Murió el compositor cinematográfico Elmer Bernstein
- por © Redacción-NOTICINE.com
19-VIII-04
Este verano está resultando criminal para grandes músicos del cine. Tras la muerte aún reciente de Jerry Goldsmith, ahora nos ha dejado otra importante figura de la misma época, Elmer Bernstein. Vicepresidente de la Academia, catorce veces candidato al Oscar y ganador de una estatuilla, por "Millie, una chica moderna" -no precisamente la más popular de sus obras- falleció en la noche del miércoles a los 82 años en su casa de Ojai (California), tras una larga enfermedad no revelada.
Influenciado como otros compositores de su generación (Mancini, Schifrin...) por el Jazz, fue Bernstein autor de temas tan populares como "Los 7 magníficos", "La gran evasión", "Los diez mandamientos" o "El hombre del brazo de oro" (1955). Este fue precisamente la primera de sus candidaturas al premio de la Academia y uno de sus grandes éxitos, en el que los ritmos, percusiones y metales del jazz suenan con enorme brillantez. Sin embargo, es el calificativo de "ecléctico" el que más veces suena hoy al analizar su trayectoria. A veces espectacular, otras intimista, melódico... tocó todos los "palos" en sus más de 250 partituras.
"Nunca nadie se ha reinventado a sí mismo tantas veces", ha dicho su ex agente y amigo durante años Richard Kraft. "No sólo ha compuesto una banda sonora para cada género, sino incluso varias, y lo hizo a la largo de 50 años. Desde su primera a la última nominación que recibió pasaron casi cinco décadas", añadía. La última correspondió hace poco más de un año a su música "oldie" para "Lejos del cielo", de Todd Haynes.
Nacido en Nueva York el 4 de abril de 1922, Elmer Bernstein, empezó a estudiar piano a los 12 años, hasta que fue "descubierto" por el compositor Aaron Copland, quien le recomendó para estudiar a las órdenes del virtuoso Israel Citkowitz. Profesionalmente empezó como concertista de piano, pero llegada la II Guerra Mundial empezó a hacer arreglos para la emisora de radio del ejercito norteamericano. A finales de los años 40 le hicieron una primera oferta de la Columbia para escribir música de películas.
Sin embargo, sus inicios estuvieron a punto de frustrarse, por culpa de la llamada "Caza de brujas" en Hollywood. Bernstein simpatizaba con las ideas de izquierda y cerca estuvo de ser incluido en la "Lista negra", quedándose como "sospechoso", o en lo que algunos llamaban la "Lista gris". Tuvo que sobrevivir con partituras para cintas de serie "B" y ciencia-ficción de bajo presupuesto.
Su oportunidad llegó de la mano de "Los diez mandamientos" (1956), de Cecil B. DeMille. "Como un torrente", "Matar a un ruiseñor", "Valor de ley", "Desmadre a la americana", "Aterriza como puedas", "Cazafantasmas", "Los timadores", "La edad de la inocencia", "El cabo del miedo"... fueron algunos otros de sus trabajos.
Bernstein, que dirigió un inolvidable concierto en un Festival de Cine de Sevilla hace un par de décadas, defendía la idea de que una memorable banda sonora dependía de una inolvidable melodía central, a la que el año pasado se refirió como "el nucleo emocional de la película".
Su última presencia cinematográfica lo encontramos en "Fahrenheit 9/11", donde su amigo Michael Moore, para el que hizo la banda sonora de su cinta de ficción "Operación Canadá", le hace un guiño usando fragmentos de su famosa música para "Los 7 magníficos".
Este verano está resultando criminal para grandes músicos del cine. Tras la muerte aún reciente de Jerry Goldsmith, ahora nos ha dejado otra importante figura de la misma época, Elmer Bernstein. Vicepresidente de la Academia, catorce veces candidato al Oscar y ganador de una estatuilla, por "Millie, una chica moderna" -no precisamente la más popular de sus obras- falleció en la noche del miércoles a los 82 años en su casa de Ojai (California), tras una larga enfermedad no revelada.
Influenciado como otros compositores de su generación (Mancini, Schifrin...) por el Jazz, fue Bernstein autor de temas tan populares como "Los 7 magníficos", "La gran evasión", "Los diez mandamientos" o "El hombre del brazo de oro" (1955). Este fue precisamente la primera de sus candidaturas al premio de la Academia y uno de sus grandes éxitos, en el que los ritmos, percusiones y metales del jazz suenan con enorme brillantez. Sin embargo, es el calificativo de "ecléctico" el que más veces suena hoy al analizar su trayectoria. A veces espectacular, otras intimista, melódico... tocó todos los "palos" en sus más de 250 partituras.
"Nunca nadie se ha reinventado a sí mismo tantas veces", ha dicho su ex agente y amigo durante años Richard Kraft. "No sólo ha compuesto una banda sonora para cada género, sino incluso varias, y lo hizo a la largo de 50 años. Desde su primera a la última nominación que recibió pasaron casi cinco décadas", añadía. La última correspondió hace poco más de un año a su música "oldie" para "Lejos del cielo", de Todd Haynes.
Nacido en Nueva York el 4 de abril de 1922, Elmer Bernstein, empezó a estudiar piano a los 12 años, hasta que fue "descubierto" por el compositor Aaron Copland, quien le recomendó para estudiar a las órdenes del virtuoso Israel Citkowitz. Profesionalmente empezó como concertista de piano, pero llegada la II Guerra Mundial empezó a hacer arreglos para la emisora de radio del ejercito norteamericano. A finales de los años 40 le hicieron una primera oferta de la Columbia para escribir música de películas.
Sin embargo, sus inicios estuvieron a punto de frustrarse, por culpa de la llamada "Caza de brujas" en Hollywood. Bernstein simpatizaba con las ideas de izquierda y cerca estuvo de ser incluido en la "Lista negra", quedándose como "sospechoso", o en lo que algunos llamaban la "Lista gris". Tuvo que sobrevivir con partituras para cintas de serie "B" y ciencia-ficción de bajo presupuesto.
Su oportunidad llegó de la mano de "Los diez mandamientos" (1956), de Cecil B. DeMille. "Como un torrente", "Matar a un ruiseñor", "Valor de ley", "Desmadre a la americana", "Aterriza como puedas", "Cazafantasmas", "Los timadores", "La edad de la inocencia", "El cabo del miedo"... fueron algunos otros de sus trabajos.
Bernstein, que dirigió un inolvidable concierto en un Festival de Cine de Sevilla hace un par de décadas, defendía la idea de que una memorable banda sonora dependía de una inolvidable melodía central, a la que el año pasado se refirió como "el nucleo emocional de la película".
Su última presencia cinematográfica lo encontramos en "Fahrenheit 9/11", donde su amigo Michael Moore, para el que hizo la banda sonora de su cinta de ficción "Operación Canadá", le hace un guiño usando fragmentos de su famosa música para "Los 7 magníficos".