Michael Haneke considera que las denuncias públicas de acoso son "caza de brujas"
- por © María Milla-NOTICINE.com
El director austriaco de 75 años, Michael Haneke, ganador de un Oscar, dos Palmas de Oro y dos Globos de Oro, ha criticado en una entrevista al movimiento #MeToo (yo también), que ha logrado unir a miles de mujeres que han sido acosadas para denunciar los abusos sexuales que han sufrido alguna vez, considerando que se ha convertido en una "caza de brujas".
"Cualquier forma de violación o coacción debe ser condenado, está claro. Pero esta histeria y acusaciones sin procesos que están teniendo lugar hoy en día me parecen totalmente repugnantes. Y no quiero saber cuántas de esas acusaciones que cuentan incidentes de hace 20 o 30 años son principalmente declaraciones que poco tienen que ver con abusos sexuales", ha declarado el cineasta al periódico austriaco Kurier.
Haneke, que en su película "La Pianista / La profesora de piano / La pianiste" trató la relación tortuosa entre una profesora de piano que oculta una personalidad de escabrosa vertiente sexual, y su asfixiante y dominante madre, habla sobre el problema que presentan algunas de las acusaciones que han surgido con el movimiento #MeToo puesto que "cada aluvión de críticas que generan estas revelaciones, incluso en los foros Internet de diarios serios, envenena el clima en el seno de la sociedad". Haneke, que no ha sido objeto de ninguna acusación, considera que este ambiente "de caza de brujas hace cada vez más difícil un debate sobre este tema (el acoso sexual) tan importante".
Haneke se siente preocupado ante "esta rabia ciega y sin ninguna reflexión, que no se basa en hechos, pero que está creando prejuicios y que está destruyendo las vidas de personas cuyos supuestos crímenes no han sido demostrados". Y añade que, "se está atacando a través de los medios y las redes sociales, arruinando vidas y carreras".
El movimiento #MeToo comenzó a principios del pasado octubre, tras conocerse los primeros casos de abusos sexuales por parte del productor Harvey Weinstein. La repercusión que han tenido los testimonios contra Weinstein de actrices famosas —Ashley Judd, Mira Sorvino, Angelina Jolie o Gwyneth Paltrow— desencadenó un enorme seísmo en Estados Unidos que se ha sentido en todo Occidente y que ha ido derribando, uno a uno, a un gran número de hombres de gran poder en la industria. A su vez, este potente movimiento contra el machismo y el acoso sexual ha animado a cientos de miles de mujeres anónimas a romper el silencio y a compartir los casos de abusos que ellas han vivido, pero también han surgido voces que, como la de Haneke, o en Francia también la de Catherine Deneuve y otros profesionales, discrepan que esta sea la mejor forma de acabar con estos abusos, y añade que "la caza de brujas debió quedarse en la Edad Media".
El director de películas como "Funny Games-Juegos divertidos / Horas de terror / Funny Games" o "Amor/Amour", quien está preparando su primera serie de televisión, un drama distópico de 10 capítulos titulada "Kelvin’s Book", es la última figura europea en criticar las consecuencias del movimiento #MeToo. En enero, un colectivo francés formado por artistas y celebridades, entre las que destaca la actriz francesa Catherine Deneuve, creó un manifiesto en contra del "puritanismo" sexual que estaba surgiendo a raíz del caso Weinstein y que fue publicado por el periódico Le Monde.
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"Cualquier forma de violación o coacción debe ser condenado, está claro. Pero esta histeria y acusaciones sin procesos que están teniendo lugar hoy en día me parecen totalmente repugnantes. Y no quiero saber cuántas de esas acusaciones que cuentan incidentes de hace 20 o 30 años son principalmente declaraciones que poco tienen que ver con abusos sexuales", ha declarado el cineasta al periódico austriaco Kurier.
Haneke, que en su película "La Pianista / La profesora de piano / La pianiste" trató la relación tortuosa entre una profesora de piano que oculta una personalidad de escabrosa vertiente sexual, y su asfixiante y dominante madre, habla sobre el problema que presentan algunas de las acusaciones que han surgido con el movimiento #MeToo puesto que "cada aluvión de críticas que generan estas revelaciones, incluso en los foros Internet de diarios serios, envenena el clima en el seno de la sociedad". Haneke, que no ha sido objeto de ninguna acusación, considera que este ambiente "de caza de brujas hace cada vez más difícil un debate sobre este tema (el acoso sexual) tan importante".
Haneke se siente preocupado ante "esta rabia ciega y sin ninguna reflexión, que no se basa en hechos, pero que está creando prejuicios y que está destruyendo las vidas de personas cuyos supuestos crímenes no han sido demostrados". Y añade que, "se está atacando a través de los medios y las redes sociales, arruinando vidas y carreras".
El movimiento #MeToo comenzó a principios del pasado octubre, tras conocerse los primeros casos de abusos sexuales por parte del productor Harvey Weinstein. La repercusión que han tenido los testimonios contra Weinstein de actrices famosas —Ashley Judd, Mira Sorvino, Angelina Jolie o Gwyneth Paltrow— desencadenó un enorme seísmo en Estados Unidos que se ha sentido en todo Occidente y que ha ido derribando, uno a uno, a un gran número de hombres de gran poder en la industria. A su vez, este potente movimiento contra el machismo y el acoso sexual ha animado a cientos de miles de mujeres anónimas a romper el silencio y a compartir los casos de abusos que ellas han vivido, pero también han surgido voces que, como la de Haneke, o en Francia también la de Catherine Deneuve y otros profesionales, discrepan que esta sea la mejor forma de acabar con estos abusos, y añade que "la caza de brujas debió quedarse en la Edad Media".
El director de películas como "Funny Games-Juegos divertidos / Horas de terror / Funny Games" o "Amor/Amour", quien está preparando su primera serie de televisión, un drama distópico de 10 capítulos titulada "Kelvin’s Book", es la última figura europea en criticar las consecuencias del movimiento #MeToo. En enero, un colectivo francés formado por artistas y celebridades, entre las que destaca la actriz francesa Catherine Deneuve, creó un manifiesto en contra del "puritanismo" sexual que estaba surgiendo a raíz del caso Weinstein y que fue publicado por el periódico Le Monde.
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