OPINIÓN: Robert De Niro, ¿en decadencia?
- por © Alberto Duque-NOTICINE.com
8-II-05
Tres recientes películas protagonizadas por Robert De Niro (17 de agosto de 1943, Nueva York) mantienen muy preocupados a sus millones de fanáticos en el mundo entero porque son desechables y no reflejan con su escasa calidad, el significado que este actor encierra para la historia contemporánea del cine.
Es como si su ambición, la obsesión por mantenerse ocupado, su papel como productor y otros motivos lo empujaran a protagonizar historias fallidas como "Los Focker, la familia de mi esposo"/"La familia de él", "El enviado del mal"/"El enviado" y "Mente Siniestra" ("Hide and Seek") en las cuales repite sus gestos característicos: arrugar la frente y pronunciar las profundas arrugas, torcer la boca, caminar escorado, mover las manos de camionero, entrecerrar los ojos y recitar los diálogos desganado.
Es que sus admiradores y numerosos críticos no le perdonan que se haya convertido en comediante y que a partir de "Analízame"/"Una terapia peligrosa" piense que pueda protagonizar escenas de humor con los mismos gestos dramáticos que han sacudido y marcado a varias generaciones.
Tampoco entienden que haya aceptado filmar con su amigo Martin Scorsese un comercial de American Express, proclamando las bondades de la tarjeta y las ventajas de vivir en Nueva York mientras camina por la triste zona de las desaparecidas Torres Gemelas. Los mensajes de protesta han sido feroces.
Y como si todo lo anterior fuera poco, acaba de confesar que no ha podido completar los 110 millones de dólares necesarios para filmar su segunda película como director, "El buen pastor" ("Un cuento del Bronx", 1993, fue la primera y en el rodaje de "Un golpe maestro" /"The Score" dirigió las escenas de Marlon Brando porque éste odiaba al titular Frank Oz), la historia tormentosa de uno de los fundadores de la CIA, James Wilson que ha rodado por varias manos y oficinas (John Frankenheimer, Philip Kaufman y otros directores estuvieron involucrados). En el reparto además de De Niro estarían Matt Damon, Angelina Jolie y otras estrellas. Leonardo Di Caprio figuraba inicialmente como protagonista pero desistió. A todo lo anterior, De Niro suma otra decepción: Scorsese lo sacó del reparto de "The Departed" y lo reemplazó por Jack Nicholson.
Lo que muchos se preguntan es por qué un actor que pasó a la historia del cine con sus personajes singulares de obras maestras como "Heat" de Michael Mann; "Casino", "Toro Salvaje" (recién reaparecida en DVD), "Calles Peligrosas" /"Malas calles", "Nueva York, Nueva York", "Buenos Muchachos"/"Uno de los nuestros", "El cabo del miedo", "El rey de la comedia" y "Taxi Driver", todas con Martin Scorsese; "Novecento" de Bernardo Bertolucci; "Erase una vez en América", de Sergio Leone; "Los Intocables" de Brian de Palma y "El Padrino II" de Francis Coppola, entre otras, por qué ha aceptado parodiar sus personajes originales en frustrantes películas como las dos historias de los Focker; "El enviado del mal" /"El enviado" (como ese médico frustrado que engaña a los padres de un niño que perece en un accidente y es clonado); "Mente Siniestra" (como el padre de Dakota Fanning, la mejor actriz juvenil del momento); "Showtime" (compitiendo en chistes con Eddie Murphy); comedias como "El espantatiburones" y "Las aventuras de Rocky & Bullwinkle" (presta la voz como malvado y mafioso); "Analízame" /"Una terapia peligrosa" y "Analízate"/ "Otra terapia peligrosa ¡Recaída total!" (sin comentarios); películas de acción que pronto son olvidadas como "Ronin", "15 Minutos", "Hombres de honor", "Jackie Brown", "Copland", "Fanático" con personajes planos, aburridos, comunes y corrientes que se nutren de películas mejores, más importantes y por las cuales, por supuesto, De Niro entró a la leyenda. Para no citar su personaje del monstruo en "Frankenstein" o su aparición como el Diablo en "El corazón del ángel".
Contemplando estas deplorables películas en las que De Niro parodia sus célebres personajes, solo queda pensar que su deseo por conseguir una pronta financiación para sus proyectos como productor y director, además de director del festival de cine de TriBeca que algunos no justifican como evento, lo empujen al criticado comercial de American Express y a filmar cinco películas anuales que deben tenerlo exhausto, aburrido y preocupado, tanto como quienes lo adoramos infinitamente.
Tres recientes películas protagonizadas por Robert De Niro (17 de agosto de 1943, Nueva York) mantienen muy preocupados a sus millones de fanáticos en el mundo entero porque son desechables y no reflejan con su escasa calidad, el significado que este actor encierra para la historia contemporánea del cine.
Es como si su ambición, la obsesión por mantenerse ocupado, su papel como productor y otros motivos lo empujaran a protagonizar historias fallidas como "Los Focker, la familia de mi esposo"/"La familia de él", "El enviado del mal"/"El enviado" y "Mente Siniestra" ("Hide and Seek") en las cuales repite sus gestos característicos: arrugar la frente y pronunciar las profundas arrugas, torcer la boca, caminar escorado, mover las manos de camionero, entrecerrar los ojos y recitar los diálogos desganado.
Es que sus admiradores y numerosos críticos no le perdonan que se haya convertido en comediante y que a partir de "Analízame"/"Una terapia peligrosa" piense que pueda protagonizar escenas de humor con los mismos gestos dramáticos que han sacudido y marcado a varias generaciones.
Tampoco entienden que haya aceptado filmar con su amigo Martin Scorsese un comercial de American Express, proclamando las bondades de la tarjeta y las ventajas de vivir en Nueva York mientras camina por la triste zona de las desaparecidas Torres Gemelas. Los mensajes de protesta han sido feroces.
Y como si todo lo anterior fuera poco, acaba de confesar que no ha podido completar los 110 millones de dólares necesarios para filmar su segunda película como director, "El buen pastor" ("Un cuento del Bronx", 1993, fue la primera y en el rodaje de "Un golpe maestro" /"The Score" dirigió las escenas de Marlon Brando porque éste odiaba al titular Frank Oz), la historia tormentosa de uno de los fundadores de la CIA, James Wilson que ha rodado por varias manos y oficinas (John Frankenheimer, Philip Kaufman y otros directores estuvieron involucrados). En el reparto además de De Niro estarían Matt Damon, Angelina Jolie y otras estrellas. Leonardo Di Caprio figuraba inicialmente como protagonista pero desistió. A todo lo anterior, De Niro suma otra decepción: Scorsese lo sacó del reparto de "The Departed" y lo reemplazó por Jack Nicholson.
Lo que muchos se preguntan es por qué un actor que pasó a la historia del cine con sus personajes singulares de obras maestras como "Heat" de Michael Mann; "Casino", "Toro Salvaje" (recién reaparecida en DVD), "Calles Peligrosas" /"Malas calles", "Nueva York, Nueva York", "Buenos Muchachos"/"Uno de los nuestros", "El cabo del miedo", "El rey de la comedia" y "Taxi Driver", todas con Martin Scorsese; "Novecento" de Bernardo Bertolucci; "Erase una vez en América", de Sergio Leone; "Los Intocables" de Brian de Palma y "El Padrino II" de Francis Coppola, entre otras, por qué ha aceptado parodiar sus personajes originales en frustrantes películas como las dos historias de los Focker; "El enviado del mal" /"El enviado" (como ese médico frustrado que engaña a los padres de un niño que perece en un accidente y es clonado); "Mente Siniestra" (como el padre de Dakota Fanning, la mejor actriz juvenil del momento); "Showtime" (compitiendo en chistes con Eddie Murphy); comedias como "El espantatiburones" y "Las aventuras de Rocky & Bullwinkle" (presta la voz como malvado y mafioso); "Analízame" /"Una terapia peligrosa" y "Analízate"/ "Otra terapia peligrosa ¡Recaída total!" (sin comentarios); películas de acción que pronto son olvidadas como "Ronin", "15 Minutos", "Hombres de honor", "Jackie Brown", "Copland", "Fanático" con personajes planos, aburridos, comunes y corrientes que se nutren de películas mejores, más importantes y por las cuales, por supuesto, De Niro entró a la leyenda. Para no citar su personaje del monstruo en "Frankenstein" o su aparición como el Diablo en "El corazón del ángel".
Contemplando estas deplorables películas en las que De Niro parodia sus célebres personajes, solo queda pensar que su deseo por conseguir una pronta financiación para sus proyectos como productor y director, además de director del festival de cine de TriBeca que algunos no justifican como evento, lo empujen al criticado comercial de American Express y a filmar cinco películas anuales que deben tenerlo exhausto, aburrido y preocupado, tanto como quienes lo adoramos infinitamente.