Se despide la prestigiosa serie "Dowton Abbey"
- por © Lidia Ene-NOTICINE.com
La serie británica "Dowton Abbey", producida por la ITV, que ha conseguido seguidores fieles por Europa, Estados Unidos e incluso Latinoamérica, emitirá en Estados Unidos su último capítulo este domingo 6 de marzo por la cadena, en su momento de mayor prestigio, sobre todo entre críticos y especialistas.
A lo largo de seis temporadas, desde su estreno en 2010, la trama se ha concentrado en la historia de la familia aristocrática Crawley y sus sirvientes y cómo los sucesos y cambios sociales de aquella época afectaron su posición y su modo de vida. Este drama se sitúa a comienzos del siglo XX en Yorkshire, Inglaterra.
Para Irene Jiménez, responsable de televisión en Audiovisual 451, "Con 'Downton he tenido todo tipo de sensaciones, hasta me he tirado al suelo derrotada por la injusticia... Es demasiado para mí, son palabras mayores... Lo mejor es verla. Y sufrirla y gozarla".
Y añade: "'Downton Abbey' es una serie sutil que muchos pueden ver como un producto femenino, pero en realidad se trata de una historia impredecible apta para todos los públicos, escrita con maestría, con unos diálogos afilados e inteligentes que no podrían entenderse en la boca de otros actores. 'Downton Abbey' no permite entrar y salir de la historia, requiere toda la atención del espectador, pues perder una mirada o un silencio puede cambiar todo el sentido de la trama. Puede que no se haya gastado el mayor presupuesto en exteriores o en diferentes decorados, pero realmente sientes que no quieres salir de la finca y que podrías vivir allí para siempre. La serie refleja la vida como es, con sus alegrías, su crueldad, su injusticia, sus casualidades, sus ocasiones perdidas y aprovechadas, incluso en una familia de la nobleza. A simple vista todo son apariencias, pero Julian Fellowes se ha encargado de dotar a los personajes de un trasfondo con enjundia, no son ricos y despreciables, y no son criados de los que tengas compasión, cada uno vive su drama y su gozo. Es desgarradora e hilarante a partes iguales. Y sabes que tienes que odiar a algunos personajes y amar a otros, pero ninguno podría existir prescindiendo de los demás. La vida de los Crawley y la servidumbre sufre los vaivenes de la historia europea y británica y se ve obligada a adaptarse a la evolución social y tecnológica. Retrata tan fielmente época tras época que tomas conciencia de los avances que la humanidad ha vivido en muchos campos diferentes, e incluso, en ocasiones, te sientes afortunada de vivir en un mundo con smartphones, aviones, frigoríficos y salas de operaciones esterilizadas. Ni qué decir de la ambientación, el atrezzo, la música...".
Según Frazier Moore, crítico de televisión de AP, se aguarda un "un final tierno, alentador y mayormente grato que no dejará cabos sueltos, dudas ni nada para debatir el lunes. No será un final que deje al público perplejo como los de "Perdidos / Lost" o "Los Soprano".
En resumen, para el crítico la serie "ha servido como un regreso en el tiempo" y generalmente ha reproducido el cambio: "Con una trama que abarcó desde 1912 hasta principios de 1926, "Downton Abbey" siempre se trató de cambio. De lo viejo versus lo nuevo. De los valores de larga tradición abordados por la modernidad. De las gracias sociales bajo fuego".
En cuanto al transcurso de la serie, el crítico destacó la permanencia de su calidad, "La serie de TV, que mantuvo su nivel glorioso por años. 'Downton' siempre supo lo que era, al igual que su audiencia, que la adoró por su claridad inalterable y sentido de propósito".
Sin embargo, para otros críticos de la serie, el final no ha estado a la altura de una serie querida y afianzada entre su público. La periodista Mariló García escribió en Tentaciones: "La sexta temporada de Downton Abbey ha sido un fraude. Para qué andarnos con rodeos".
"Fue fácil enamorarse de los Crawley, esa familia de ricos con más defectos que todos nosotros juntos, y de sus privilegiados sirvientes, siempre atentos, confidentes, esperando a que sonara la campanilla para participar del culebrón. El problema es que todos estos adorables personajes han acabado resultando irritantes por culpa de unas tramas absurdas. Éstas son las razones por las que NO echaremos de menos Downton Abbey", prosiguió su artículo.
En general, la serie creada por Julian Fellowes, siempre ha sido halagada por los críticos que valoran la serie con un 84% favorable en RottenTomatoes. Sobre todo, ha sido destacada la interpretación de Maggie Smith- actriz escocesa conocida por su trabajo en "Los mejores años de Miss Brodie / The Prime of Miss Jean Brodie" o la saga de "Harry Potter"- una de las protagonistas de la historia.
Sea como sea, un final para algunos, más que tentador y para otros, un fraude, la serie ha llegado a su fin y las hazañas de la familia Crawley acaban en el último capítulo.
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A lo largo de seis temporadas, desde su estreno en 2010, la trama se ha concentrado en la historia de la familia aristocrática Crawley y sus sirvientes y cómo los sucesos y cambios sociales de aquella época afectaron su posición y su modo de vida. Este drama se sitúa a comienzos del siglo XX en Yorkshire, Inglaterra.
Para Irene Jiménez, responsable de televisión en Audiovisual 451, "Con 'Downton he tenido todo tipo de sensaciones, hasta me he tirado al suelo derrotada por la injusticia... Es demasiado para mí, son palabras mayores... Lo mejor es verla. Y sufrirla y gozarla".
Y añade: "'Downton Abbey' es una serie sutil que muchos pueden ver como un producto femenino, pero en realidad se trata de una historia impredecible apta para todos los públicos, escrita con maestría, con unos diálogos afilados e inteligentes que no podrían entenderse en la boca de otros actores. 'Downton Abbey' no permite entrar y salir de la historia, requiere toda la atención del espectador, pues perder una mirada o un silencio puede cambiar todo el sentido de la trama. Puede que no se haya gastado el mayor presupuesto en exteriores o en diferentes decorados, pero realmente sientes que no quieres salir de la finca y que podrías vivir allí para siempre. La serie refleja la vida como es, con sus alegrías, su crueldad, su injusticia, sus casualidades, sus ocasiones perdidas y aprovechadas, incluso en una familia de la nobleza. A simple vista todo son apariencias, pero Julian Fellowes se ha encargado de dotar a los personajes de un trasfondo con enjundia, no son ricos y despreciables, y no son criados de los que tengas compasión, cada uno vive su drama y su gozo. Es desgarradora e hilarante a partes iguales. Y sabes que tienes que odiar a algunos personajes y amar a otros, pero ninguno podría existir prescindiendo de los demás. La vida de los Crawley y la servidumbre sufre los vaivenes de la historia europea y británica y se ve obligada a adaptarse a la evolución social y tecnológica. Retrata tan fielmente época tras época que tomas conciencia de los avances que la humanidad ha vivido en muchos campos diferentes, e incluso, en ocasiones, te sientes afortunada de vivir en un mundo con smartphones, aviones, frigoríficos y salas de operaciones esterilizadas. Ni qué decir de la ambientación, el atrezzo, la música...".
Según Frazier Moore, crítico de televisión de AP, se aguarda un "un final tierno, alentador y mayormente grato que no dejará cabos sueltos, dudas ni nada para debatir el lunes. No será un final que deje al público perplejo como los de "Perdidos / Lost" o "Los Soprano".
En resumen, para el crítico la serie "ha servido como un regreso en el tiempo" y generalmente ha reproducido el cambio: "Con una trama que abarcó desde 1912 hasta principios de 1926, "Downton Abbey" siempre se trató de cambio. De lo viejo versus lo nuevo. De los valores de larga tradición abordados por la modernidad. De las gracias sociales bajo fuego".
En cuanto al transcurso de la serie, el crítico destacó la permanencia de su calidad, "La serie de TV, que mantuvo su nivel glorioso por años. 'Downton' siempre supo lo que era, al igual que su audiencia, que la adoró por su claridad inalterable y sentido de propósito".
Sin embargo, para otros críticos de la serie, el final no ha estado a la altura de una serie querida y afianzada entre su público. La periodista Mariló García escribió en Tentaciones: "La sexta temporada de Downton Abbey ha sido un fraude. Para qué andarnos con rodeos".
"Fue fácil enamorarse de los Crawley, esa familia de ricos con más defectos que todos nosotros juntos, y de sus privilegiados sirvientes, siempre atentos, confidentes, esperando a que sonara la campanilla para participar del culebrón. El problema es que todos estos adorables personajes han acabado resultando irritantes por culpa de unas tramas absurdas. Éstas son las razones por las que NO echaremos de menos Downton Abbey", prosiguió su artículo.
En general, la serie creada por Julian Fellowes, siempre ha sido halagada por los críticos que valoran la serie con un 84% favorable en RottenTomatoes. Sobre todo, ha sido destacada la interpretación de Maggie Smith- actriz escocesa conocida por su trabajo en "Los mejores años de Miss Brodie / The Prime of Miss Jean Brodie" o la saga de "Harry Potter"- una de las protagonistas de la historia.
Sea como sea, un final para algunos, más que tentador y para otros, un fraude, la serie ha llegado a su fin y las hazañas de la familia Crawley acaban en el último capítulo.
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