Muere Jerry Goldsmith, un clásico contemporáneo de la banda sonora
- por © Redacción-NOTICINE.com
22-VII-04
En la noche de este miércoles, mientras dormía, falleció uno de los grandes de la composición cinematográfica y televisiva en los últimos 50 años, Jerry Goldsmith, 17 veces candidato al Oscar (sólo logró uno, por la partitura de "La profecía"), y autor de melodías tan identificables en nuestra memoria como las de "El planeta de los simios", "Patton", "Papillon", "Chinatown", "Star Trek", "Poltergeist", "Acorralado", "Gremlins", "Desafío total", "La casa Rusia", "Alien", "Instinto Básico", "El primer caballero", "La momia"..., tenía 75 años y le había sido diagnosticado un cáncer.
Nacido en Los Angeles el 10 de febrero de 1929. Fue alumno de maestros como el pianista Jacob Gimpel y Mario Castelnuovo-Tedesco, así como más tarde del gran Miklos Rozsa en la Universidad del Sur de California. Precisamente debía su amor a la música cinematográfica a una banda sonora de Rozsa, la de "Recuerda".
En su juventud trabajó para la radio y la TV, donde empezó a destacar con las sintonías de series como "El pistolero" (Gunsmoke), "Caravana", "En los límites de la realidad", "Dr. Kildare", "Viaje al fondo del mar", o "El agente de CIPOL. "Black Patch", en 1957, fue su primer trabajo para el cine, y recibió la primera nominación al Oscar en 1962 por "Freud".
La Academia volvería a considerar sus composiciones para las películas "Un retazo de azul" (1965), "El Yang-Tsé en llamas" (1966), "El planeta de los simios" (1968), "Patton" (1970), "Papillon" (1973), "Chinatown" (1974), "El viento y el león" (1975), "La profecía" (1976), "Los niños del Brasil" (1978), "Star Trek" (1979), "Poltergeist" (1982), "Bajo el fuego" (1984), "Hoosiers: más que ídolos" (1986), "Instinto básico" (1992), "L.A. Confidential" (1997) y "Mulan" (1999).
Sus últimos trabajos, aún inéditos, han sido para las películas "The game of their lives" y "Picasso at the Lapin Agile".
Goldsmith aseguraba que Hollywood es ahora "un lugar extraño en el que se mueve tal cantidad de dinero, que es un terreno peligroso en el que no se experimenta, en el que los directores no innovan con películas del tipo de "El planeta de los simios".
Ecléctico donde los haya y contemporizador, pasando de la música más sinfónica al sintetizador y tocando todo tipo de géneros, el gran maestro californiano decía sentirse más cómodo en películas "de pequeño formato e íntimas como "Chinatown" o "La casa Rusia". "Comunicar es lo máximo a lo que aspiro, más que al reconocimiento de la crítica, al dinero o la fama".
"La función de una partitura es la de intensificar el alcance de una película. Busco la penetración emocional, no complementar la acción. Para mí, lo importante en la música es el tema. No sé describir cómo llego a decidir el perfil de un tema, simplemente lo siento y actúo en consecuencia", declaró en una ocasión.
Años atrás, regaló Goldsmith a una adolescente enferma de cáncer la banda sonora que compuso para "Los últimos días del Edén", en la que Sean Connery era un médico que descubre en la selva una medicina prodigiosa capaz de derrotar esa enfermedad, y -según ella le contó años más tarde- después de disfrutarla a diario, el cáncer de la joven remitió. No así el suyo propio, que finalmente le costó la vida.
En la noche de este miércoles, mientras dormía, falleció uno de los grandes de la composición cinematográfica y televisiva en los últimos 50 años, Jerry Goldsmith, 17 veces candidato al Oscar (sólo logró uno, por la partitura de "La profecía"), y autor de melodías tan identificables en nuestra memoria como las de "El planeta de los simios", "Patton", "Papillon", "Chinatown", "Star Trek", "Poltergeist", "Acorralado", "Gremlins", "Desafío total", "La casa Rusia", "Alien", "Instinto Básico", "El primer caballero", "La momia"..., tenía 75 años y le había sido diagnosticado un cáncer.
Nacido en Los Angeles el 10 de febrero de 1929. Fue alumno de maestros como el pianista Jacob Gimpel y Mario Castelnuovo-Tedesco, así como más tarde del gran Miklos Rozsa en la Universidad del Sur de California. Precisamente debía su amor a la música cinematográfica a una banda sonora de Rozsa, la de "Recuerda".
En su juventud trabajó para la radio y la TV, donde empezó a destacar con las sintonías de series como "El pistolero" (Gunsmoke), "Caravana", "En los límites de la realidad", "Dr. Kildare", "Viaje al fondo del mar", o "El agente de CIPOL. "Black Patch", en 1957, fue su primer trabajo para el cine, y recibió la primera nominación al Oscar en 1962 por "Freud".
La Academia volvería a considerar sus composiciones para las películas "Un retazo de azul" (1965), "El Yang-Tsé en llamas" (1966), "El planeta de los simios" (1968), "Patton" (1970), "Papillon" (1973), "Chinatown" (1974), "El viento y el león" (1975), "La profecía" (1976), "Los niños del Brasil" (1978), "Star Trek" (1979), "Poltergeist" (1982), "Bajo el fuego" (1984), "Hoosiers: más que ídolos" (1986), "Instinto básico" (1992), "L.A. Confidential" (1997) y "Mulan" (1999).
Sus últimos trabajos, aún inéditos, han sido para las películas "The game of their lives" y "Picasso at the Lapin Agile".
Goldsmith aseguraba que Hollywood es ahora "un lugar extraño en el que se mueve tal cantidad de dinero, que es un terreno peligroso en el que no se experimenta, en el que los directores no innovan con películas del tipo de "El planeta de los simios".
Ecléctico donde los haya y contemporizador, pasando de la música más sinfónica al sintetizador y tocando todo tipo de géneros, el gran maestro californiano decía sentirse más cómodo en películas "de pequeño formato e íntimas como "Chinatown" o "La casa Rusia". "Comunicar es lo máximo a lo que aspiro, más que al reconocimiento de la crítica, al dinero o la fama".
"La función de una partitura es la de intensificar el alcance de una película. Busco la penetración emocional, no complementar la acción. Para mí, lo importante en la música es el tema. No sé describir cómo llego a decidir el perfil de un tema, simplemente lo siento y actúo en consecuencia", declaró en una ocasión.
Años atrás, regaló Goldsmith a una adolescente enferma de cáncer la banda sonora que compuso para "Los últimos días del Edén", en la que Sean Connery era un médico que descubre en la selva una medicina prodigiosa capaz de derrotar esa enfermedad, y -según ella le contó años más tarde- después de disfrutarla a diario, el cáncer de la joven remitió. No así el suyo propio, que finalmente le costó la vida.