"Amores perros": Un cuarto de siglo después...
- por © Perla Ciuk (México)-NOTICINE.com

Los protagonistas de “Amores Perros” convergen en el tiempo a raíz de un accidente automovilístico. Este fatal añontecimiento es el punto de partida, que enlaza al auditorio con el presente, pasado y futuro de todos los personajes, narración a saltos en el tiempo, dividida con salidas a negros e intertítulos que anuncian el paso a la siguiente historia. Arriaga analiza la dinámica social de la metr?poli en que vivimos, a través de las relaciones entre parejas, hermanos, padres e hijos de distintos estratos econ?micos.
La cinta dividida en tres historias, pierde el ritmo y la fuerza inicial de la primera narración verdaderamente redonda, al continuar con relatos bastante menores en ritmo y actuación. En afán de una textura hiperdinámica, el aspecto formal predomina sobre las historias, apoderándose paulatinamente del espacio, mediante la cámara al hombro -sin tregua alguna- y el sonido ambiente mezclado con la banda sonora, elementos que acaparan, acentúan y refuerzan estrambóticamente situaciones y sentimientos. “Amores Perros” no resulta novedosa en su narrativa, el caso del mismo evento visto desde distintos ángulos o con diferentes posibilidades, y los encuentros y desencuentros como parte del destino, han sido expuestos en “Rashomon”/Kurosawa/1951, “Atraco Perfecto”/ Stanley Kubrick/1956, “Corre Lola corre”/ Tom Tywacker 1998. La dirección escénica de González I?árritu es magnífica, la película expone situaciones límites y momentos de tensión muy bien logrados, y cuenta con dos extraordinarios actores, Gael García Bernal, due?o del perro de pelea, añostumbrado a la vida violenta, aún así tierno y cari?oso a su manera y Emilio Echevarría como el exguerrillero, ahora sicario. Nos enfrentamos a una película de cuidadoso trabajo, bien realizado y ambicioso, a través de cuyo guión el director experimenta en el largometraje, plasmando gustos, ideas, influencias y estilos.