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12-VII-04

A pesar de las informaciones sobre su crítica situación económica, Marlo Brando no dejará deudas a sus numerosos herederos, sino por el contrario una fortuna de más de 21 millones de dólares, en su mayoría correspondientes al valor de sus propiedades inmobiliarias. El carismático actor reconoce en su testamento a una decena de hijos, de edades que oscilan entre 10 y 46 años, y a dos íntimas amigas, pero excluye a su Petra Brando Corval y a su nieto Tuki Brando, hijo de la fallecida Cheyenne.

La parte más sustanciosa de la herencia son las posesiones de Brando en Beverly Hills (una mansión en Mulholland Drive valorada en 10 millones de dólares) y el atolón que compró en 1966 en Tahití, Tetiaroa. También poseía obras de arte y guardaba algunos valiosos guiones.

Para administrar la herencia, el célebre astro de Hollywood nombró a sus amigos el productor Mike Medavoy, al hombre de negocios Larry Dressler, y a Avra Douglas. El testamento fue originalmente redactado en 2002 y actualizado el pasado 18 de junio, 13 días antes de que muriera de una insuficiencia respiratoria en Los Angeles.

Uno de los últimos libros escritos sobre él, "Brando in Twilight", de Patricia Ruiz, sostiene que las deudas que arrastraba el actor superaban los 20 millones, y eran consecuencia del proceso contra su hijo Christian, por el asesinato del novio de su hermana Cheyenne, la cual posteriormente se suicidó. Brando se habría gastado ese dinero en las minutas de los abogados.