Howard Hughes, el mítico productor, redescubierto por la literatura a los 25 años de su muerte
- por © Redacción-NOTICINE.com
14-IX-01
"Descubrió" y se acostó con algunas de las mujeres más hermosas de la gran pantalla, pilotó y diseñó aviones, produjo una veintena de películas a lo largo de más de dos décadas, hasta mediados de los 50, y fue inmensamente rico. Howard Hughes, muerto hace 25 años, cuando tenía 75, sigue siendo una de las leyendas míticas de Hollywood. Tuvo una vida digna de inspirar grandes guiones, que mezclaba ambición, inteligencia, deseo sexual, chantajes, riquezas y un final miserable de locura y soledad. "Hughes: The Privates Diaries, Memos and Letters", de Richard Hack, recién publicada en el mercado norteamericano, reaviva su recuerdo.
"Cada hombre tiene un precio; sin eso, un tipo como yo no podría existir", es una de las frases que se le atribuyen. Gran parte de la riqueza de Hughes fue obtenida por todo tipo de malas artes, desde su primer matrimonio por interés. No tuvo demasiados escrúpulos y sin embargo pasó sus últimas tres décadas encerrado en suites de hotel, lejos del mundo pero sin dejar de controlar sus negocios, sin luz, enfermo de una sífilis nunca bien curada, y obsesionado por la higiene.
La imagen glamourosa del productor de "Scarface", "The outlaw", "El conquistador" le presenta como ingeniero de gigantescos aviones, diseñador del sujetador de copas para su "bien dotada" protegida Jane Russell, y amante de estrellas como Ava Gardner, Lana Turner, Rita Hayworth, Katharine Hepburn, Marilyn Monroe, Bette Davis o Elizabeth Taylor. Sin embargo, su comportamiento en los negocios fue cualquier cosa menos ético, y se le relaciona desde con el escándalo Watergate hasta con campañas por la segregación racial. Llegó a ganar 75.000 dólares por hora, y su imperio sigue hoy vivo (su empresa Hughes Electronics es propietaria de Direct TV), aunque murió sin hacer testamento.
Hack, para escribir el libro que acaba de llegar a las librerías de Estados Unidos, consultó 8.000 documentos privados de Hughes, entre cartas y y apuntes personales; revisó 2.500 archivos desclasificados del FBI y la CIA y entrevistó a 200 personas. Su libro se considera el testimonio definitivo sobre la fascinante personalidad de un hombre clave en Hollywood.
"Descubrió" y se acostó con algunas de las mujeres más hermosas de la gran pantalla, pilotó y diseñó aviones, produjo una veintena de películas a lo largo de más de dos décadas, hasta mediados de los 50, y fue inmensamente rico. Howard Hughes, muerto hace 25 años, cuando tenía 75, sigue siendo una de las leyendas míticas de Hollywood. Tuvo una vida digna de inspirar grandes guiones, que mezclaba ambición, inteligencia, deseo sexual, chantajes, riquezas y un final miserable de locura y soledad. "Hughes: The Privates Diaries, Memos and Letters", de Richard Hack, recién publicada en el mercado norteamericano, reaviva su recuerdo.
"Cada hombre tiene un precio; sin eso, un tipo como yo no podría existir", es una de las frases que se le atribuyen. Gran parte de la riqueza de Hughes fue obtenida por todo tipo de malas artes, desde su primer matrimonio por interés. No tuvo demasiados escrúpulos y sin embargo pasó sus últimas tres décadas encerrado en suites de hotel, lejos del mundo pero sin dejar de controlar sus negocios, sin luz, enfermo de una sífilis nunca bien curada, y obsesionado por la higiene.
La imagen glamourosa del productor de "Scarface", "The outlaw", "El conquistador" le presenta como ingeniero de gigantescos aviones, diseñador del sujetador de copas para su "bien dotada" protegida Jane Russell, y amante de estrellas como Ava Gardner, Lana Turner, Rita Hayworth, Katharine Hepburn, Marilyn Monroe, Bette Davis o Elizabeth Taylor. Sin embargo, su comportamiento en los negocios fue cualquier cosa menos ético, y se le relaciona desde con el escándalo Watergate hasta con campañas por la segregación racial. Llegó a ganar 75.000 dólares por hora, y su imperio sigue hoy vivo (su empresa Hughes Electronics es propietaria de Direct TV), aunque murió sin hacer testamento.
Hack, para escribir el libro que acaba de llegar a las librerías de Estados Unidos, consultó 8.000 documentos privados de Hughes, entre cartas y y apuntes personales; revisó 2.500 archivos desclasificados del FBI y la CIA y entrevistó a 200 personas. Su libro se considera el testimonio definitivo sobre la fascinante personalidad de un hombre clave en Hollywood.