PERFIL: Stallone, el triunfo de la fuerza
- por © Redacción-NOTICINE.com
25-I-02
A golpes ha conseguido Sylvester Stallone el éxito. Unos han sido metafóricos, figurados, contra un destino de segundón, frente al que se rebeló, y otros reales -en la ficción de su primer triunfo internacional-, con "Rocky". En una dilatada carrera no exenta de altibajos, el hoy relajado y multimillonario "Sly" ha logró el puesto de número uno, al menos en cuanto a sueldo, con 20 millones de dólares por una sola película. Atrás han quedado, junto al popular boxeador que le cubrió de honores (hasta ahora con cinco películas) el no menos famoso Rambo (tres títulos), y otros menores personajes, que siempre le han resultado
más gratificantes si eran héroes de acción. Las comedias desmitificadoras que ha protagonizado, por el contrario, están entre sus más estrepitosos fracasos.
Bajo esa imagen de fornido defensor de los más reaccionarios e imperialistas instintos norteamericanos, o de profesional limitado y sin recursos interpretativos, "Sly" ha logrado convencer a un amplio público, y no sólo como actor, ya que también ha escrito y dirigido algunas de sus películas.
Neoyorquino, Stallone vió su primera luz el 6 de julio de 1946, y repartió su enseñanza superior y universitaria entre el deporte (fútbol americano) y el Arte Dramático. Sus primeros pasos en la pantalla los dió también desde la Gran Manzana, pero sin suerte. Hizo algún "soft-porno" luego bien rentabilizado, y mínimas apariciones como forzudo o matón de turno. Mientras buscaba el papel importante con el que soñaba, no paró de escribir, y fue precisamente por su guión de "Rocky" como se le abrieron las primeras puertas. Consiguió igualmente protagonizar esta historia de un boxeador de modestos orígenes que llegaba a lo
más alto con el apoyo de sus amigos y vecinos. "Rocky", en la que nadie creyó al principio, llegó a ganar el Oscar a la mejor película del 76, y le valió al propio Stallone las nominaciones a mejor actor y guionista. Cuatro capítulos más repitieron el esquema, añadiéndole más connotaciones patrióticas y de Guerra Fría, hasta su quinta y última aparición en 1990.
Su otro personaje paradigmático es el de John Rambo, un ex combatiente de Vietnam que pasó de defenderse de una sociedad hostil en "Acorralado" a ganar guerras él solo en el sudeste
asiático o Afganistán, con sus siguientes secuelas.
Ahora, en un momento no demasiado brillante en lo comercial de su carrera, estrena en España "D-Tox (Ojo asesino)", otro "thriller" en el que interpreta por enésima vez a un policía, y que curiosamente ha salido antes en Europa que en EEUU. ¿Falta de confianza?
A golpes ha conseguido Sylvester Stallone el éxito. Unos han sido metafóricos, figurados, contra un destino de segundón, frente al que se rebeló, y otros reales -en la ficción de su primer triunfo internacional-, con "Rocky". En una dilatada carrera no exenta de altibajos, el hoy relajado y multimillonario "Sly" ha logró el puesto de número uno, al menos en cuanto a sueldo, con 20 millones de dólares por una sola película. Atrás han quedado, junto al popular boxeador que le cubrió de honores (hasta ahora con cinco películas) el no menos famoso Rambo (tres títulos), y otros menores personajes, que siempre le han resultado
más gratificantes si eran héroes de acción. Las comedias desmitificadoras que ha protagonizado, por el contrario, están entre sus más estrepitosos fracasos.
Bajo esa imagen de fornido defensor de los más reaccionarios e imperialistas instintos norteamericanos, o de profesional limitado y sin recursos interpretativos, "Sly" ha logrado convencer a un amplio público, y no sólo como actor, ya que también ha escrito y dirigido algunas de sus películas.
Neoyorquino, Stallone vió su primera luz el 6 de julio de 1946, y repartió su enseñanza superior y universitaria entre el deporte (fútbol americano) y el Arte Dramático. Sus primeros pasos en la pantalla los dió también desde la Gran Manzana, pero sin suerte. Hizo algún "soft-porno" luego bien rentabilizado, y mínimas apariciones como forzudo o matón de turno. Mientras buscaba el papel importante con el que soñaba, no paró de escribir, y fue precisamente por su guión de "Rocky" como se le abrieron las primeras puertas. Consiguió igualmente protagonizar esta historia de un boxeador de modestos orígenes que llegaba a lo
más alto con el apoyo de sus amigos y vecinos. "Rocky", en la que nadie creyó al principio, llegó a ganar el Oscar a la mejor película del 76, y le valió al propio Stallone las nominaciones a mejor actor y guionista. Cuatro capítulos más repitieron el esquema, añadiéndole más connotaciones patrióticas y de Guerra Fría, hasta su quinta y última aparición en 1990.
Su otro personaje paradigmático es el de John Rambo, un ex combatiente de Vietnam que pasó de defenderse de una sociedad hostil en "Acorralado" a ganar guerras él solo en el sudeste
asiático o Afganistán, con sus siguientes secuelas.
Ahora, en un momento no demasiado brillante en lo comercial de su carrera, estrena en España "D-Tox (Ojo asesino)", otro "thriller" en el que interpreta por enésima vez a un policía, y que curiosamente ha salido antes en Europa que en EEUU. ¿Falta de confianza?