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Por Edurne Sarriegui

"Puro vicio / Vicio Propio / Inherent Vice", que esta semana se estrena en México y Argentina, tras Estados Unidos y España, es la última película del carismático cineasta norteamericano Paul Thomas Anderson, autor de "Boogie Nights", "Magnolia", "Pozos de ambición / Petróleo sangriento / There Will Be Blood" o "El maestro / The Master". Basada en una novela de Thomas Pynchon, fue el propio Anderson quien realizó  su adaptación al guion cinematográfico. Mezcla de drama, comedia, misterio y policial negro, su desarrollo resulta un batiburrillo de situaciones por momentos inconexas, con exceso de diálogos que a menudo caen en la incoherencia, y una sobreabundancia de personajes capaz de desorientar al espectador más atento, durante sus casi dos horas y media.

El protagonista, el detective Larry "Doc" Sportello (Joaquín Phoenix), recibe la visita de su exnovia Shasta (Katherine Waterstone). Ella está preocupada por el paradero de su novio actual, un empresario de bienes raíces que se encuentra desaparecido. Teme que haya caído en algún complot por parte de su esposa y el amante de ésta con el fin de despojarle de su fortuna. Situada en California a principio de los años setenta, en pleno apogeo de la cultura hippie, las drogas forman parte esencial del día a día de los personajes.

Sportello, siempre dispuesto a abalanzarse sobre cualquier droga a su alcance, inicia la investigación que le llevará a recorrer varias tramas y subtramas, apenas mencionadas algunas y sin resolverse la mayoría. Se cruzará con personajes de toda laya, principalmente preocupados también por conseguir alguna sustancia que los ponga en otro nivel de conciencia. Para tratar de dar un poco de conexión a todo este asunto, Sortilége (Joanna Newson), un personaje secundario del cual no llegamos a saber su relación con la historia, interviene de vez en cuando como narradora.

El film cuenta con magníficas actuaciones de los ya mencionados Phoenix y Waterstone además de Josh Brolin, Reese Witherspoon, Benicio del Toro, Owen Wilson y un largo etcétera que conforma el extenso reparto. Tiene también una excelente ambientación y fotografía y una estética, algunos planos y cierto humor que recuerdan al comic.

Sin embargo todo esto no alcanza para remontar una historia demasiado enrevesada, por la sobrepoblación de personajes y la multiplicidad de temas que aparecen a lo largo de la cinta. Son ciento cuarenta y ocho minutos que se hacen larguísimos. Sí, dos horas y veintiocho minutos que parecen no terminar nunca cuando con una hora alcanza para aburrirse.

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