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18-III-05

"Hay mucha agua en esta película", dice el guionista de "El aro 2", Ehren Kruger. "Siempre hay agua. El set siempre está húmedo". Es que el agua es un elemento clave en la historia de "El aro". Recordemos que Samara, la niña que provoca las muertes escalofriantes murió ahogada en un aljibe del que se escapa cada vez que va en busca de una víctima (al séptimo día de haberles puesto en su camino un extraño vídeo), y siempre aparece con el cabello húmedo y un vestido empapado.

Pero resulta que no sólo el set de filmación se humedece artificialmente, ya que varios eventos extraños se sucedieron desde que se inició esta producción. Se dieron una serie de coincidencias en torno al tema de la película que hicieron que varios miembros del elenco y del equipo de producción bromearan acerca de la posibilidad de que Samara estuviera escapando de ese aljibe de fantasía para hacerse realidad. Por supuesto, todo empezó como una broma, pero después de que se dieran algunos hechos extraños, ya no había mucho de que reírse.

Los incidentes comenzaron el 20 de Mayo de 2004, cuando transcurría el séptimo día de producción. Ese día, temprano por la mañana, un empleado del estudio al llegar a su oficina descubre que las oficinas de Universal Studios estaban totalmente inundadas. "Ese día tenía que cubrir el turno de la mañana", recuerda el asistente de producción, Don Wygal, quien fuera el primero en llegar. "Las luces estaban apagadas cuando entré a la oficina, y al caminar salpicaba agua. Entonces pensé - ¿quién volcó agua en el piso?. Seguí caminando y el agua era cada vez más profunda. Pensé que podía tratarse de una pérdida en un baño, entonces entré al baño de hombres y el agua brotaba de las paredes. Luego me dijeron que se había roto el sistema de calefacción hidráulico. Pero al principio todo el mundo bromeó - Debe ser Samara - Sobre todo cuando lees el guión y descubres que el agua siempre está presente en la historia".

Y esto resulto muy raro si se tienen en cuenta que en la película hay una escena en un baño en la que toneladas de agua suben por las paredes y las cañerías. "Definitivamente, Samara está entre nosotros", dijo sonriendo el diseñador de producción Jim Bisel. "Nuestras oficinas quedaron cubiertas por 1,6 cm de agua. Tuvimos que desalojar todo el lugar, sacar la alfombra. Nos inundamos".

"El aro 2" marca el debut de Hideo Nakata en Hollywood. Desde el momento que dirigió la película original, "Ringu", Nakata se convirtió en uno de los directores de cine de terror más influyentes del mundo. Sus películas son reconocidas por la sutileza con la que evoca el miedo enfocándose en la premonitoria sensación de temor. De hecho, en el especial de la Revista Time del 26 de Abril de 2004, se publicó la lista de "las 100 personas más influyentes del mundo", donde Nakata figuraba dentro de la categoría "Artistas y Representantes del mundo del Entretenimiento" por su influencia en las películas de terror asiáticas. "Siempre que dirijo una película de terror" confiesa Nakata, "el desafío que enfrento es cómo asustar, o sorprender a la audiencia con lo inesperado".

Y sabiendo lo que sabe sobre lo inesperado, Nakata, después de enterarse de la inundación de las oficinas, no lo encontró para nada divertido. Entonces, a fin de prevenir cualquier posible problema, ordenó que se hiciera, tanto en las oficinas de producción como en el set, una ceremonia de purificación japonesa dirigida por un ministro Shinto.

"Debido a que estábamos haciendo una película en la que el agua estaba muy presente", contó Nakata, "quisimos llevar a cabo un ritual de purificación, algo muy común en las filmaciones japonesas. Antes de iniciar el rodaje de casi todas las películas, especialmente las de terror o acción, se realizan este tipo de ceremonias para evitar cualquier incidente".

Una vez bendecida la producción, uno podría pensar que los problemas acabarían. Pero para el asombro de todos, las extrañas coincidencias continuaron sucediéndose. En "El aro 2", hay una escena en la que Rachel y Aidan van en el auto por el campo y se les cruza una manada de ciervos. Mientras pasan por el medio de la manada, los ciervos se asustan y se produce una estampida. "Vamos en el auto", relata Watts, "y un ciervo se aparece en medio del camino. Rachel lo toma bien, como diciendo: Mira, estamos en contacto con la naturaleza", pero Aidan entra en pánico cuando ve a todos los otros ciervos que se aproximan. De repente, estamos rodeados, y resulta muy, pero muy escalofriante".

Después, como si la realidad imitara a la ficción, al poco tiempo de haberse filmado la escena de los ciervos, la vestuarista del film, Jeannine Bourdaghs, sale del parque de estacionamiento y ve a un animal con enormes astas que corre justo hacia donde ella está. "Yo doy la vuelta al edificio de Panasonic", recuerda Jeannine, "y justo en la Calle James Stewart dobla un auto a gran velocidad. Si yo hubiera estado solo unos pasos más adelante me hubiera chocado".

El asistente de dirección, Matt Rebekoff, intentó contarle a la gente sobre ese mismo ciervo, pero sólo recibió burlas. "Yo venía dando vuelta en la esquina y se paró justo en frente mío un ciervo. Fue realmente raro porque estamos en medio de la ciudad de Burbank, no?. Y más extraño aún porque esto sucede en el film y nadie me creyó. Después se lo comenté a Jeannine quien también lo había visto. Gracias a Dios, ella también lo vio porque todos creían que estaba volviéndome loco". Más tarde se supo que no es del todo raro que un ciervo descienda a la ciudad desde los cerros que la rodean, entonces quizá se trató de otra coincidencia natural. De todas formas, todo el equipo admitió que la semejanza entre el ciervo que habían visto y el del film era extraordinaria.

Otro hecho extraño se dio cuando en un momento un enjambre de abejas irrumpió en el camión de la utilería. "Yo estaba dentro del camión", relata el jefe de utilería Ellis Barbacoff, "buscando las cosas que necesitaba para una escena, y de repente miles de abejas aparecieron allí. Tuvimos que llamar a especialistas para que las sacaran de ahí. Es realmente extraño que esto suceda".

Y las cosas raras siguieron sucediendo. Sin causa aparente, un bidón de agua se explotó en la cocina de la oficina de producción, inundando todo el piso nuevamente. Las cosas siguieron empeorando cuando uno de los trailers también quedó bajo el agua. "Yo fui al trailer de peinado y maquillaje", contó el actor Baker, " y había agua por todas partes". Después de investigar un poco, se descubrió que la causa había sido la explosión de una unidad de aire acondicionado. De todas formas, la gente no podía evitar pensar en Samara y las continuas coincidencias. Pero, ¿se trataba de meras coincidencias?, se preguntaron cuando en un trailer, y sin ninguna explicación lógica, se descompuso una heladera, lo que desencadenó, nuevamente, una pequeña inundación.

"Esto nunca me había sucedido antes, que se dieran tantas coincidencias en un mismo rodaje", afirma Wygal, "la verdad me puso feliz cuando terminamos".

Cuando al pequeño David Dorfman, quien interpreta al hijo de Watts, le preguntaron si creía que Samara podía estar acechándolos, el contestó muy serio, "Ella puede escuchar todo, excepto cuando dormimos. El único lugar seguro es aquel a donde los muertos no pueden acceder, el sueño. Este es un pensamiento escalofriante. El momento en que estás inconsciente es el único momento en el que estás realmente a salvo".
Coincidencia o no, dormido o despierto, cuando uno piensa en todo esto no puede dejar de preguntarse, ¿estaremos realmente a salvo de Samara?.