Tim Burton: "Hoy en el mundo hay menos claridad ideológica"
- por © L.H. (Barcelona)-NOTICINE.com
18-VIII-01
Los simos que este viernes tomaron Barcelona eran todos machos: el director Tim Burton, el astronauta "bueno" Mark Wahlberg, el mono "malo" Tim Roth y el productor Richard Zanuck. Las hembras implicadas en el proyecto, Helena Bonham Carter y Estella Warren, se quedaron en casa. Al equipo de "El planeta de los simios", que lleva tiempo circulando por el mundo, se le nota un cierto cansancio, más evidente en el caso de Wahlberg (quizás con el añadido de una buena resaca encima). Por contra, y quizás para demostrar que no es tan fiero el simio como lo pintan, Roth -habitual indeseable en casi todas sus películas- fue el que hizo gala de un mayor gracejo e ironía británica. Por su parte, Burton se limitó a defender su autoría en lo que es un proyecto de encargo (por mucha libertad de la que haya disfrutado) y a pedir que nadie le busque tres pies al gato en su película, uno de los taquillazos de este verano en Estados Unidos (150 millones de dólares por ahora) y en Latinoamerica, donde encabeza casi todos los "box-office".
El realizador de "Eduardo Manostijeras" y "Sleepy Hollow" repetía una y otra vez que su nuevo film no es un "remake" del original de 1968, dirigido por Franklin J. Schaffner: "Aquel es un clásico de su tiempo y si me hubieran pedido que hiciera un "remake" no lo hubiera aceptado. Pero es que tampoco los estudios lo querían". Aunque la historia sea muy similar, e incluya "otra" sorpresa final distinta de la original, Burton apunta a una diferencia ideológica: "El contenido social del film está diluido porque la sociedad también ha cambiado. En los 60 estaba claro que los problemas eran el racismo y el peligro nuclear, pero ahora, en la época de la globalización, todo esta mucho más fragmentado y hay menos claridad ideológica".
Lo que tampoco quedó muy claro es si Tim Burton, que vió la primera adaptación de la novela de Pierre Boulle a los 10 años, ha vuelto a revisarla últimamente, ya que o la memoria le falla o no ha acabado de asimilarla. Y es que según él, en la versión original "todos los simios son buenos, y ahí radica la mitología del film". Por contra, dice, en la suya "son psicópatas, aterradores, y esto es lo que yo he querido marcar".
Mark Wahlberg, bostezando y sin el más mínimo interés por repetir por enésima vez lo mismo, habló lo mínimo. "No siento ningún vínculo personal con mi personaje", decía, a pesar de ser el único de todo el equipo que ya ha firmado contrato para una secuela. "A mi no me pagan por pensar y durante el rodaje me limité a seguir las instrucciones de Tim Burton", añadía el actor, modelo y cantante en un rasgo de sinceridad.
Mucho más sentido del humor mostró Roth, quien aseguró que para interpretar a Thade, el jefe del ejército simio, se basó en el general Pinochet. Lo que más le satisfizo del trabajo fue hacerlo a las órdenes de Burton. "Trabajar con él es como estar a las órdenes de un tipo innovador y vanguardista..., que tiene todo el dinero del mundo a su disposición", afirmaba.
Los simos que este viernes tomaron Barcelona eran todos machos: el director Tim Burton, el astronauta "bueno" Mark Wahlberg, el mono "malo" Tim Roth y el productor Richard Zanuck. Las hembras implicadas en el proyecto, Helena Bonham Carter y Estella Warren, se quedaron en casa. Al equipo de "El planeta de los simios", que lleva tiempo circulando por el mundo, se le nota un cierto cansancio, más evidente en el caso de Wahlberg (quizás con el añadido de una buena resaca encima). Por contra, y quizás para demostrar que no es tan fiero el simio como lo pintan, Roth -habitual indeseable en casi todas sus películas- fue el que hizo gala de un mayor gracejo e ironía británica. Por su parte, Burton se limitó a defender su autoría en lo que es un proyecto de encargo (por mucha libertad de la que haya disfrutado) y a pedir que nadie le busque tres pies al gato en su película, uno de los taquillazos de este verano en Estados Unidos (150 millones de dólares por ahora) y en Latinoamerica, donde encabeza casi todos los "box-office".
El realizador de "Eduardo Manostijeras" y "Sleepy Hollow" repetía una y otra vez que su nuevo film no es un "remake" del original de 1968, dirigido por Franklin J. Schaffner: "Aquel es un clásico de su tiempo y si me hubieran pedido que hiciera un "remake" no lo hubiera aceptado. Pero es que tampoco los estudios lo querían". Aunque la historia sea muy similar, e incluya "otra" sorpresa final distinta de la original, Burton apunta a una diferencia ideológica: "El contenido social del film está diluido porque la sociedad también ha cambiado. En los 60 estaba claro que los problemas eran el racismo y el peligro nuclear, pero ahora, en la época de la globalización, todo esta mucho más fragmentado y hay menos claridad ideológica".
Lo que tampoco quedó muy claro es si Tim Burton, que vió la primera adaptación de la novela de Pierre Boulle a los 10 años, ha vuelto a revisarla últimamente, ya que o la memoria le falla o no ha acabado de asimilarla. Y es que según él, en la versión original "todos los simios son buenos, y ahí radica la mitología del film". Por contra, dice, en la suya "son psicópatas, aterradores, y esto es lo que yo he querido marcar".
Mark Wahlberg, bostezando y sin el más mínimo interés por repetir por enésima vez lo mismo, habló lo mínimo. "No siento ningún vínculo personal con mi personaje", decía, a pesar de ser el único de todo el equipo que ya ha firmado contrato para una secuela. "A mi no me pagan por pensar y durante el rodaje me limité a seguir las instrucciones de Tim Burton", añadía el actor, modelo y cantante en un rasgo de sinceridad.
Mucho más sentido del humor mostró Roth, quien aseguró que para interpretar a Thade, el jefe del ejército simio, se basó en el general Pinochet. Lo que más le satisfizo del trabajo fue hacerlo a las órdenes de Burton. "Trabajar con él es como estar a las órdenes de un tipo innovador y vanguardista..., que tiene todo el dinero del mundo a su disposición", afirmaba.