ESTRENO: "Herbie, a toda marcha", el retorno de cupido motorizado
- por © Cynthia M. García-NOTICINE.com
7-VII-05
A fines de los años 60, Disney lanzó una saga familiar protagonizada por un Volkswagen escarabajo que presentaba la particularidad de poseer sentimientos; esa franquicia llamada en España, "Ahí va ese bólido", y en Latinoamérica, "Cupido motorizado", no fue más allá de la década del 70 pero marcó toda una etapa de esas cintas para toda la familia en acción real que llevaban el indiscutible sello de los productos del estudio del ratón. En esta época de pocas ideas y escasa originalidad, Disney ha decidido revivir esa franquicia a través de "Herbie, a toda marcha" -tal el título con el que desembarca esta producción en Argentina a partir de este jueves y que en territorio español se conocerá el 29 de julio como "Herbie, a tope"-, que afortunadamente resulta una lograda producción para los más pequeños...y los que no lo son tanto.
El inicio de "Herbie, a toda marcha" es un emotivo viaje al pasado para los adultos. Recortes de periódicos dentro de una presentación retro, apuntalada por una canción de los eternos The Beach Boys, recuerdan el pasado glorioso de "Herbie", ese pequeño coche fantástico que cuenta como seña particular con la posibilidad de sentir emociones, que supo ser el rey de las pistas y ahora ha caído en el olvido. Esa línea básica que es el puntapié para la historia de la cinta, marca todo un paralelismo con esta franquicia, que tras varias décadas vuelve a la gran pantalla manteniendo la simpleza, liviandad y honestidad de la original.
Como símbolo de estos tiempos, el protagonismo cae en nada menos que "la" actriz joven del momento en Estados Unidos: Lindsay Lohan, toda una celebridad gracias al suceso de "Ponte en mi lugar", "Chicas malas" y "Quiero ser superfamosa". Lohan da vida a Maggie Peyton, integrante de una legendaria familia de automovilistas iniciada por su abuelo, que ahora sigue su hermano. Maggie es la única que ha decidido estudiar en la universidad y buscarse la vida fuera de la pista...aunque la pasión por el automovilismo permanece latente y es al toparse con Herbie, que ésta vuelve a encenderse y despierta la emoción por volver a sentirse viva frente al volante. Una serie de eventos la llevarán a enfrentarse al mejor automovilista del popular circuito NASCAR, donde Herbie se enfrentará a las más potentes máquinas del mundo.
"La historia tenía una magnífica combinación de grandes escenas de acción de carreras, lo cual me fascinó junto con el humor que llega con Herbie, y luego esta edificante historia acerca de una mujer que trata de poner en evidencia su talento en el vibrante y dinámico mundo de NASCAR, normalmente dominado por los hombres. Esa gran combinación me atrajo al proyecto", dijo la directora de la cinta, Angela Robinson, quien debutó en el largometraje con la comedia de aventuras "D.E.B.S." y da su segundo paso cinematográfico con firmeza y cuidando cada detalle de esta producción.
Cuenta la leyenda que cuando Disney decidió realizar la primera película sobre Herbie, se colocaron varios coches en un lote para que fueran visitados por personas comunes y se pudiera comprobar cómo reaccionaban ante cada uno de ellos. El resultado fue que entre los Chevy, Toyota, MG y hasta lujosos Aston Martin, el único al que la gente sintió la necesidad de tocar, acariciar, fue al pequeño escarabajo. Esta demostración espontánea de cariño selló el destino de Herbie, que desde entonces tuvo la forma de un escarabajo VW de 1963.
Devolver a la vida en pleno siglo XXI a un coche tan antiguo requirió un gran esfuerzo. El coordinador de autos de la película, Randy White, tuvo la difícil tarea de conseguir los diversos escarabajos que harían de Herbie. "Obtuve casi la mitad de los autos a través de un sitio de Internet que está dedicado a los Volkswagen. Nuestros Herbies provienen de distintos lugares en los Estados Unidos: Ohio, Nevada, Washington, Oregon, Utah, New Mexico y California", rememora White y agrega: "Los propietarios de los Escarabajo VW, y particularmente los fanáticos de Herbie, son personas verdaderamente dedicadas y muy diestras y fueron un increíble beneficio para nosotros en la película. No solamente nos ayudaron a encontrar docenas de autos sino que también nos proporcionaron la clase de detalles acerca de Herbie en su progreso a lo largo de las películas anteriores de Herbie que solamente un fanático podría saber".
Si bien en estos días la tecnología bien podría generar por ordenador las expresiones y movimientos de Herbie, la realizadora decidió utilizar la menor cantidad de efectos posibles para dotarlo del mayor realismo posible, y así mantener cierta pureza que la acerca a las cintas anteriores. De este modo, los automóviles que hacían las veces de Herbie se transformaron en una suerte de marionetas mecánicas. "Herbie tenía una lista larga de acciones físicas que tenía que interpretar, desde hacer que sus ‘ojos’ (que en realidad son sus faros) viraran para atrás y adelante, hasta hacer que saltara con sus neumáticos y moviera sus viseras para el sol. De modo que equipamos cada una de las partes de Herbie con cables controlados por radio para que se movieran en forma individual. Su capó puede abrirse y cerrarse, las puertas se abren y se cierran y las viseras se mueven en un segundo. También instalamos debajo del capó motores servo controlados vía radio y propulsores individuales alimentados por aire en cada neumático, lo que le permite a Herbie inclinarse hacia la derecha o izquierda, y levantar su parte delantera o trasera. ¡Incluso lo equipamos con un motor eléctrico controlado por radio que hace que menee su antena de lado a lado!", explica Matt Sweeney, responsable de los efectos especiales.
Pero no solo la parte técnica fue cuidada, sino que también se buscó un compacto elenco "humano" que acompañe acertadamente a Herbie. La estrella de la producción es sin duda Lohan, quien aporta todo su carisma a esa Maggie que vuelve a adquirir el valor necesario para afrontar su destino cuando Herbie aparece. Un recuperado Michael Keaton interpreta a su padre, mientras que el siempre eficaz Breckin Meyer es ese hermano que no nació con el talento para el automovilismo, que ella sí heredó. El ascendente Justin Long ("Jeepers Creepers") da vida al infaltable interés amoroso de la protagonista; y Matt Dillon se calza el traje de malo de la película.
"Herbie, a toda marcha" resulta un buen producto a pesar de su previsibilidad y clichés. Todos sabemos que las cosas terminarán como deben ser, pero su encanto reside en que narra con precisión un cuento simple sin caer en las redundancias tan habituales de Hollywood, llevándolo de forma entretenida y solvente, impregnado por ese aire nostálgico que permitirá que los adultos la disfruten tanto como los niños.
A fines de los años 60, Disney lanzó una saga familiar protagonizada por un Volkswagen escarabajo que presentaba la particularidad de poseer sentimientos; esa franquicia llamada en España, "Ahí va ese bólido", y en Latinoamérica, "Cupido motorizado", no fue más allá de la década del 70 pero marcó toda una etapa de esas cintas para toda la familia en acción real que llevaban el indiscutible sello de los productos del estudio del ratón. En esta época de pocas ideas y escasa originalidad, Disney ha decidido revivir esa franquicia a través de "Herbie, a toda marcha" -tal el título con el que desembarca esta producción en Argentina a partir de este jueves y que en territorio español se conocerá el 29 de julio como "Herbie, a tope"-, que afortunadamente resulta una lograda producción para los más pequeños...y los que no lo son tanto.
El inicio de "Herbie, a toda marcha" es un emotivo viaje al pasado para los adultos. Recortes de periódicos dentro de una presentación retro, apuntalada por una canción de los eternos The Beach Boys, recuerdan el pasado glorioso de "Herbie", ese pequeño coche fantástico que cuenta como seña particular con la posibilidad de sentir emociones, que supo ser el rey de las pistas y ahora ha caído en el olvido. Esa línea básica que es el puntapié para la historia de la cinta, marca todo un paralelismo con esta franquicia, que tras varias décadas vuelve a la gran pantalla manteniendo la simpleza, liviandad y honestidad de la original.
Como símbolo de estos tiempos, el protagonismo cae en nada menos que "la" actriz joven del momento en Estados Unidos: Lindsay Lohan, toda una celebridad gracias al suceso de "Ponte en mi lugar", "Chicas malas" y "Quiero ser superfamosa". Lohan da vida a Maggie Peyton, integrante de una legendaria familia de automovilistas iniciada por su abuelo, que ahora sigue su hermano. Maggie es la única que ha decidido estudiar en la universidad y buscarse la vida fuera de la pista...aunque la pasión por el automovilismo permanece latente y es al toparse con Herbie, que ésta vuelve a encenderse y despierta la emoción por volver a sentirse viva frente al volante. Una serie de eventos la llevarán a enfrentarse al mejor automovilista del popular circuito NASCAR, donde Herbie se enfrentará a las más potentes máquinas del mundo.
"La historia tenía una magnífica combinación de grandes escenas de acción de carreras, lo cual me fascinó junto con el humor que llega con Herbie, y luego esta edificante historia acerca de una mujer que trata de poner en evidencia su talento en el vibrante y dinámico mundo de NASCAR, normalmente dominado por los hombres. Esa gran combinación me atrajo al proyecto", dijo la directora de la cinta, Angela Robinson, quien debutó en el largometraje con la comedia de aventuras "D.E.B.S." y da su segundo paso cinematográfico con firmeza y cuidando cada detalle de esta producción.
Cuenta la leyenda que cuando Disney decidió realizar la primera película sobre Herbie, se colocaron varios coches en un lote para que fueran visitados por personas comunes y se pudiera comprobar cómo reaccionaban ante cada uno de ellos. El resultado fue que entre los Chevy, Toyota, MG y hasta lujosos Aston Martin, el único al que la gente sintió la necesidad de tocar, acariciar, fue al pequeño escarabajo. Esta demostración espontánea de cariño selló el destino de Herbie, que desde entonces tuvo la forma de un escarabajo VW de 1963.
Devolver a la vida en pleno siglo XXI a un coche tan antiguo requirió un gran esfuerzo. El coordinador de autos de la película, Randy White, tuvo la difícil tarea de conseguir los diversos escarabajos que harían de Herbie. "Obtuve casi la mitad de los autos a través de un sitio de Internet que está dedicado a los Volkswagen. Nuestros Herbies provienen de distintos lugares en los Estados Unidos: Ohio, Nevada, Washington, Oregon, Utah, New Mexico y California", rememora White y agrega: "Los propietarios de los Escarabajo VW, y particularmente los fanáticos de Herbie, son personas verdaderamente dedicadas y muy diestras y fueron un increíble beneficio para nosotros en la película. No solamente nos ayudaron a encontrar docenas de autos sino que también nos proporcionaron la clase de detalles acerca de Herbie en su progreso a lo largo de las películas anteriores de Herbie que solamente un fanático podría saber".
Si bien en estos días la tecnología bien podría generar por ordenador las expresiones y movimientos de Herbie, la realizadora decidió utilizar la menor cantidad de efectos posibles para dotarlo del mayor realismo posible, y así mantener cierta pureza que la acerca a las cintas anteriores. De este modo, los automóviles que hacían las veces de Herbie se transformaron en una suerte de marionetas mecánicas. "Herbie tenía una lista larga de acciones físicas que tenía que interpretar, desde hacer que sus ‘ojos’ (que en realidad son sus faros) viraran para atrás y adelante, hasta hacer que saltara con sus neumáticos y moviera sus viseras para el sol. De modo que equipamos cada una de las partes de Herbie con cables controlados por radio para que se movieran en forma individual. Su capó puede abrirse y cerrarse, las puertas se abren y se cierran y las viseras se mueven en un segundo. También instalamos debajo del capó motores servo controlados vía radio y propulsores individuales alimentados por aire en cada neumático, lo que le permite a Herbie inclinarse hacia la derecha o izquierda, y levantar su parte delantera o trasera. ¡Incluso lo equipamos con un motor eléctrico controlado por radio que hace que menee su antena de lado a lado!", explica Matt Sweeney, responsable de los efectos especiales.
Pero no solo la parte técnica fue cuidada, sino que también se buscó un compacto elenco "humano" que acompañe acertadamente a Herbie. La estrella de la producción es sin duda Lohan, quien aporta todo su carisma a esa Maggie que vuelve a adquirir el valor necesario para afrontar su destino cuando Herbie aparece. Un recuperado Michael Keaton interpreta a su padre, mientras que el siempre eficaz Breckin Meyer es ese hermano que no nació con el talento para el automovilismo, que ella sí heredó. El ascendente Justin Long ("Jeepers Creepers") da vida al infaltable interés amoroso de la protagonista; y Matt Dillon se calza el traje de malo de la película.
"Herbie, a toda marcha" resulta un buen producto a pesar de su previsibilidad y clichés. Todos sabemos que las cosas terminarán como deben ser, pero su encanto reside en que narra con precisión un cuento simple sin caer en las redundancias tan habituales de Hollywood, llevándolo de forma entretenida y solvente, impregnado por ese aire nostálgico que permitirá que los adultos la disfruten tanto como los niños.