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2-I-06

- Los astros de la pantalla están de enhorabuena tras la implementación, este 1 de enero, de la nueva ley californiana que endurece las penas a los "paparazzi" más agresivos. La finalidad de las medidas legales contra los fotógrafos y camarógrafos es disuadirles de las persecuciones o acosos a los famosos, después de varios incidentes que acabaron en accidentes y disgustos para algunos de ellos. Ahora, los reporteros tendrán que pagar tres veces los gastos que ocasionen y perderán cualquier ingreso por la venta de sus fotos, siendo responsables subsidiarios los responsables de los medios que les contraten. Lindsay Lohan, Scarlett Johansson y Reese Whitherspoon fueron víctimas el pasado año de incidentes con los paparazzi, sin que la justicia pudiera enjuiciarles. La nueva ley, que el gobernador Schwarzenegger firmó el pasado octubre pero no entró en vigor hasta el domingo, ha sido acusada de excesiva e incluso inconstitucional por algunas asociaciones de informadores.

- El actor Brad Renfro despidió el año respirando algo más relajado, después de que a finales de la pasada semana un tribunal accedió a mantenerle en libertad bajo fianza de 10.000 dólares a cambio de que ingresara en un programa de rehabilitación de su adicción a las drogas. El protagonista de películas como "El cliente", "Bully", "Ghost world", "Jóvenes salvajes" o la actual "The jacket", cuya carrera se inició a los 12 años (ahora tiene 23), fue detenido con heroína el pasado 22 de diciembre. Sus problemas con la justicia no son nuevos, como tampoco su afición a las sustancias ilegales. En 1998 le acusaron de posesión de marihuana y cocaína, y dos años después por beber siendo menor e intento del robo de un yate en Florida.

- Entre un centenar y centenar y medio de habitantes de la sureña Cape Girardeau, en la zona del río Mississippi, tendrá la oportunidad de codearse con Diane Lane, Johnny Knoxville y Mickey Rourke a partir del próximo día 9 en el rodaje de "Killshot", un "thriller" basado en la novela homónima de Elmore Leonard, publicada en 1989. Durante cuatro jornadas se filmará en el casco histórico de la ciudad, aunque la mayor parte de la producción tendrá lugar en Toronto, por motivos económicos. Sin embargo, para los extras, esos días serán sin duda inolvidables.