Perfil: Oliver Stone, el cronista de la historia americana
- por © Redacción-NOTICINE.com
15-IX-06
"El verdadero enemigo es el nacionalismo y el patriotismo", dijo alguna vez Oliver Stone, el hombre que ha dedicado buena parte de su carrera a explorar y captar con su cámara los episodios más significativos de la Historia estadounidense reciente, una consecuencia directa de haberse visto involucrado en uno de estos capítulos: la Guerra de Vietnam. Con una vida agitada marcada por excesos, abandonos, reconocimiento, éxitos y fracasos, el cineasta llega a los 60 años con su espíritu combativo intacto, pese a los tropiezos recientes.
William Oliver Stone, nacido en Nueva York el 15 de septiembre de 1946, tuvo una infancia privilegiada con un padre corredor de bolsa y una madre francesa, que solía dejarle al cuidado de su niñera para retornar a su país. Tuvo un breve y fallido paso por la Universidad de Yale, antes de unirse al ejército y ser enviado a Vietnam, donde fue herido en dos ocasiones y recibió la Estrella de Bronce al Valor. Esto le marcaría profundamente y su primer cortometraje, "Last Year in Viet Nam" (1971), realizado durante su etapa de estudiante en la Universidad de Nueva York, se haría eco de ello, como también los largometrajes "Platoon" (1986), su visión sobre los días de un pelotón en la selva, y "Nacido el 4 de julio" (1989), centrado en los veteranos de esa guerra, los cuales le reportarían sus dos Oscars como director, completando su trilogía personal sobre el tema con "El cielo y la tierra" (1993).
"JFK", donde expone una teoría de conspiración sobre el asesinato de John F. Kennedy que incluye al gobierno, ejército y servicios secretos estadounidenses, y "Nixon", biopic del presidente Richard Nixon que cayó por el escándalo Watergate, reflejan su interés por los presidentes estadounidenses y su tendencia por narrar la historia de su país, algo de lo que sin embargo reniega: "Antes que nada considero que mis films son dramas sobre individuos en luchas personales y me considero a mí mismo como un director de dramas antes que histórico".
"Wall Street" (1987) y "The Doors" (1991) parecieran escapar de su interés por narrar episodios históricos, pero son en definitiva piezas que reflejan a la perfección distintas épocas de los Estados Unidos; la primera a los yuppies de los 80 con sus ansias de dinero y poder, y la segunda los psicodélicos años 60 con sus mensajes de paz y amor. A ellos se puede unir "Asesinos natos" (1994), que levantó polémica por lo que para muchos era violencia gratuita y para otros una denuncia de la manipulación de los medios de comunicación de la violencia, convertida en espectáculo.
Cabe destacar dentro de su filmografía su mirada sobre la realidad latinoamericana a través de "Salvador", donde refleja la insurrección salvadoreña, y los documentales "Looking for Fidel" y "Comandante", en los cuales se entrega a largas charlas con Fidel Castro entre la crítica y la admiración.
Su último trabajo lanzado en territorio iberoamericano ha sido "Alejandro Magno", ampuloso film sobre el conquistador de Macedonia, que entre malas actuaciones y excesivo diálogo hablaba de un ser dispuesto a dominar el mundo, lo cual era un claro paralelismo con el imperialismo americano.
El más reciente film, "World Trade Center / Las torres gemelas", es un drama sobre dos sobrevivientes del ataque a las Torres Gemelas, que agradó al público norteamericano pero irritó a la audiencia internacional por la ausencia de la mirada crítica. Aún así, declaraciones como: "No hay nada más peligroso para América que un presidente ex-alcohólico que dice que cree en Jesús", permiten adivinar que este espíritu indomable sigue fiel a su estilo.
"El verdadero enemigo es el nacionalismo y el patriotismo", dijo alguna vez Oliver Stone, el hombre que ha dedicado buena parte de su carrera a explorar y captar con su cámara los episodios más significativos de la Historia estadounidense reciente, una consecuencia directa de haberse visto involucrado en uno de estos capítulos: la Guerra de Vietnam. Con una vida agitada marcada por excesos, abandonos, reconocimiento, éxitos y fracasos, el cineasta llega a los 60 años con su espíritu combativo intacto, pese a los tropiezos recientes.
William Oliver Stone, nacido en Nueva York el 15 de septiembre de 1946, tuvo una infancia privilegiada con un padre corredor de bolsa y una madre francesa, que solía dejarle al cuidado de su niñera para retornar a su país. Tuvo un breve y fallido paso por la Universidad de Yale, antes de unirse al ejército y ser enviado a Vietnam, donde fue herido en dos ocasiones y recibió la Estrella de Bronce al Valor. Esto le marcaría profundamente y su primer cortometraje, "Last Year in Viet Nam" (1971), realizado durante su etapa de estudiante en la Universidad de Nueva York, se haría eco de ello, como también los largometrajes "Platoon" (1986), su visión sobre los días de un pelotón en la selva, y "Nacido el 4 de julio" (1989), centrado en los veteranos de esa guerra, los cuales le reportarían sus dos Oscars como director, completando su trilogía personal sobre el tema con "El cielo y la tierra" (1993).
"JFK", donde expone una teoría de conspiración sobre el asesinato de John F. Kennedy que incluye al gobierno, ejército y servicios secretos estadounidenses, y "Nixon", biopic del presidente Richard Nixon que cayó por el escándalo Watergate, reflejan su interés por los presidentes estadounidenses y su tendencia por narrar la historia de su país, algo de lo que sin embargo reniega: "Antes que nada considero que mis films son dramas sobre individuos en luchas personales y me considero a mí mismo como un director de dramas antes que histórico".
"Wall Street" (1987) y "The Doors" (1991) parecieran escapar de su interés por narrar episodios históricos, pero son en definitiva piezas que reflejan a la perfección distintas épocas de los Estados Unidos; la primera a los yuppies de los 80 con sus ansias de dinero y poder, y la segunda los psicodélicos años 60 con sus mensajes de paz y amor. A ellos se puede unir "Asesinos natos" (1994), que levantó polémica por lo que para muchos era violencia gratuita y para otros una denuncia de la manipulación de los medios de comunicación de la violencia, convertida en espectáculo.
Cabe destacar dentro de su filmografía su mirada sobre la realidad latinoamericana a través de "Salvador", donde refleja la insurrección salvadoreña, y los documentales "Looking for Fidel" y "Comandante", en los cuales se entrega a largas charlas con Fidel Castro entre la crítica y la admiración.
Su último trabajo lanzado en territorio iberoamericano ha sido "Alejandro Magno", ampuloso film sobre el conquistador de Macedonia, que entre malas actuaciones y excesivo diálogo hablaba de un ser dispuesto a dominar el mundo, lo cual era un claro paralelismo con el imperialismo americano.
El más reciente film, "World Trade Center / Las torres gemelas", es un drama sobre dos sobrevivientes del ataque a las Torres Gemelas, que agradó al público norteamericano pero irritó a la audiencia internacional por la ausencia de la mirada crítica. Aún así, declaraciones como: "No hay nada más peligroso para América que un presidente ex-alcohólico que dice que cree en Jesús", permiten adivinar que este espíritu indomable sigue fiel a su estilo.