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El actor que personificó a "Superman", Christopher Reeve, murió el domingo como consecuencia de un fallo cardíaco, según anunció este lunes el agente del actor, quien desde hace nueve años estaba postrado a una silla de ruedas.

Reeve, de 52 años, había entrado en coma el sábado, tras sufrir un ataque al corazón durante un tratamiento por una herida infectada, falleciendo e domingo por la mañana en el hospital de Northern Westchester, sin haber podido recuperar el conocimiento. Dana, esposa de Reeve que lo acompañó durante su larga lucha, emitió un comunicado en el que agradecía a los "millones de fans de todo el mundo" que habían apoyado y querido a su marido durante estos años.

Nacido el 25 de septiembre de 1952 en la ciudad de Nueva York, Reeve estudió en la universidad de Cornell, al mismo tiempo que iniciaba su carrera como actor. En su último año en aquel lugar, fue seleccionado para ingresar a la prestigiosa Juilliard School of Performing Arts. A partir de allí tuvo una carrera que se dividió entre la televisión, el teatro y el cine.

Fue en 1977 cuando lo seleccionaron para convertirse en Superman, personaje que repitió en cuatro cintas y con el que quedaría inmortalizado, a pesar de intentar abordar otros papeles muy diferentes. Entre los films interpretados por Reeve están "En algún lugar del tiempo" (1980); "Monseñor" (1982); "Las bostonianas" (1984); "Lo que queda del día" (1993); y "Village of the Damned: El pueblo de los malditos" (1995).

En 1995 su vida cambió para siempre. El 28 de mayo de ese año, una caída de caballo provocó la fractura de dos vértebras del cuello y el daño de la columna vertebral. Como consecuencia de ello el actor quedó tetrapléjico y a partir de allí comenzó su lucha por incentivar la investigación de las lesiones de la médula espinal.

Reeve creó una fundación que lleva su nombre para buscar apoyo para esas investigaciones y también un centro para enseñar a las personas con parálisis a vivir de forma más independiente. Pero además Reeve era activista de Unicef, Amnistía Internacional y del ecologismo; y fundó junto a Susan Sarandon y Alec Baldwin, "Coalición Creativa", un grupo de ayuda a la gente sin hogar.

El espíritu de lucha de Reeve se plasmó en la biografía "Still Me" (Todavía yo) y en el libro publicado en 2002, "Nothing is Impossible: Reflections of a New Life" (Nada es imposible: Reflexiones de una nueva vida); en los cuales alentaba a no bajar los brazos ante la adversidad. También siguió en el cine, debutando como director en una cinta sobre un joven con SIDA y actuó en el telefilm "La ventana de enfrente", remake de "La ventana indiscreta", donde tomó el rol de James Stewart, siendo esta la última actuación de un super hombre de carne y hueso.