Crítica: "Carol", contra viento y marea
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Por Hugo Lara Chávez
Desde que fue exhibida en su première mundial dentro de la competencia del Festival de Cannes, "Carol" (2015) despertó gran entusiasmo y emoción, al grado de abarrotar las salas de sus diferentes proyecciones. En México, se exhibió en el Festival Internacional de Cine de Los Cabos y el efecto sobre la audiencia fue casi el mismo. Ahora, ya encaminada a obtener varios premios Globos de Oro, en los que fue nominada en cuatro categorías (película, actrices, director y música), este film dirigido por Todd Haynes y protagonizado por Cate Blanchett y Rooney Mara, parece muy cerca de alcanzar la consagración definitiva.
Al final en Cannes, Rooney Mara ganó el premio a mejor actriz pero "Carol" se quedó sin alcanzar la Palma de Oro y, por tanto, sin poder repetir la hazaña de otra película con temática LGTB, la francesa "La vida de Adèle" (2013), que dirigió Abdellatif Kechiche y que causó verdadero furor alrededor del mundo.
"Carol" está basado en la novela de Patricia Highsmith "El precio de la sal", que describe en cierto grado la preferencia lésbica de la legendaria escritora de "El talentoso Mr. Ripley" y "Extraños en un tren". Hay que señalar que no es una historia autobiográfica aunque toma elementos de la realidad que inspiraron a Highsmith, cuya novela fue adaptada para "Carol" por la escritora y guionista Phyllis Nagy.
La trama se sitúa en los años cincuenta en Nueva York. Carol Aird (Cate Blanchett) es una sofisticada mujer que vive en crisis matrimonial al lado de su millonario esposo Harge Aird (Kyle Chandler) y su pequeño hijo. En una ocasión, conoce a la joven Therese Belivet (Mara), fotógrafa amateur y empleada en un gran almacén, y casi de inmediato surge entre las dos una fuerte atracción. Carol y Therese comienzan un amorío que provoca la ira de Harge, quien temeroso del ridículo social, primero la hostiga para que abandone a su amante y luego, fracasado, desata su persecución legal para despojarla de la custodia de su hijo.
Haynes arribó al proyecto con inmejorables credenciales para hacerse cargo de la dirección, no sólo por su condición de homosexual que lo acerca a los conflictos de plantea el film, sino también porque en su haber se encuentran notables películas que perfilan a un autor, como "Mi historia sin mi / I'm Not There" (2007) y sobre todo "Lejos del cielo / Far from Heaven" (2002). Ésta última guarda inevitables conexiones con "Carol", pues se trata de un largometraje también ambientado en los años cincuenta sobre una ama de casa que comienza un romance con un afroamericano, después de que descubre la homosexualidad de su esposo.
Así, en "Carol", se expresan distintas ideas en torno a la felicidad y al amor, a las insatisfacciones y la represión, al contraste de clases sociales, a la necesidad de buscar la plenitud como persona incluso a contracorriente, con ánimo subversivo.
Los planteamientos de la película se desarrollan en medio de una sofisticada ambientación, un retrato cinematográfico de ritmo ágil, con notables valores de producción (la elegante ambientación, los vestuarios, la fotografía, el arte, la música, su textura melancólica), que producen un efecto conmovedor y sensible en torno a los mundos femeninos que allí se plasman. Hay tensión, drama y belleza, soportadas en las fuertes actuaciones de Blanchett y Mara.
A la película y la realización se le podría reprochar que no pise a fondo en el desenlace y que se alargue ligeramente en medio, pero por otro lado parece coherente con el universo y la época que busca retratar: la época de cacería de brujas del macarthismo, de la intolerancia social, las mentiras y la hipocresía que le han hecho tanto daño a la humanidad.
"Carol" es un film con muchas virtudes y que seguramente será de las grandes protagonistas no sólo en los Globos de Oro sino también en la próxima ceremonia del Oscar.
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