Reportaje: Los ladridos de la crítica no erizan a "Catwoman"
- por © Alberto Duque-NOTICINE.com
23-VII-04
Los maullidos de Halle Berry en su nueva película "Catwoman" ("Gatúbela" en América Latina) no son tan promisorios, a juzgar por la reacción de algunos críticos de Estados Unidos, para quienes la pelicula también protagonizada por una delgada Sharon Stone y unos abúlicos Benjamin Bratt y Lambert Wilson, sirve para comprobar que "los gatos gozan con las artes marciales y tienen sujetadores talla C", que "se sostiene con cuatro actores que apenas disponen de una pata para no caerse y tres guionistas obsesionados con el cuero y los gatos", que es tan mala que "hace aparecer "Showgirls" como si fuera Shakespeare desnudo y con un sentido de la dicotomía que mezcla las naturalezas de una virgen y una ramera sin pestañear". Una película donde, dicen otros críticos, "uno descubre las mayores falsedades, donde cada cuatro segundos se nota un truco de la cámara y cada minuto roban una escena de una película notable". Otro llega más lejos y afirma que "Catwoman" es tan torpe que hace aparecer "Garfield" como una obra maestra sobre los gatos.
Por supuesto, ni el director Pitof ni los productores están preocupados porque, ya se sabe: basta que los críticos acaben con una película para que los espectadores llenen las salas. En este caso -además- se trata de un personaje que, no solo fue interpretado antes por Eartha Kitt en la serie de televisión sino por la sensual Michelle Pfeiffer en el "Batman" de Tim Burton en 1992, y ahora aparece esta mujer, Halle Berry (se rompió un brazo en el rodaje), interpretando a la tímida y solitaria Patience Philips, quien descubre un complot en la internacional de cosméticos donde trabaja. Uno de los momentos más curiosos de la pelicula es cuando la muchacha, rescatada del agua, recibe respiración boca a boca de un gato que tiene 4000 años de vida y la convierte, adivinaron, en Catwoman.
Los más nostálgicos adoradores de esta felina recuerdan cómo apareció por primera vez en la historieta "Batman" de 1940 como La Gata, Selina Kyle, ladrona de joyas que aporta cierta tensión sexual a la aparentemente sosegada vida del héroe. Poco a poco las tiras cómicas fueron escenario de los cambios de disfraz y actitudes de quien después sería conocida como Catwoman. A mediados de los sesenta, recuerdan, Julie Newmar hizo su aparición al lado del musculoso Adam West, modelo de ciudadano bebedor de leche. La sensualidad de los movimientos gimnásticos de Newmar marcaron toda una época en la televisión.
Sensual, hermosa, morena y atlética, ahora emerge Halle Berry como heredera natural de todas esas gatas de las tiras cómicas, la televisión y el cine, dotada de esos poderes sobrenaturales que le vienen del dios-gato egipcio Bast. No es una gata cualquiera. Sus movimientos se nutren de una de las prácticas de baile, deporte y sexualidad más difundidas actualmente en el mundo, la Capoeira, artes marciales que nacieron en Brasil y como todo cuanto viene de ese país, cargada de una expresividad extrema que le permite al personaje trepar cinco o diez pisos sin cansarse.
Para la carrera de Halle Berry esta película pone a prueba una situación que Hollywood maneja con sutileza: hasta dónde una actriz puede convertir una pelicula en éxito, sin la ayuda de los varones, sobre todo con una inversión superior a los 90 millones de dólares, de los cuales 12,5 se fueron en el sueldo de una actriz que se convirtió en la primera afroamericana en ganar un Oscar principal, y también la primera en encabezar una superproducción arriesgada como ésta.
Cuando le preguntamos en Los Angeles por qué había aceptado un proyecto gigantesco, lleno de efectos especiales y escenas de acción como éste, fue lacónica: "Por simple diversión. La vida no tiene que ser siempre trabajo intelectual".
- ¿Qué representa para su carrera?
"Un nuevo reto, un cambio en mi carrera, una nueva dirección, probarme a mi misma que no solo soy buena para las historias intimistas y personales".
- Como actriz afroamericana…..
"Es la mejor mejor prueba también, que encabece una superproducción y se convierta en uno de los grandes éxitos de este año... Estoy segura de que todo marchará bien".
No es simple casualidad que los tres grandes actores de color actuales (Berry, Denzel Washington y Will Smith) protagonicen películas costosas que en el caso del tercero con "Yo, Robot" recaudó 52 millones en tres días de su estreno. Y no es simple casualidad que en este momento Berry se encuentre ubicada como símbolo sexual de las afroamericanas, luego de su personaje que sale del mar, sudorosa y ansiosa mientras James Bond la contempla, y su papel erótico y desgarrado en "Monster´s Ball", y sus escenas fuertes en una clínica psiquiátrica ("Gothika"), y ahora como Catwoman, un proyecto que Warner venía preparando desde 1991 cuando Pfeiffer lo interpretó en "Batman". Le ofrecieron el papel a Nicole Kidman, lo rechazó y se enteraron del interés de Berry. Cuando le preguntan a la actriz si no le preocupa la imagen de sexualidad que proyecta su personaje, dice: "Cuando la gente mire la pelicula descubrirán que mi personaje es más que sexo, es el poder, el dominio sobre los enemigos, el poder derrotarlos. Y además me siento bien con la forma cómo aparezco, más que sexual soy femenina, una mujer que se siente a gusto con su cuerpo y quiere mostrarlo".
- ¿Esa sexualidad no hace que la película busque más espectadores hombres?
"Para nada, la sexualidad de Catwoman interesa e impresiona a todos los espectadores.
- ¿Ganar el Oscar le abrió la puerta para más contratos?
"Para nada, quizás he ganado un poco más de respeto y reconocimiento, pero nada más".
- ¿Qué ocurre con su carrera si la película fracasa?
"Nada, mi vida está llena de caídas y triunfos, de modo que solo resta seguir trabajando duro. Creo que todos los actores sienten lo mismo".
Habrá que esperar al domingo en la tarde para conocer las cifras de entradas en Estados Unidos y Canadá. Entonces, sabremos si Halle Berry, disciplinada y tierna, hermosa y ambiciosa se ha convertido en otra de las actrices taquilleras de Hollywood, para que la sigan mimando.
Los maullidos de Halle Berry en su nueva película "Catwoman" ("Gatúbela" en América Latina) no son tan promisorios, a juzgar por la reacción de algunos críticos de Estados Unidos, para quienes la pelicula también protagonizada por una delgada Sharon Stone y unos abúlicos Benjamin Bratt y Lambert Wilson, sirve para comprobar que "los gatos gozan con las artes marciales y tienen sujetadores talla C", que "se sostiene con cuatro actores que apenas disponen de una pata para no caerse y tres guionistas obsesionados con el cuero y los gatos", que es tan mala que "hace aparecer "Showgirls" como si fuera Shakespeare desnudo y con un sentido de la dicotomía que mezcla las naturalezas de una virgen y una ramera sin pestañear". Una película donde, dicen otros críticos, "uno descubre las mayores falsedades, donde cada cuatro segundos se nota un truco de la cámara y cada minuto roban una escena de una película notable". Otro llega más lejos y afirma que "Catwoman" es tan torpe que hace aparecer "Garfield" como una obra maestra sobre los gatos.
Por supuesto, ni el director Pitof ni los productores están preocupados porque, ya se sabe: basta que los críticos acaben con una película para que los espectadores llenen las salas. En este caso -además- se trata de un personaje que, no solo fue interpretado antes por Eartha Kitt en la serie de televisión sino por la sensual Michelle Pfeiffer en el "Batman" de Tim Burton en 1992, y ahora aparece esta mujer, Halle Berry (se rompió un brazo en el rodaje), interpretando a la tímida y solitaria Patience Philips, quien descubre un complot en la internacional de cosméticos donde trabaja. Uno de los momentos más curiosos de la pelicula es cuando la muchacha, rescatada del agua, recibe respiración boca a boca de un gato que tiene 4000 años de vida y la convierte, adivinaron, en Catwoman.
Los más nostálgicos adoradores de esta felina recuerdan cómo apareció por primera vez en la historieta "Batman" de 1940 como La Gata, Selina Kyle, ladrona de joyas que aporta cierta tensión sexual a la aparentemente sosegada vida del héroe. Poco a poco las tiras cómicas fueron escenario de los cambios de disfraz y actitudes de quien después sería conocida como Catwoman. A mediados de los sesenta, recuerdan, Julie Newmar hizo su aparición al lado del musculoso Adam West, modelo de ciudadano bebedor de leche. La sensualidad de los movimientos gimnásticos de Newmar marcaron toda una época en la televisión.
Sensual, hermosa, morena y atlética, ahora emerge Halle Berry como heredera natural de todas esas gatas de las tiras cómicas, la televisión y el cine, dotada de esos poderes sobrenaturales que le vienen del dios-gato egipcio Bast. No es una gata cualquiera. Sus movimientos se nutren de una de las prácticas de baile, deporte y sexualidad más difundidas actualmente en el mundo, la Capoeira, artes marciales que nacieron en Brasil y como todo cuanto viene de ese país, cargada de una expresividad extrema que le permite al personaje trepar cinco o diez pisos sin cansarse.
Para la carrera de Halle Berry esta película pone a prueba una situación que Hollywood maneja con sutileza: hasta dónde una actriz puede convertir una pelicula en éxito, sin la ayuda de los varones, sobre todo con una inversión superior a los 90 millones de dólares, de los cuales 12,5 se fueron en el sueldo de una actriz que se convirtió en la primera afroamericana en ganar un Oscar principal, y también la primera en encabezar una superproducción arriesgada como ésta.
Cuando le preguntamos en Los Angeles por qué había aceptado un proyecto gigantesco, lleno de efectos especiales y escenas de acción como éste, fue lacónica: "Por simple diversión. La vida no tiene que ser siempre trabajo intelectual".
- ¿Qué representa para su carrera?
"Un nuevo reto, un cambio en mi carrera, una nueva dirección, probarme a mi misma que no solo soy buena para las historias intimistas y personales".
- Como actriz afroamericana…..
"Es la mejor mejor prueba también, que encabece una superproducción y se convierta en uno de los grandes éxitos de este año... Estoy segura de que todo marchará bien".
No es simple casualidad que los tres grandes actores de color actuales (Berry, Denzel Washington y Will Smith) protagonicen películas costosas que en el caso del tercero con "Yo, Robot" recaudó 52 millones en tres días de su estreno. Y no es simple casualidad que en este momento Berry se encuentre ubicada como símbolo sexual de las afroamericanas, luego de su personaje que sale del mar, sudorosa y ansiosa mientras James Bond la contempla, y su papel erótico y desgarrado en "Monster´s Ball", y sus escenas fuertes en una clínica psiquiátrica ("Gothika"), y ahora como Catwoman, un proyecto que Warner venía preparando desde 1991 cuando Pfeiffer lo interpretó en "Batman". Le ofrecieron el papel a Nicole Kidman, lo rechazó y se enteraron del interés de Berry. Cuando le preguntan a la actriz si no le preocupa la imagen de sexualidad que proyecta su personaje, dice: "Cuando la gente mire la pelicula descubrirán que mi personaje es más que sexo, es el poder, el dominio sobre los enemigos, el poder derrotarlos. Y además me siento bien con la forma cómo aparezco, más que sexual soy femenina, una mujer que se siente a gusto con su cuerpo y quiere mostrarlo".
- ¿Esa sexualidad no hace que la película busque más espectadores hombres?
"Para nada, la sexualidad de Catwoman interesa e impresiona a todos los espectadores.
- ¿Ganar el Oscar le abrió la puerta para más contratos?
"Para nada, quizás he ganado un poco más de respeto y reconocimiento, pero nada más".
- ¿Qué ocurre con su carrera si la película fracasa?
"Nada, mi vida está llena de caídas y triunfos, de modo que solo resta seguir trabajando duro. Creo que todos los actores sienten lo mismo".
Habrá que esperar al domingo en la tarde para conocer las cifras de entradas en Estados Unidos y Canadá. Entonces, sabremos si Halle Berry, disciplinada y tierna, hermosa y ambiciosa se ha convertido en otra de las actrices taquilleras de Hollywood, para que la sigan mimando.