"Kill Bill: Vol. 2", Tarantino en su máximo esplendor
- por © Redacción-NOTICINE.com
16-IV-04
Para el público norteamericano la espera ha llegado a su fin, "Kill Bill: Vol. 2" ya esta en los cines para el deleite de los incondicionales de Quentin Tarantino, quien nuevamente vuelve a manifestar sus fascinaciones personales en la pantalla grande; consiguiendo conquistar a los críticos cinematográficos, quienes elogiaron su más reciente obra.
"Kill Bill: Vol. 1" marcaba el inicio de la venganza de La Novia (Uma Thurman), quien luego de asesinar a sus ex-colegas O-Ren Ishii (Lucy Liu) y Vernita Green (Vivica A. Fox), reanuda en esta segunda entrega su incansable búsqueda de Bill (David Carradine), el objetivo final de su lista de la muerte. Pero antes de eliminarlo, deberá encargarse de Budd (Michael Madsen) y Elle Driver (Daryl Hannah).
Si en la primera parte Bill era apenas una voz, una presencia difusa, en esta continuación es el centro de la historia. Precisamente la escena introductoria encuentra a la Novia y Bill en una romántica despedida; lo que vendrá después será una montaña rusa de acción, violencia, y humor, pero, a diferencia de la primera, Tarantino se detiene aquí a explorar en mayor medida a sus personajes, y a profundizar sobre las relaciones humanas, siempre con su particular estilo.
Claro que las artes marciales siguen siendo uno de los puntos fuertes de la historia. En términos de influencias, el Volumen 1 estaba claramente dominado por Japón y el código del bushido, personificado por Sonny Chiba, quien interpretó al artesano de espadas samurai Hattori Hanzo y que se desempeñó como coreógrafo de kenjutsu. Para el Volumen 2 la influencia es de la cultura marcial de China, representada por la leyenda de las películas de artes marciales Gordon Liu Jia-hui ("The Master Killer").
Tarantino, fanático de este género, asegura que sus momentos favoritos de la película son las escenas entre Chiba y Gordon Liu, "te ponen la piel de gallina", se emociona el realizador, quien en primera instancia había reservado el rol de Pei Mei -el monje de las cejas blancas- para él mismo, pero viendo lo dificultoso que resultaba la realización, decidió cederselo a Gordon Liu. El personaje de Pei Mei es un villano clásico de las películas de la factoría de los hermanos Shaw.
El director no sólo tomó este mítico personaje de los Shaw, sino que también le otorgó el estilo de aquellas películas, fusionándolo con el spaghetti western. La influencia de ambos géneros está muy marcaba en la narrativa del film. Las secuencias del tiempo presente, ubicadas en el sudoeste de los Estados Unidos y en México, adhieren al estilo de los westerns italianos. Mientras, que los fragmentos de flashback, ubicados en su mayor parte en China, donde Bill lleva a La Novia para su período de formación con su propio ex-maestro, tienen la estructura del entrenamiento para la venganza típico de las clásicas cintas de kung fu.
Otro componente básico en el cine de Tarantino es la música. "No puedo seguir adelante con la escritura hasta que descubro cuál va a ser la música de apertura, la música que pondrá al público en clima. La música me ayuda a encontrar el ritmo que seguirá la película", confesó el cineasta. Para este segundo capítulo Tarantino convocó a The RZA, productor de un grupo que inspira su música en los films de artes marciales, y a Robert Rodríguez. Además incluirá temas de películas clásicas del género.
Todo el universo Tarantino vuelve a manifestarse en "Kill Bill: Vol. 2", todas sus obsesiones y gustos personales; pero esta acuarela pop que para algunos puede parecer artificial, vacía y violenta conlleva también una profundidad dramática. Como manifestó Carradine, "esta película no es sólo violencia o acción; es una mirada al interior de la mente y el corazón de los violentos".
Para el público norteamericano la espera ha llegado a su fin, "Kill Bill: Vol. 2" ya esta en los cines para el deleite de los incondicionales de Quentin Tarantino, quien nuevamente vuelve a manifestar sus fascinaciones personales en la pantalla grande; consiguiendo conquistar a los críticos cinematográficos, quienes elogiaron su más reciente obra.
"Kill Bill: Vol. 1" marcaba el inicio de la venganza de La Novia (Uma Thurman), quien luego de asesinar a sus ex-colegas O-Ren Ishii (Lucy Liu) y Vernita Green (Vivica A. Fox), reanuda en esta segunda entrega su incansable búsqueda de Bill (David Carradine), el objetivo final de su lista de la muerte. Pero antes de eliminarlo, deberá encargarse de Budd (Michael Madsen) y Elle Driver (Daryl Hannah).
Si en la primera parte Bill era apenas una voz, una presencia difusa, en esta continuación es el centro de la historia. Precisamente la escena introductoria encuentra a la Novia y Bill en una romántica despedida; lo que vendrá después será una montaña rusa de acción, violencia, y humor, pero, a diferencia de la primera, Tarantino se detiene aquí a explorar en mayor medida a sus personajes, y a profundizar sobre las relaciones humanas, siempre con su particular estilo.
Claro que las artes marciales siguen siendo uno de los puntos fuertes de la historia. En términos de influencias, el Volumen 1 estaba claramente dominado por Japón y el código del bushido, personificado por Sonny Chiba, quien interpretó al artesano de espadas samurai Hattori Hanzo y que se desempeñó como coreógrafo de kenjutsu. Para el Volumen 2 la influencia es de la cultura marcial de China, representada por la leyenda de las películas de artes marciales Gordon Liu Jia-hui ("The Master Killer").
Tarantino, fanático de este género, asegura que sus momentos favoritos de la película son las escenas entre Chiba y Gordon Liu, "te ponen la piel de gallina", se emociona el realizador, quien en primera instancia había reservado el rol de Pei Mei -el monje de las cejas blancas- para él mismo, pero viendo lo dificultoso que resultaba la realización, decidió cederselo a Gordon Liu. El personaje de Pei Mei es un villano clásico de las películas de la factoría de los hermanos Shaw.
El director no sólo tomó este mítico personaje de los Shaw, sino que también le otorgó el estilo de aquellas películas, fusionándolo con el spaghetti western. La influencia de ambos géneros está muy marcaba en la narrativa del film. Las secuencias del tiempo presente, ubicadas en el sudoeste de los Estados Unidos y en México, adhieren al estilo de los westerns italianos. Mientras, que los fragmentos de flashback, ubicados en su mayor parte en China, donde Bill lleva a La Novia para su período de formación con su propio ex-maestro, tienen la estructura del entrenamiento para la venganza típico de las clásicas cintas de kung fu.
Otro componente básico en el cine de Tarantino es la música. "No puedo seguir adelante con la escritura hasta que descubro cuál va a ser la música de apertura, la música que pondrá al público en clima. La música me ayuda a encontrar el ritmo que seguirá la película", confesó el cineasta. Para este segundo capítulo Tarantino convocó a The RZA, productor de un grupo que inspira su música en los films de artes marciales, y a Robert Rodríguez. Además incluirá temas de películas clásicas del género.
Todo el universo Tarantino vuelve a manifestarse en "Kill Bill: Vol. 2", todas sus obsesiones y gustos personales; pero esta acuarela pop que para algunos puede parecer artificial, vacía y violenta conlleva también una profundidad dramática. Como manifestó Carradine, "esta película no es sólo violencia o acción; es una mirada al interior de la mente y el corazón de los violentos".