"Episodio III": La venganza de los Sith", crónica de un final anunciado
- por © Cynthia M. García-NOTICINE.com
20-V-05
Seguramente miles de personas han marcado con rojo en su calendario este jueves 19 de mayo, día en que finalmente el mundo pudo ser testigo del oscuro, triste y adecuado capítulo final de "Star Wars", "Episodio III-La venganza de los Sith", sin duda el mejor film de las tres precuelas que decidió agregar George Lucas a su legendaria trilogía original, con el objetivo de reforzar la historia de Darth Vader.
Es, precisamente, la transformación del impetuoso Anakin Skylwalker -el Elegido- en el cruel Darth Vader, el centro absoluto de la trama de este "Episodio III", lo cual provoca que el peso de la cinta recaiga en buena medida sobre el canadiense Hayden Christensen, un actor que como ya se viera en "Episodio II: El ataque de los clones" no siempre toca la tecla acertada; y que pierdan espacio otros personajes relevantes como Padmé (ajustada Natalie Portman), esposa secreta de Anakin que lleva en su vientre a los futuros líderes rebeldes, Luke y Leia, cuyo final resulta demasiado débil.
Con respecto a las dos precuelas anteriores, Lucas ha tomado dos felices decisiones: enriquecer la parte narrativa y utilizar los efectos especiales en función de la misma, sin que estos excedan la propia historia. Así, los avances tecnológicos que permiten que Yoda cobre vida y sea capaz de transmitir sus emociones gestualmente, va a la par de las sabias palabras que lo caracterizan.
Acción, aventuras, drama y romance logra conjugar Lucas en "Episodio III", siendo su mayor logro conseguir generar una tensión y un interés en su trama que no cesa, aun cuando su historia no tiene sorpresas, ya que es conocido su final. Inolvidables resultan las secuencias en que son eliminados los Jedi por orden del malvado Palpatine -que crece en dramatismo con la partitura del habitual John Williams- y el enfrentamiento decisivo entre Anakin y su maestro, Obi-Wan Kenobi.
Definitivamente, este "Episodio III" es de puro deleite para los fanáticos de la saga, aunque las nuevas generaciones pueden disfrutar sus espectaculares escenas de acción, la imaginería para crear nuevos mundos y la historia central; pero los seguidores podrán acceder a un mayor grado de emociones y sensaciones a lo largo del metraje, especialmente en esos minutos finales, cuando en montaje paralelo se muestra la transformación de Anakin en Vader y el nacimiento de Luke y Leia, o cuando los únicos Jedi que sobreviven a la masacre deciden el futuro de esos niños y el propio, para finalizar con un poético plano por demás significativo para los fans.
Seguramente miles de personas han marcado con rojo en su calendario este jueves 19 de mayo, día en que finalmente el mundo pudo ser testigo del oscuro, triste y adecuado capítulo final de "Star Wars", "Episodio III-La venganza de los Sith", sin duda el mejor film de las tres precuelas que decidió agregar George Lucas a su legendaria trilogía original, con el objetivo de reforzar la historia de Darth Vader.
Es, precisamente, la transformación del impetuoso Anakin Skylwalker -el Elegido- en el cruel Darth Vader, el centro absoluto de la trama de este "Episodio III", lo cual provoca que el peso de la cinta recaiga en buena medida sobre el canadiense Hayden Christensen, un actor que como ya se viera en "Episodio II: El ataque de los clones" no siempre toca la tecla acertada; y que pierdan espacio otros personajes relevantes como Padmé (ajustada Natalie Portman), esposa secreta de Anakin que lleva en su vientre a los futuros líderes rebeldes, Luke y Leia, cuyo final resulta demasiado débil.
Con respecto a las dos precuelas anteriores, Lucas ha tomado dos felices decisiones: enriquecer la parte narrativa y utilizar los efectos especiales en función de la misma, sin que estos excedan la propia historia. Así, los avances tecnológicos que permiten que Yoda cobre vida y sea capaz de transmitir sus emociones gestualmente, va a la par de las sabias palabras que lo caracterizan.
Acción, aventuras, drama y romance logra conjugar Lucas en "Episodio III", siendo su mayor logro conseguir generar una tensión y un interés en su trama que no cesa, aun cuando su historia no tiene sorpresas, ya que es conocido su final. Inolvidables resultan las secuencias en que son eliminados los Jedi por orden del malvado Palpatine -que crece en dramatismo con la partitura del habitual John Williams- y el enfrentamiento decisivo entre Anakin y su maestro, Obi-Wan Kenobi.
Definitivamente, este "Episodio III" es de puro deleite para los fanáticos de la saga, aunque las nuevas generaciones pueden disfrutar sus espectaculares escenas de acción, la imaginería para crear nuevos mundos y la historia central; pero los seguidores podrán acceder a un mayor grado de emociones y sensaciones a lo largo del metraje, especialmente en esos minutos finales, cuando en montaje paralelo se muestra la transformación de Anakin en Vader y el nacimiento de Luke y Leia, o cuando los únicos Jedi que sobreviven a la masacre deciden el futuro de esos niños y el propio, para finalizar con un poético plano por demás significativo para los fans.