Reportaje: Hollywood, desde Nueva York y Miami
- por © Alberto Duque-NOTICINE.com
28-IV-04
A pocos días de los grandes estrenos de la temporada en Estados Unidos, gracias a un press-junket de Columbia con el actor Alfred Molina y su personaje malvado de "Spiderman 2", y en medio de las condiciones climáticas más contradictorias, siempre hay ocasión de mirar la cartelera del momento en los multiplex olorosos a mantequilla de crispetas y alfombras desinfectadas, antes de la histeria que seguramente provocarán "Van Helsing", "Troya", "Shrek 2", "Clearing", "Day after tomorrow", "Harry Potter 3", "Garfield", "The Terminal", "Spiderman 2", "I, Robot", "Catwoman", "Collateral" y otras superproducciones, llamadas a romper las marcas de taquilla de años anteriores.
Comencemos con "The Girl Next Door", de Luke Greenfield, con Elisha Cuthbert y Emile Hirsch; típica comedia de estudiantes con el chico que quiere ser Presidente de Estados Unidos y la joven actriz porno que escapa del círculo vicioso de Los Angeles en busca de aire fresco. La enorme gratificación de esta comedia que tiene una escena memorable (el discurso que el muchacho pronuncia bajo los efectos del éxtasis), es la presencia rubia, sensual, mitad ingenua y mitad malévola de Cuthbert, estrella de la serie "24", que llena la pantalla con su belleza espléndida.
"The Punisher", de Jonathan Hernsleigh, con Thomas Jane, John Travolta y Rebecca Romijn-Stamos, es la segunda versión de la historia del vigilante y vengador Frank Castle, personaje que apareció en las tiras cómicas del Hombre araña. El debutante realizador ha retomado la historia que fracasó en 1989, protagonizada por Dolph Lundgren, y con una carga de agresividad y violencia cuenta lo que pasa cuando un agente federal encubierto provoca accidentalmente la muerte de un joven traficante de armas, hijo de un capo. Por supuesto, lo que sigue es previsible. El maleante acaba con la familia de Castle y éste se dedica durante más de media película a organizar y ejecutar su venganza. Lo de siempre.
"Eternal Sunshine of the Spotless Mind", de Michel Gondry, con Jim Carrey y Kate Winslet, con el guión iluminado, divertido, mágico e inusual de un Charlie Kaufman inspirado, en camino directo a los Globos y los Oscar de este año. Homenaje a los espectadores inteligentes cuenta la historia de esta muchacha que decide hacerse borrar todos los recuerdos, provocando igual reacción del amado dentro de cuyo cerebro asistimos al insólito, disparatado y mágico proceso de la memoria que va desapareciendo por zonas, por sectores, por capas mientras las cosas materiales también se borran.
"Hellboy", del mexicano Guillermo del Toro, con Ron Perlman, David Gyde Pierce, Selma Blair y John Hurt, tiene extrañamente enloquecidos a los críticos en Estados Unidos, por toda la fantasía desplegada alrededor de este cínico héroe de las tiras cómicas que se comporta como cualquier humano, adora los gatos, se obsesiona con una muchacha y se aburre peleando con los descomunales monstruos. Para los fanáticos de las tiras cómicas y los efectos especiales en que los monstruos se licúan o atraviesan las paredes y los trenes.
"Walking Tall", de Kevin Bray, con The Rock, retoma el tema de una película de 1973 protagonizada por el inolvidable Joe Don Baker que cuenta el regreso de un ex militar a su pequeño pueblo, convertido en garito y burdel por los malos, y la forma cómo reacciona ante la corrupción y la injusticia que predominan. Aburrida e inútil como pocas.
Por último está "The Ladykillers", de los hermanos Coen, con Tom Hanks. Uno se sorprende que esta película confusa, desigual versión del clásico de 1955 con Peter Sellers y Alec Guinness, figure en la competencia de Cannes. A menos que el protagonista esté comprometido a caminar sobre la alfombra roja del Palais con su traje y zapatos blancos. Eso lo explica.
A pocos días de los grandes estrenos de la temporada en Estados Unidos, gracias a un press-junket de Columbia con el actor Alfred Molina y su personaje malvado de "Spiderman 2", y en medio de las condiciones climáticas más contradictorias, siempre hay ocasión de mirar la cartelera del momento en los multiplex olorosos a mantequilla de crispetas y alfombras desinfectadas, antes de la histeria que seguramente provocarán "Van Helsing", "Troya", "Shrek 2", "Clearing", "Day after tomorrow", "Harry Potter 3", "Garfield", "The Terminal", "Spiderman 2", "I, Robot", "Catwoman", "Collateral" y otras superproducciones, llamadas a romper las marcas de taquilla de años anteriores.
Comencemos con "The Girl Next Door", de Luke Greenfield, con Elisha Cuthbert y Emile Hirsch; típica comedia de estudiantes con el chico que quiere ser Presidente de Estados Unidos y la joven actriz porno que escapa del círculo vicioso de Los Angeles en busca de aire fresco. La enorme gratificación de esta comedia que tiene una escena memorable (el discurso que el muchacho pronuncia bajo los efectos del éxtasis), es la presencia rubia, sensual, mitad ingenua y mitad malévola de Cuthbert, estrella de la serie "24", que llena la pantalla con su belleza espléndida.
"The Punisher", de Jonathan Hernsleigh, con Thomas Jane, John Travolta y Rebecca Romijn-Stamos, es la segunda versión de la historia del vigilante y vengador Frank Castle, personaje que apareció en las tiras cómicas del Hombre araña. El debutante realizador ha retomado la historia que fracasó en 1989, protagonizada por Dolph Lundgren, y con una carga de agresividad y violencia cuenta lo que pasa cuando un agente federal encubierto provoca accidentalmente la muerte de un joven traficante de armas, hijo de un capo. Por supuesto, lo que sigue es previsible. El maleante acaba con la familia de Castle y éste se dedica durante más de media película a organizar y ejecutar su venganza. Lo de siempre.
"Eternal Sunshine of the Spotless Mind", de Michel Gondry, con Jim Carrey y Kate Winslet, con el guión iluminado, divertido, mágico e inusual de un Charlie Kaufman inspirado, en camino directo a los Globos y los Oscar de este año. Homenaje a los espectadores inteligentes cuenta la historia de esta muchacha que decide hacerse borrar todos los recuerdos, provocando igual reacción del amado dentro de cuyo cerebro asistimos al insólito, disparatado y mágico proceso de la memoria que va desapareciendo por zonas, por sectores, por capas mientras las cosas materiales también se borran.
"Hellboy", del mexicano Guillermo del Toro, con Ron Perlman, David Gyde Pierce, Selma Blair y John Hurt, tiene extrañamente enloquecidos a los críticos en Estados Unidos, por toda la fantasía desplegada alrededor de este cínico héroe de las tiras cómicas que se comporta como cualquier humano, adora los gatos, se obsesiona con una muchacha y se aburre peleando con los descomunales monstruos. Para los fanáticos de las tiras cómicas y los efectos especiales en que los monstruos se licúan o atraviesan las paredes y los trenes.
"Walking Tall", de Kevin Bray, con The Rock, retoma el tema de una película de 1973 protagonizada por el inolvidable Joe Don Baker que cuenta el regreso de un ex militar a su pequeño pueblo, convertido en garito y burdel por los malos, y la forma cómo reacciona ante la corrupción y la injusticia que predominan. Aburrida e inútil como pocas.
Por último está "The Ladykillers", de los hermanos Coen, con Tom Hanks. Uno se sorprende que esta película confusa, desigual versión del clásico de 1955 con Peter Sellers y Alec Guinness, figure en la competencia de Cannes. A menos que el protagonista esté comprometido a caminar sobre la alfombra roja del Palais con su traje y zapatos blancos. Eso lo explica.