Muere Virginia Mayo, la rubia reina del Technicolor

por © Redacción-NOTICINE.com
Dos de sus films
Dos de sus films
Dos de sus films18-I-05

Su rubia cabellera, cierto travieso descaro mezclado con un aire juvenil y desenfadado, y un físico perfecto para la ocasión hicieron de Virginia Mayo, una de las más versátiles reinas del Technicolor, capaz de seducir desde Danny Kaye a Gregory Peck, pasando por Bob Hope. Este lunes, a los 84 años, fallecía en Thousand Oaks, víctima de problemas cardiacos asociados con una neumonía mal curada.

Durante casi dos décadas, la de los 40 y 50, esta ex artista de vaudeville que quiso ser bailarina pero acabó convertida en actriz, nacida el 30 de noviembre de 1920 en San Luis brilló en los géneros más populares de la época, especialmente el western y el cine de aventuras, pero también tuvo la oportunidad de demostrar su talento en dramas como "Los mejores años de nuestra vida".

Su primera aparición en la gran pantalla data de 1943, como chica del coro en "Follies girl", sin que siquiera su nombre apareciera en los créditos. Sin embargo, se hizo notar lo suficiente como para que poco después la Warner le firmara un contrato de exclusividad. En su primer papel digno de tal nombre, conoció al que fue su único marido, el actor Michael O'Shea. Fue en 1943 y el film se titulaba "Jack London". A los 3 años se casaron y permanecieron juntos hasta que él murió en 1973.

Un actor cómico como pareja cimentó su primera fama en la gran pantalla, Danny Kaye. Con él hizo cintas como "Un hombre fenómeno", "El asombro de Brookyn" o "La vida secreta de Walter Mitty". Sin embargo, también frecuentó galanes más "serios", como Gregory Peck (según dijo años después el que mejor besaba) en "El hidalgo de los mares", Burt Lancaster en "El halcón y la flecha" y "Huracán de emociones", Alan Ladd en "la novia de acero", Paul Newman en "El cáliz de plata", Ronald Reagan en "La sirena de la playa", Randolph Scott en "Nacida en el Oeste", George Sanders en "El talismám"... Incluso fue la esposa de un psicópata asesino James Cagney en "Al rojo vivo".

Para ella, sus mejores trabajos fueron precisamente en esta última cinta y en "Los mejores años de nuestra vida", donde daba vida a la esposa de un ex combatiente. Cuando su carrera cinematográfica empezó de declinar en los primeros 60, se dedicó al teatro, aunque fue secundaria en algunas cintas las décadas siguientes. Su última presencia en las salas tuvo lugar en el film de suspense de serie "B", rodado en el 97, "The man next door".