Las Iglesias de EEUU colaboran en la comercialización de la "Pasión" de Mel Gibson
- por © Redacción-NOTICINE.com
6-II-04
No siempre las campañas de marketing en Hollywood cuestan dinero. A veces, son cuestión de fe. Católicos y protestantes están participando en la promoción de la cinta de Mel Gibson "The passion of the Christ", que se estrenará el próximo día 25. Algunos pastores preparan homilías dedicadas al film, y diferentes comunidades religiosas han reservado aforos completos para las primeras sesiones, mientras otras venden entradas en sus webs o preparan reediciones del Nuevo Testamento con ilustraciones sacadas del film. Por su parte, organizaciones judías participan también en la campaña, con acusaciones de anti-semitismo contra el realizador, considerado él mismo miembro de un sector tradicionalista católico.
Como bien podría contar el mexicano Carlitos Carrera ("El crimen del padre Amaro"), la Iglesia se ha especializado -a veces a su pesar- en promover el éxito de algunos films. En declaraciones a AP, el relaciones públicas Josh Baran, que participó en la publiciad de "La última tentación de Cristo", de Scorsese, afirma que "La pasión" de Gibson puede ser uno de los éxitos del año, a pesar de requerir subtítulos por estar dialogada en arameo, hebreo y latín. "En muchas iglesias ya están recomendando a los fieles que acudan a verla, aunque sólo sea para hablar luego sobre ella", afirma.
Gibson, que hizo la película de manera independiente, financiándola él mismo ante el desinterés de los estudios, ha conseguido sin embargo una distribuidora capaz de lanzarla el próximo miércoles de ceniza en 2000 salas norteamericanas, algo poco habitual para este tipo de películas.
La oposición a la cinta que protagonizan Jim Caviezel y Monica Bellucci viene de parte de organizaciones judías, que hacen aquí el papel de lo que Dalí llamaba "Lo importante es que hablen de uno, aunque sea bien". La Liga Antidifamatoria y la Comisión Judío-Norteamericana, creen que al reflejar el relato bíblico sobre la participación de las autoridades religiosas judías de la época en la condena a la crucifixión de Jesús "contiene estereotipos destructivos". Según el rabino David Elcott, "es una película tremendamente absolutista, que socava el progreso que hemos logrado en este país hacia el respeto mutuo y el pluralismo religioso. Forma parte de un cuadro más amplio de endurecimiento de las posiciones religiosas".
Mientras, la última polémica sobre "The passion of the Christ", que narra las últimas horas en la vida de Jesucristo, tiene que ver con un supuesto corte, precisamente para no cargar las tintas sobre la influencia judía en la muerte del hijo de Dios. Una secuencia en la que el sumo sacerdota Caifás advierte que por haber condenado a Cristo una maldición sangrienta recaerá sobre el pueblo judío habría sido eliminada del montaje final, según informó el New York Times. El publicista del actor, director y productor, Alan Nierob, se ha negado a confirmar o desmentir este extremo. Cuando el mes pasado se proyectó la cinta en Orlando (Florida), ante 4.500 pastores evangélicos, la copia incluía esta escena, basada en el Evangelio según San Mateo. Por su parte, el propio Gibson no deja de rechazar cualquier intención anti-semita. Para él, este film en el que ha invertido 25 millones de dólares no se ha hecho para reprochar nada a los judíos, sino para generar "fe, esperanza, amor y perdón" en cualquier tipo de audiencia.
No siempre las campañas de marketing en Hollywood cuestan dinero. A veces, son cuestión de fe. Católicos y protestantes están participando en la promoción de la cinta de Mel Gibson "The passion of the Christ", que se estrenará el próximo día 25. Algunos pastores preparan homilías dedicadas al film, y diferentes comunidades religiosas han reservado aforos completos para las primeras sesiones, mientras otras venden entradas en sus webs o preparan reediciones del Nuevo Testamento con ilustraciones sacadas del film. Por su parte, organizaciones judías participan también en la campaña, con acusaciones de anti-semitismo contra el realizador, considerado él mismo miembro de un sector tradicionalista católico.
Como bien podría contar el mexicano Carlitos Carrera ("El crimen del padre Amaro"), la Iglesia se ha especializado -a veces a su pesar- en promover el éxito de algunos films. En declaraciones a AP, el relaciones públicas Josh Baran, que participó en la publiciad de "La última tentación de Cristo", de Scorsese, afirma que "La pasión" de Gibson puede ser uno de los éxitos del año, a pesar de requerir subtítulos por estar dialogada en arameo, hebreo y latín. "En muchas iglesias ya están recomendando a los fieles que acudan a verla, aunque sólo sea para hablar luego sobre ella", afirma.
Gibson, que hizo la película de manera independiente, financiándola él mismo ante el desinterés de los estudios, ha conseguido sin embargo una distribuidora capaz de lanzarla el próximo miércoles de ceniza en 2000 salas norteamericanas, algo poco habitual para este tipo de películas.
La oposición a la cinta que protagonizan Jim Caviezel y Monica Bellucci viene de parte de organizaciones judías, que hacen aquí el papel de lo que Dalí llamaba "Lo importante es que hablen de uno, aunque sea bien". La Liga Antidifamatoria y la Comisión Judío-Norteamericana, creen que al reflejar el relato bíblico sobre la participación de las autoridades religiosas judías de la época en la condena a la crucifixión de Jesús "contiene estereotipos destructivos". Según el rabino David Elcott, "es una película tremendamente absolutista, que socava el progreso que hemos logrado en este país hacia el respeto mutuo y el pluralismo religioso. Forma parte de un cuadro más amplio de endurecimiento de las posiciones religiosas".
Mientras, la última polémica sobre "The passion of the Christ", que narra las últimas horas en la vida de Jesucristo, tiene que ver con un supuesto corte, precisamente para no cargar las tintas sobre la influencia judía en la muerte del hijo de Dios. Una secuencia en la que el sumo sacerdota Caifás advierte que por haber condenado a Cristo una maldición sangrienta recaerá sobre el pueblo judío habría sido eliminada del montaje final, según informó el New York Times. El publicista del actor, director y productor, Alan Nierob, se ha negado a confirmar o desmentir este extremo. Cuando el mes pasado se proyectó la cinta en Orlando (Florida), ante 4.500 pastores evangélicos, la copia incluía esta escena, basada en el Evangelio según San Mateo. Por su parte, el propio Gibson no deja de rechazar cualquier intención anti-semita. Para él, este film en el que ha invertido 25 millones de dólares no se ha hecho para reprochar nada a los judíos, sino para generar "fe, esperanza, amor y perdón" en cualquier tipo de audiencia.