Crítica: "La Verdad / Truth", la verdad... ¿al descubierto?
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Por Sonia R. Castellanos
A veces la búsqueda de la verdad tiene un precio; generalmente, el precio que cada uno esté dispuesto a pagar de acuerdo con sus valores. Seguramente este pensamiento moral, de deber, fue el que pasó por las cabezas de Dan Rather y Mary Mapes en el año 2004 cuando su reportaje sobre los supuestos privilegios en el servicio militar del por aquel entonces presidente de Estados Unidos, George W. Bush, empezó a hacer aguas tras la emisión.
El caso Rathergate, llamado así en referencia al presentador del programa "60 Minutos", donde se emitió el reportaje, pasó por la esfera mediática tan rápido que ni siquiera Robert Redford, encargado de llevar a la gran pantalla al showman, recuerda muy bien qué fue lo que pasó. Más de una década después, "La Verdad / Truth", que se estrena ahora en España, dos semanas después que en EEUU, profundiza en el caso. Las consecuencias de este fallo periodístico son, sin embargo, archiconocidas: tanto Dan Rather como Mary Mapes (interpretada por Cate Blanchett), productora del programa, pagaron con sus carreras el precio de unas fuentes y una información indebidamente contrastadas.
Que la cinta esté basada en un hecho real tiene su parte positiva y su parte negativa. Entre las virtudes de la realidad se encuentran la curiosidad que siente el espectador por conocer la verdad, valga la redundancia con el título del film. Entre lo negativo, lo más destacable es que se suele conocer cómo acaba todo. Y aunque en esta ocasión el espectador que haya tecleado "caso Rathergate" en Google (o haya leído la sinopsis) ya sabe cómo termina la historia, lo que narra la ópera prima del reconocido guionista James Vanderbilt ("Zodiac") es el proceso condensado en dos horas: desde las primeras investigaciones del caso hasta la última consecuencia de su fallo, sin olvidar la vorágine de críticas que provocó su emisión. El trasfondo de la cinta no deja de ser el poder y la influencia que tienen los medios de comunicación en la opinión pública: que la supuesta ventaja tomada por George W. Bush gracias a su padre para evitar ir a la guerra de Vietnam se emitiese dos meses antes de las elecciones a la presidencia de Estados Unidos no podía ser una coincidencia, aunque los protagonistas se pasen casi toda la película alegando que lo hicieron en honor a la verdad.
Lo cierto es que el espectador se encuentra en una posición en la que sus lealtades hacia los personajes son confusas. En la suerte de tira y afloja entre el equipo de Mary Mapes y el resto de cadenas e incluso el Gobierno no se puede evitar sentir cierta empatía por el equipo de periodistas que solo busca la supuesta verdad. El problema surge cuando empiezan a aparecer argumentos en contra, cuando la cuerda de la verdad pasa de estar sólidamente parapetada en las pruebas de Mapes y Rather a encontrarse en las filas contrarias, que ponen en entredicho toda la labor del equipo e incluso su forma de trabajar. La cuerda puede servir de metáfora para llegar al tono del film, que es el aspecto más destacable: evidente resulta el ascenso, el tono positivo, el sentimiento de pertenencia al gremio periodístico y del trabajo bien hecho cuando el equipo emite el reportaje. A partir de ahí, un tono crítico y duro dirige la cinta hacia la caída en picado de Mary Mapes y su programa, haciendo que durante el resto del film el espectador se pregunte por qué las pruebas que parecían tan sólidas al principio ahora se convierten en fallos evidentes.
La interpretación de Cate Blanchett es la más destacable del elenco, aunque la participación de Robert Redford sirve para agrandar todavía más el papel de la actriz, que ya por sí sola es capaz de llevar el peso del personaje con maestría. Sin embargo, aunque la interpretación de Blanchett es soberbia, la historia familiar de su personaje, con datos sobre su pasado y sus padres, reducen en cierto modo el ritmo constante de la película. Un ritmo que empeora también al final, cuando se alarga más de lo que se esperaba: tras una sucesión de escenas que podrían resultar un final épico, el verdadero cierre del film deja en el ambiente ciertos latigazos de decepción.
"La Verdad / Truth" se perfila como la adaptación a la gran pantalla de un caso mediático que tuvo su punto álgido meses antes de las elecciones presidenciales, un caso en el que había muchos intereses sobre la mesa, siendo el mayor de ellos su repentino silencio para no perjudicar al presidente en su campaña. Irónicamente, cuando el espectador sale del cine no tiene la sensación de conocer la verdad, ni mucho menos: se siente como una olla en la que se han vertido ingredientes muy dispares que le invitan a llegar por sí mismo a su propia verdad.
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