Estreno: "Munich" o el peligro de quedarse a medio camino
- por © Redacción-NOTICINE.com
23-I-06
La sorpresa fue notable en los conocedores de la obra y la trayectoria personal de Steven Spielberg cuando el cineasta de origen judío, autor de una de las cintas más emotivas sobre el holocausto, "La lista de Schindler", difundió por fin el contenido de su ultimo trabajo, "Munich", del que previamente se sospechaba iba a versar sobre el secuestro y posterior muerte de miembros de la delegación israelí en los Juegos Olímpicos celebrados en esa ciudad germana en 1972. No se trataba de ensalzar a las víctimas o criticar a los terroristas palestinos, sino de narrar justo lo que ocurrió después, el inicio por parte del Estado de Israel de un contra-terrorismo o "guerra sucia" contra sus enemigos, una política en la que desde luego no se han quedado solos en el mundo. La dificultad para el multimillonario cineasta era intentar comprender tanto a quienes aplauden el viejo axioma judío del "ojo por ojo y diente por diente", como a quienes consideran que un gobierno no debe en ningún caso traspasar las fronteras de la Ley y el Derecho y asesinar sin juicio previo, respondiendo al terrorismo con terrorismo. Y el resultado del film, que este viernes se estrena en España y otros país iberoamericanos, lamentablemente, parece no haber gustado a casi nadie...
"Munich" se centra en el comando de agentes del Mosad (el servicio secreto israelí) que organiza y comete los atentados contra los dirigentes de la resistencia palestina en el exilio, a quienes Israel atribuyó la responsabilidad del golpe en las Olimpiadas. Y sigue sus pasos durante la mayor parte del film hasta que el responsable del grupo (interpretado por Eric Bana) deja su venganza en la sombra, no precisamente acuciado por la mala conciencia, sino por el miedo a convertirse él mismo y su familia en víctimas de una caza al hombre similar a la que él practica.
Spielberg pretende mantener en la pantalla un cierto distanciamiento, planteando que tanto unos como otros pudieran tener motivaciones y que en última instancia la venganza a lo único que conduce es a una radicalización del conflicto (lo cual visto el proceso histórico en Oriente Próximo durante las últimas tres décadas no admite demasiada discusión). Sin embargo no profundiza en la corrupción moral que implica el hecho de que un gobierno se salte sus propias leyes y las de países extranjeros para dar un escarmiento que a su vez acabará produciendo más sangre y más dolor. Es loable intentar entender a todo el mundo, pero ello no tiene que implicar dejar de lado la crítica directa, que es la que el cineasta norteamericano no se atreve a hacer.
Recientemente, con motivo de este próximo estreno europeo, Spielberg concedió una entrevista a la revista alemana Der Spiegel, en la que justificaba la decisión del gobierno israelí de iniciar la "guerra sucia" contra los palestinos: "La ex primera ministra israelí Golda Meier tenía que reaccionar a la atroz provocación de Munich: se había asesinado a judíos en Alemania durante las Olimpíadas. No podía dejar sin castigo una acción de tanto peso histórico, un acto terrorista que había sobrepasado tales límites". Dicho sea de paso, Israel aparte de matar en diversos países a esos presuntos inspiradores del secuestro de Munich, ya antes había bombardeado, el 9 de septiembre, bases de la OLP en Siria y Líbano, causando numerosas bajas.
El director de "E.T." y "La guerra de los mundos" cree históricamente probado que existió esa operación "Cólera de Dios" llevaba a cabo por el Mosad (por supuesto nunca reconocida oficialmente en Israel) y se dice dispuesto a dar la vida por su propio país, Estados Unidos, pero también por Israel, aunque a su vez se considera "con derecho a criticarlos, porque los amo".
La sorpresa fue notable en los conocedores de la obra y la trayectoria personal de Steven Spielberg cuando el cineasta de origen judío, autor de una de las cintas más emotivas sobre el holocausto, "La lista de Schindler", difundió por fin el contenido de su ultimo trabajo, "Munich", del que previamente se sospechaba iba a versar sobre el secuestro y posterior muerte de miembros de la delegación israelí en los Juegos Olímpicos celebrados en esa ciudad germana en 1972. No se trataba de ensalzar a las víctimas o criticar a los terroristas palestinos, sino de narrar justo lo que ocurrió después, el inicio por parte del Estado de Israel de un contra-terrorismo o "guerra sucia" contra sus enemigos, una política en la que desde luego no se han quedado solos en el mundo. La dificultad para el multimillonario cineasta era intentar comprender tanto a quienes aplauden el viejo axioma judío del "ojo por ojo y diente por diente", como a quienes consideran que un gobierno no debe en ningún caso traspasar las fronteras de la Ley y el Derecho y asesinar sin juicio previo, respondiendo al terrorismo con terrorismo. Y el resultado del film, que este viernes se estrena en España y otros país iberoamericanos, lamentablemente, parece no haber gustado a casi nadie...
"Munich" se centra en el comando de agentes del Mosad (el servicio secreto israelí) que organiza y comete los atentados contra los dirigentes de la resistencia palestina en el exilio, a quienes Israel atribuyó la responsabilidad del golpe en las Olimpiadas. Y sigue sus pasos durante la mayor parte del film hasta que el responsable del grupo (interpretado por Eric Bana) deja su venganza en la sombra, no precisamente acuciado por la mala conciencia, sino por el miedo a convertirse él mismo y su familia en víctimas de una caza al hombre similar a la que él practica.
Spielberg pretende mantener en la pantalla un cierto distanciamiento, planteando que tanto unos como otros pudieran tener motivaciones y que en última instancia la venganza a lo único que conduce es a una radicalización del conflicto (lo cual visto el proceso histórico en Oriente Próximo durante las últimas tres décadas no admite demasiada discusión). Sin embargo no profundiza en la corrupción moral que implica el hecho de que un gobierno se salte sus propias leyes y las de países extranjeros para dar un escarmiento que a su vez acabará produciendo más sangre y más dolor. Es loable intentar entender a todo el mundo, pero ello no tiene que implicar dejar de lado la crítica directa, que es la que el cineasta norteamericano no se atreve a hacer.
Recientemente, con motivo de este próximo estreno europeo, Spielberg concedió una entrevista a la revista alemana Der Spiegel, en la que justificaba la decisión del gobierno israelí de iniciar la "guerra sucia" contra los palestinos: "La ex primera ministra israelí Golda Meier tenía que reaccionar a la atroz provocación de Munich: se había asesinado a judíos en Alemania durante las Olimpíadas. No podía dejar sin castigo una acción de tanto peso histórico, un acto terrorista que había sobrepasado tales límites". Dicho sea de paso, Israel aparte de matar en diversos países a esos presuntos inspiradores del secuestro de Munich, ya antes había bombardeado, el 9 de septiembre, bases de la OLP en Siria y Líbano, causando numerosas bajas.
El director de "E.T." y "La guerra de los mundos" cree históricamente probado que existió esa operación "Cólera de Dios" llevaba a cabo por el Mosad (por supuesto nunca reconocida oficialmente en Israel) y se dice dispuesto a dar la vida por su propio país, Estados Unidos, pero también por Israel, aunque a su vez se considera "con derecho a criticarlos, porque los amo".