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Por Edurne Sarriegui

El drama boxístico "Revancha / Southpaw" que este mes se está estrenando en varios países latinoamericanos tras su más bien frío lanzamiento norteamericano en julio y sin fecha aún en España, es el último trabajo del realizador afroamericano Antoine Fuqua ("Día de entrenamiento / Training Day"). El guion del televisivo Kurt Sutter ("Sons of Anarchy", "The Shield")  relata la caída y ascenso de un campeón de boxeo con un tono melodramático e incorpora todos los clichés correspondientes a una película referida al mundo boxístico con un desarrollo de la historia obvio y falto de sorpresa.

Billy Hope (Jake Gyllenhaal) es el campeón invicto en la categoría de Pesos Medios. No le puede pedir más a la vida. Además de sus triunfos deportivos tiene una esposa extraordinaria, Maureen (Rachel McAdams) una hija adorable llamada Leila (Oona Laurence), más dinero del que nunca pudo soñar y una corte de amigos siempre dispuestos a rodear al campeón. Pero el destino, que es cruel, le tiene reservadas tragedias desgarradoras y dificultades impensadas.

En un confuso episodio en el que se ven involucrados el campeón y su retador, muere Maureen. Sumido en la tristeza y la depresión, Billy pierde todo lo demás: su dinero, su título, sus amigos y finalmente la custodia de su hija que pasa a estar bajo la tutela de los Servicios Sociales hasta que él demuestre que puede hacerse cargo de su vida.  Esto último es lo más doloroso ya que tanto él como su esposa habían tenido una triste infancia y crecieron en hogares sustitutos. ¡Menos mal que se apellida Hope (Esperanza), la primera de las obviedades!

La historia que relata la caída y redención del protagonista ha sido  muchas veces llevada a la pantalla. Y en este caso no hace falta ser un espectador muy perspicaz para adivinar cuál será el derrotero del derrotado Billy. Cada paso que da se puede prever con bastante anticipación. Si a esto le sumamos que muchas de las situaciones y personajes nos resultan muy conocidos porque ya fueron parte de otras películas, no queda lugar para la más mínima sorpresa.

Lo realmente destacable de la cinta es la transformación física de Jake Gyllenhaal que rapado, tatuado, corpulento y musculoso se exhibe en tres peleas cuyo resultado nunca sorprende dada la naturaleza del film.

Los seguidores de películas de esta temática, que casi, casi podría ser un subgénero por la cantidad de veces que han llegado al cine, quizás disfruten de este nuevo émulo de Rocky. Aquí se van a encontrar con todos los personajes esperables: la esposa buena, el manager malo que abandona al héroe para irse con la estrella en ascenso, el entrenador sabio y humilde que devolverá al protagonista a la gloria desde un ignoto gimnasio, el boxeador malo, los falsos amigos que abandonan el barco cuando se hunde, el amigo bueno y fiel……Y todo ello con mucha sangre, sudor y lágrimas.

El que espere alguna novedad, algún giro inesperado de la trama, algún personaje o situación sorprendente… que se abstenga.

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