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Por Edurne Sarriegui

La expectativa y la ansiedad ante el esperado estreno de “Star Wars: El despertar de la fuerza / Star wars: The force awakens” hicieron eclosión en forma de aplausos ante la aparición del título en la pantalla al comienzo de la proyección. Y es que tanto secreto alrededor de una película y convertir en noticia esa ausencia de noticias -valga la redundancia- son, sin duda, una buena estrategia de marketing. El séptimo episodio de la saga creada por George Lucas sitúa su acción treinta años después de “El retorno del Jedi /Return of the Jedi” (1983), la tercera película de la trilogía original. La franquicia, que ahora está en manos de Disney, estrena director y guionista, J.J. Abrams (“Star Trek”, “Misión imposible III”) que comparte responsabilidad en el guion con Lawrence Kasdan, guionista de los primeros episodios de la serie.

La resistencia liderada por la princesa Leia (Carrie Fisher), ahora devenida general, continúa su enfrentamiento con La Primera Orden. La esperanza para el triunfo está puesta en el regreso de Lucas Skywalker (Mark Hamil) autoexiliado hace mucho tiempo. Encontrarlo será el objetivo de los protagonistas de esta historia.

La prudencia y la mesura parecen haber prevalecido a la hora de tomar decisiones por parte de J.J. Abrams. Los efectos visuales se dosifican a lo largo de las más de dos horas de metraje sin caer en excesos y recurriendo al 3D que potencia la sensación de profundidad durante las batallas y los viajes interestelares. La acción se distribuye a lo largo de la cinta y el humor, presente a través de pequeñas pinceladas, no llega a resultar perturbador o absurdo en medio de situaciones dramáticas.

El reencuentro del público con los viejos personajes, como Han Solo (Harrison Ford), interpretados por los mismos actores más de treinta y cinco años después, pone la nota emotiva que seguramente encantará a los fanáticos.

La reaparición de Chewbacca, R2-D2 y C-3P0 y el mítico Halcón Milenario viene de la mano de nuevos personajes protagónicos que seguramente tendrán a su cargo el desarrollo de los episodios futuros: Rey, la joven piloto que vive recogiendo chatarra espacial, Poe Dameron (Oscar Issac), el mejor piloto de la resistencia, Finn (Jonh Beyega), un soldado desertor de la Orden, Kylo Ren (Adam Driver) y el inefable BB8, un “droide” simpático y querible que es parte fundamental de la trama.

“Star Wars: El despertar de la Fuerza/ Star Wars: The force awakens” tiene sin duda todo los que los seguidores de la saga desean. Hay una historia sólida, acción, nuevos personajes atrayentes y el esperado reencuentro con el pasado. Los guiños permanentes al ayer harán las delicias de muchos, indudablemente.

Pero se le puede reclamar a esta nueva entrega una falta de audacia. Lejos de la sorpresa que supuso en su momento la presentación de ese universo nuevo donde se desarrolla la rebautizada como “Star Wars: Una nueva esperanza”, todo parece que ya lo hemos visto antes. Transita por lugares seguros sin tomar el riesgo de introducir novedades.

Fiel a su esencia de film episódico nos deja la sensación de que se trata de una presentación. Habrá que esperar al estreno de “Star Wars: Episodio VIII”  para conocer su desarrollo.

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