como al actor que lo interpreta, Sylvester Stallone, quien decidió revivir a uno de los dos grandes héroes que ha representado en su carrera -el otro, John Rambo, espera su retorno para el próximo año- a fin de revitalizar una carrera que casi había pasado al olvido.

Tres décadas pasaron desde que Stallone, de 60 años, protagonizó "Rocky", una cinta de poco más de un millón de dólares de presupuesto sobre un boxeador amateur de Filadelfia, al que se le presentaba la oportunidad de cambiar su vida al medirse con el campeón de boxeo Apollo Creed. Aquel film fue un suceso singular -recaudó 225 millones de dólares en todo el mundo-, convirtiendo a Stallone en una estrella y llevándose el Oscar a la mejor película del año, siendo el otrota "semental italiano" nominado como actor y guionista, logro sólo conseguido con anterioridad por Charles Chaplin y Orson Welles.

En "Rocky Balboa", Stallone retoma su personaje de "el potro italiano" -cumpliendo la doble tarea de actor y director- pero ya en el ocaso de su vida, retirado de su actividad, golpeado por la muerte de su esposa Adrian y con un hijo que le rechaza. Pero a este campeón, la vida le da una segunda oportunidad de vivir sus días de gloria, cuando se le presenta la posibilidad de batirse a duelo con el invencible campeón de peso pesado Mason "La Línea" Dixon, quien supera en técnica a todos sus rivales, pero carece de aquello que le sobra a Rocky: corazón.

En las semanas previas al lanzamiento del film en Estados Unidos -en España se estrenará el 12 de enero-, Stallone ha destacado los aspectos religiosos de la resurrección de Rocky, dada su nueva fe cristiana. "Perdona. No es amargo. Siempre pone la otra mejilla. Y es como si toda su vida la pusiera al servicio de los demás", dijo Stallone sobre Rocky, quien en teleconferencia con líderes religiosos en un reciente encuentro, sintetizó su nueva visión de la vida y de Rocky: "No importa el pasado. Si miras a Dios, puedes renacer".

Pese a la reacción inicial, casi burlona, y la reticencia de ver a un ya demasiado maduro Stallone subiéndose al ring para pelear por un título mundial, la respuesta de la crítica estadounidense ha sido más que positiva, rescatando el valor del actor en hacer verosímil la historia y volver a emocionar con el enorme corazón y la gran garra de un campeón que no se deja vencer, y que sin duda se merecía un broche de oro más adecuado que aquel fallido "Rocky V". Ahora sí, llega la despedida triunfal, con todos los honores, de uno de los grandes héroes del celuloide.