Swank, Johansson y Harnett, filman en Bulgaria "The Black Dahlia"

por © Redacción-NOTICINE.com
Elizabeth Short
Elizabeth Short
El Palacio de Cultura de PernikElizabeth Short4-IV-05

¿Se le ocurre alguna coincidencia entre Sofia, la capital de la ex republica socialista de Bulgaria, con Los Angeles? Probablemente no, pero lo cierto es que el cine es una industria de fantasía e imaginación... pero también de dinero. Por eso, por los costes reducidos que ofrece este país del Este, es allí donde Brian de Palma está filmando "The Black Dahlia", un film extraído de la crónica negra, con un reparto espectacular que incluye a la ganadora del Oscar este año Hilary Swank, junto a Josh Harnett, Aaron Eckhart, Mark Wahlberg y Scarlett Johansson.

La localidad de Pernik, próxima a la capital, alberga ya en su Palacio de la Cultura el set de una comisaría californiana de los años 40, gracias al trabajo del oscarizado Dante Ferretti. En este país, que brindará algún intérprete de reparto, como la muy atractiva Miss Bulgaria, Rositsa Ivanova, de 17 años, dicen que es más fácil encontrar la arquitectura de mediados del pasado siglo que en muchas ciudades norteamericanas. Claro que lo más importante es la cuestión económica. Gracias a este emplazamiento, se ahorran millones de dólares, y el presupuesto puede ajustarse a los 50, una cantidad muy razonable para los actuales standards de la Meca del cine, sobre todo si se cuenta con un ramillete de estrellas como las citadas.

Hay muchas esperanzas en que "The Black Dahlia" sea el proyecto que devuelva el esplendor a la decaída carrera de De Palma ("Los intocables", "Doble cuerpo"), cuyo último trabajo, "Femme fatale", que protagonizó Antonio Banderas, dejó fríos a crítica y público. Aparte del talento implicado, hay una poderosa historia -basada en hechos reales- detrás. El autor del guión es Josh Friedman, quien ha adaptado una conocida novela del especialista James Ellroy.

En su novela "The Black Dahlia", Ellroy ("L.A. Confidential"), mezcla el brutal asesinato real de Elizabeth Short, una aspirante a actriz cuya muerte jamás fue aclarada, con la historia ficticia de dos detectives de la policía cuya obsesión por descubrir al asesino les sume en el abismo de la autodestrucción.

Precisamente la impunidad del crimen y algunas de sus morbosas características es lo que ha fascinado a los medios durante décadas. Elizabeth Short, originaria de Massachussets, Tenía 22 años cuando el 15 de enero de 1947 apareció muerta en un solar del centro de Los Angeles. Su cuerpo, desnudo, magullado, con signos de tortura, apareció limpiamente cortado en dos y -al carecer de sangre- fue previsiblemente trasladado allí por él o los asesinos.

Tenía el cadáver signos de quemaduras en los pechos y de haber estado amarrado por tobillos y muñecas. Pero, el detalle más cruel era la cicatriz de un corte triangular en el muslo. Ese trozo de piel, donde estaba el tatuaje de una rosa, apareció introducido en su vagina. Para colmo, la investigación médica -que se mantuvo en secreto por años- descubrió que Short era virgen, o mejor dicho, que su aparato genital padecía una deformación infantil que le impedía tener relaciones sexuales.

El caso hizo las delicias de la prensa sensacionalista, que convirtió a "La Dalia Negra" en una especie de vampiresa, mentirosa compulsiva y protagonista de films eróticos. La realidad no era tal. Elizabeth era simplemente una más de las miles de chicas provincianas que habían acudido a la meca del cine en busca de una oportunidad nunca lograda. Su asesino envió 10 días después del crimen una agenda personal de la chica, a la que le faltaban algunas hojas. El paquete carecía de huellas, y a pesar de años de investigaciones, el crimen quedó impune, aunque se convirtió en una de esas leyendas negras que fascinan a los norteamericanos.

En 1993, James Ellroy escribió la novela en la que se basa la película de De Palma, un trabajo cuya dureza probablemente nunca verá repetirse. No en vano, una década después de la muerte de Short, la propia madre del autor fue asesinada y su cuerpo también adandonado en plena calle, sin que tampoco nunca la policía encontrara al culpable.