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26-VII-04

Durante la celebración del congreso de amantes de la ciencia ficción, la fantasía y los comics Comic-Con International, un portavoz de la productora Lucas Films avanzó este fin de semana el subtítulo del "Episodio III" que cierra la segunda trilogía de "La guerra de las galaxias". Se trata de "Revenge of the Sith" ("La venganza de los Sith"). Para quien no esté demasiado familiarizado con el término, recordamos que los Sith son una secta malévola a la que pertenecían Darth Vader y Darth Maul, entre otros personajes ya conocidos.

La nueva denominación para la película parece haber caído mejor en los debates de los fans galácticos que los dos anteriores, de los Episodios I y II, "La amenaza fantasma" y "El ataque de los clones". Tras el anuncio, la web oficial de George Lucas se aprestró a definir a los Sith como "amos del lado oscuro de la Fuerza y enemigos de los Jedi. Fueron prácticamente exterminados por los Jedi hace mil años pero la orden del mal sobrevivió en la clandestinidad".

"La Guerra de las Galaxias: Episodio III, la venganza de los Sith" se estrenará el 19 de mayo de 2005, tres años después del previo "Episodio II", y servirá de puente entre ambas trilogías, la segunda de las cuales (la más reciente) narra la historia previa a la primera cinta estrenada en 1977. Su tema central es la conversión de Anakin Skywalker en Darth Vader, precisamente por intercesión de los Sith, y el nuevo "malo" se llamará General Grievous y es mitad alienígena y mitad androide, estando generado por ordenador.

No osbtante, y deseosos de más información, la hemos encontrado en el sitio Laguerradelasgalaxias.com que describe así la trama:

"Dos años después de las Guerras Clon el panorama no ha mejorado. Ha llegado el momento y Palpatine (Ian McDiarmid) no precisa de más pantomimas políticas. Lleva décadas esperando su gran día sostenido por una gran confianza en sí mismo y una infinita paciencia. Con la galaxia dividida y desgastada tras las contiendas, el señor oscuro decide mostrar por fin su verdadera naturaleza. Él es el último eslabón con vida de los Sith, la milenaria y poderosa secta aniquilada en su día por los Jedi. La hora de la venganza ha llegado y ahora serán los Jedi los que desaparezcan de la faz del universo. La República y su débil democracia han muerto dando paso a una nuera era: la del Imperio Galáctico.

En los devastados círculos Jedi nadie duda de que Anakin Skywalker (Hayden Christensen) es el elegido que habrá de devolver el equilibrio a la galaxia. Evidentemente, al Emperador Palpatine tampoco se le ha escapado este detalle. Anakin se ha convertido en el mejor piloto de la galaxia y en un poderoso guerrero. Palpatine sabe desde hace tiempo que ha de convertirlo en su aliado atrayéndolo hacia el lado oscuro de la Fuerza. Desde el punto de vista de los Jedi, el amor sigue siendo tema tabú para Anakin Skywalker. Obi-Wan Kenobi (Ewan McGregor) no deja de recordárselo. Palpatine lo sabe y aprovechará para sembrar discordia entre maestro y aprendiz.

El futuro se ha vuelto negro para Anakin. En su desesperación, y creyéndose traicionado por Obi-Wan, los viejos amigos lucharán a vida o muerte en el cráter de un volcán activo. La experiencia es un grado que permitirá a Kenobi salir mejor parado. Anakin, moribundo y desfigurado, es recogido por Palpatine naciendo Darth Vader.

La alegría se borrará para siempre del rostro de Padmé (Natalie Portman). La última vez que pudo estar junto a su amado, le comunicó que llevaba en sus entrañas al hijo de ambos. Refugiada en el planeta Alderaan, alumbrará a dos hijos: Luke y Leia. Para manterlos a salvo de Palpatine y de su propio padre, Obi-Wan Kenobi decide separarlos. Luke será escondido en Tatooine, en la granja de humedad de los Lars. Leia, tras la muerte de su madre, será adoptada por la Casa Real de Alderaan, asumiendo el título de princesa heredera".